Aprender a gestionar lo que sentimos
Estrategias para potenciarla
Educación Infantil
Educación Primaria
Cuentos sobre emociones: usar libros como “El monstruo de colores” o “De qué color es un beso” para identificar y clasificar emociones.
Rincón de la calma: espacio en el aula con cojines, peluches, botellas de la calma y fichas de respiración.
Juegos de expresión facial: imitar gestos y asociarlos a emociones para mejorar la conciencia emocional.
Respiraciones guiadas: ejercicios de respiración profunda con elementos visuales (plumas, velas imaginarias).
Rutinas de “cómo me siento hoy”: panel con emoticonos para que el alumnado marque su estado emocional al llegar.
Diarios emocionales: registro escrito o visual de experiencias y cómo se sintieron.
Role playing: dramatizar situaciones para ensayar respuestas emocionales adecuadas.
Mindfulness escolar: 5 minutos diarios de respiración consciente o visualización guiada.
Resolución cooperativa de conflictos: técnicas como el “círculo de diálogo” para buscar soluciones consensuadas.
Semáforo emocional: código visual (rojo, amarillo, verde) para evaluar el nivel de activación emocional y decidir estrategias de autorregulación.
El monstruo de colores – App interactiva → versión digital del cuento para identificar y clasificar emociones.
GoNoodle → vídeos y actividades de movimiento y mindfulness adaptadas a niños pequeños.
PequeEmociones → recursos visuales y fichas descargables para trabajar emociones en el aula y en casa.
Botellas de la calma – Tutorial → guía para fabricar y usar este recurso como estrategia de autorregulación.
Mindful Schools → programas y vídeos gratuitos para introducir mindfulness en el aula.
ClassDojo – Toolkit de mindfulness → actividades cortas para trabajar la calma y la conciencia emocional.
Smiling Mind → app gratuita con programas para regulación emocional según la edad.
Educaplay → crear juegos y actividades sobre identificación y gestión de emociones.
Integración sensorial: actividades que combinen estímulos visuales, auditivos y táctiles para favorecer la calma (luces suaves, música tranquila, objetos blandos).
Narración emocional guiada: el docente cuenta una historia y se detiene para reflexionar sobre lo que sienten los personajes.
Juegos de movimiento y pausa: alternar actividad física y momentos de calma para aprender a modular la activación.
Aprendizaje cooperativo temprano: tareas en parejas o grupos pequeños que requieran turnos y comunicación emocional.
Mindfulness y respiración consciente: entrenar la atención plena con ejercicios cortos y progresivos, vinculados a momentos de cambio de actividad.
Técnicas de reestructuración cognitiva: enseñar a reinterpretar pensamientos negativos de forma positiva.
Integración con áreas curriculares: por ejemplo, escribir un diario emocional en Lengua o analizar la toma de decisiones de un personaje en Ciencias Sociales.
Gamificación de la autorregulación: usar sistemas de puntos o insignias por el uso de estrategias de regulación en situaciones reales.