Fomento de la interacción a través de pizarras interactivas u otros dispositivos

Alumnado sea activo en el proceso, y no mero receptor de información. La interacción se hace efectiva con profesorado, otros compañeros, online, presencial, de forma síncrona o asíncrona. 

El alumnado se convierte en investigador activo. Esta zona permite el desarrollo del pensamiento crítico al buscar fuentes de información fiables en la resolución del objetivo propuesto por el profesorado.

EL alumnado organiza y planifica su trabajo en pequeños grupos para desarrollarlo de manera colaborativa, fomentando así las habilidades blandas y las aptitudes para la dirección de proyectos.

Permite hacer efectivo y tangible el producto del aprendizaje, que puede tener una utilidad en la vida real. El trabajo en equipo, la interpretación, el análisis, y la evaluación son partes esenciales del trabajo en esta zona. Se desarrolla la independencia y el control sobre el propio aprendizaje.

Espacio para la reflexión y el trabajo individual. El alumnado autoevalúa su propio aprendizaje, desarrollando así la competencia de aprender a aprender y la metacognición. También tiene cabida el aprendizaje informal a través del desarrollo de sus propios intereses.

Carácter social del aprendizaje y la difusión de los propios logros. Recibe retroalimentación por parte de los compañeros y compañeras que observan la exposición e interactúan en la misma. Difusión de los productos finales en la red de modo seguro, lo que potencia que el alumnado se familiarice con entornos digitales seguros.