Motivos

En los últimos años han tenido lugar una serie de transformaciones que han modificado el paradigma tradicional de la educación en Europa, y también en España. La nueva LOMLOE (Ley Orgánica 3/2020) es buena muestra de ello. El impulso a las vocaciones STEM, la búsqueda de la excelencia (recomendación del Informe PISA de 2015 para Navarra), los nuevos enfoques de aprendizaje, la renovación metodológica, las carencias del bachillerato ordinario (tan memorístico, como ahora reconoce la LOMLOE); constituyen necesidades urgentes detectadas por los centros participantes en esta Asociación Bi+ y que han motivado la creación de la misma.

En Navarra no existe legislación para implantar bachilleratos de esta modalidad, de investigación, como sí sucede en otras Comunidades Autónomas, caso de Murcia, Castilla y León, Galicia o Madrid. Únicamente ha habido dos antecedentes previos al Bi+, que han sido un proyecto de innovación desarrollado en el IES Ribera del Arga y el Bachillerato Internacional del IES Navarro Villoslada.

La Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, afirma en su Preámbulo que la Unión Europea y la UNESCO se han propuesto mejorar la calidad y la eficacia de los sistemas de educación y de formación. Esta ley en su artículo 2.2. señala que “los poderes públicos prestarán una atención prioritaria al conjunto de factores que favorecen la calidad de la enseñanza”, citando entre ellos a la “investigación, la experimentación y la renovación educativa”. En relación con la etapa educativa del bachillerato, explicita que “Las actividades educativas (...) favorecerán la capacidad del alumno para aprender por sí mismo, para trabajar en equipo y para aplicar los métodos de investigación apropiados” (art. 35.1.). Por último, la Disposición Adicional trigésima quinta afirma que el Ministerio de Educación y las administraciones educativas “promoverán la difusión de experiencias y el intercambio de los resultados relevantes de la investigación e innovación educativas entre redes de centros educativos y las universidades”. 

Finalmente, y relacionado con esto último, es posible establecer la vinculación de este proyecto con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda 2030 y, especialmente, con el Objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.