Una autora y su obra en la balanza.

Por Rafael Vilches.

El hueco la más reciente novela de la escritora Ana Rosa Díaz Naranjo, una conmovedora obra que consigue, con un lenguaje de enorme sensibilidad, traer luz a los tiempos oscuros que vive el cubano desde hace más de sesenta años, para que en otras latitudes se enteren en qué tétricas condiciones viven los habitantes de esta isla. Una novela de ficción que cuenta la realidad friccionada de un país ahogado por disímiles circunstancias, la mayoría de las miserias y los padecimientos que aquí se cuenten son los que hunden y humillan hoy al hombre de a pie, un martirio causado por la propia nación.

Su voz posee el don de la poesía, hay en su manera de narrar una lírica concisa y plena de riquezas en el lenguaje. Una novela que no deja de ser ríspida y aplastante. Es este el libro más importante de esta especialista en las deformaciones del alma humana y constituye, sin duda, un acontecimiento, primero en Europa, por ser alemana la editorial que saca a la luz esta novela, luego ha sido un acontecimiento universal, pasando desapercibido para su país natal, porque es un libro que no ha podido desembarcar a las costas, arribar a los aeropuertos nacionales.

Hay un niño que se llama Gustavo y ama a la Virgen de la Caridad, a su hermana María, a su abuela Filiberta, a una muchacha llamada Luisa, que después de años de ausencia regresa al pueblo al haber concluido su carrera de bióloga en La Habana. Gustavo odia a muerte a un tío, que a causa del alcohol y la vida que ha llevado, es la encarnación del diablo en la tierra. El amor y el odio lo harán emprender una búsqueda, en busca de un refugio y la posible protección de una madre ausente.

La riqueza lírica de la prosa de esta autora no se empaña con el dolor que padecen sus personajes, recluidos por las circunstancias de una sociedad que los acosa, los avasalla y aplasta. La claridad de expresión conque Ana teje todas las historias para realizar el entramado de su novela, la fortalece, aunque el tinte de tristeza y soledad no desaparezca un momento en la narración. Habla de los personajes olvidados en los campos donde la abulia y el desamparo los arrincona. La brutalidad a la que son sometidos. Esta es una sociedad donde no hay cabida para las ingenuidades ni para la inocencia. Los inocentes pecan de incautos. Alcoholismo, maltratos familiares, odio, envidia, insidia, incesto, traiciones, la llama de la inocencia en el primer amor, adulterio, miserias humanas y morales, contaminación de las redes sociales como Facebook que irrumpe en el campo cubano y perturba a los campesinos alejados del ruido y depravación de las ciudades en pleno siglo XXI. De eso va la novela, y de mucho más, son estos algunos de los tantos hilos que con fuerza conmueven y mueven la trama en las páginas de este libro brutal, hermosamente escrito.