Informe de Diana Sánches Mustieles y Sara Soriano Giménez

Informe

En el informe, se propone esta declaración, y la correspondiente protección de las naves, por su valor histórico, por su valor arquitectónico, por su valor de conjunto, por su valor por su vinculación con el entorno y con la red hidráulica de Valencia y de la acequia de Rascaña, por su valor etnológico, y por su valor como recurso revitalizador.


El informe también destaca la existencia de un panel cerámico de 1935 dedicado a Nuestra Señora de la Cabeza y que, al ser anterior a 1940, se encuentra afectado por la disposición adicional quinta de la ley 4/1998 del patrimonio cultural valenciano. Debido a ello, el panel debería estar ya protegido y registrado en las bases de datos patrimoniales de Valencia.

En el informe de Diana y Sara se recalca el valor patrimonial encontrado en el conjunto de las naves, del que es importante destacar los siguientes elementos.


Valor histórico

"En torno a las factorías madereras del Pla de Saïdia comenzó a dibujarse un polígono industrial entre finales de 1850 y principios de los 60 […]


En el Arrabal de Sagunto se encontraban los talleres de muebles artísticos de Enrique Gomis a pocos metros de la vía férrea, los talleres Pascual fabricantes de toda clase de maquinaria nueva, el taller de calderería de cobre y hierro de Agustín Arnal, la Gallera dedicada a la construcción y reparación de maquinaria agrícola, los talleres de José Gimeno y Hermanos dedicados a la construcción de toda clase de maquinaria, principalmente para el riego y la elevación de aguas, los talleres de Eduardo Ferrol Cuñat constructor de bombas para riegos, motores a gas pobre, prensas hidráulicas y aparatos para trabajar la madera, sin olvidar el conocidísimo Molino de la Trinidad, sectores que convivían junto a la ubicación primigenia de los talleres Gens instalados en la calle Sagunto número 51.

[…] El sector textil experimentó cierto auge en el siglo XX, la hilatura se recuperó, tras sus años dorados a principios del s. XIX con la industria sedera aunque sin gran ímpetu en el cambio de siglo. En 1909 existía una importante fábrica en Almoines, la de Llombart Frères y tres en Valencia: dos de la compañía “Pelluat, Combier y Testenoire” y una de la compañía “Enrique Mifsonde”, caracterizadas por la mano de obra femenina en las instalaciones.


En la actualidad no queda rastro de estos conjuntos industriales de manera completa en la mencionada calle Sagunto, a excepción de la fábrica de hilados y tejidos Pilar Casanova en la Calle Guala, bocacalle de Sagunto a la altura del número 174."


"La fábrica de hilados, trenzados y tejidos de yute de Pilar Casanova pertenece al pasado económico y social del Barrio de San Antonio de Valencia, teniendo valor como testimonio tanto de la época de la industrialización valenciana, que refleja la cultura del trabajo, siendo testigo de una organización social y económica determinada y, por tanto, ayuda a configurar la memoria histórica de Valencia.


Valor arquitectónico

"Valor arquitectónico por el diseño de fachadas.

Se trata de una fábrica textil con un diseño de sus fachadas de estilo arquitectónico Art Deco[...]. Tiene valor arquitectónico por el diseño y composición de sus fachadas, así como por el uso de la cerámica como elemento decorativo.


Valor por singularidad en la localidad.

En Valencia hubo industria dispersas, sin un sector predominante, es por ello que en la ciudad es posible encontrar vestigios de la industrialización de diferentes sectores, y con respecto al sector textil solo quedan tres fábricas: La Batifora de 1837 (actual espacio deportivo de Patraix); La Lanera de 1917-1921 (actualmente hotel y solo se han mantenido las fachadas) y la fábrica del presente estudio de 1936. Tratándose de tres fábricas textiles de diferentes épocas constructivas, y también de diferente tipología edificatoria.

Se considera que tiene valor por su singularidad al ser la única fábrica textil que mantiene su configuración original, además de ser de una tipología edificatoria diferente de las otras fábricas, tanto de las edificaciones del conjunto como de los espacios exteriores. 


Valor constructivo y de materialidad.

[...] Es precisamente la aplicación del material cerámico con finalidad decorativa lo que le da valor constructivo y de materialidad al conjunto. También tiene valor por mantener el pavimento original exterior, realizado con losas y adoquines dispuestos en hilera a soga.


Valor por su posibilidad de reconversión a un nuevo uso.

Se trata de un conjunto industrial que cuenta con dos naves de gran tamaño, cuyo espacio originalmente sería diáfano y, por tanto, son espacios de gran versatilidad para poder acoger nuevos usos."


Valor de conjunto

"Se considera que esta antigua fábrica tiene valor de conjunto, pues conserva toda su edificación y espacios exteriores. Los edificios y espacios no están dispuestos de manera aleatoria, están ordenados para seguir adecuadamente la función industrial para la que han sido creados, por lo que ninguno de sus componentes puede ser considerado como accesorio. Además, el conjunto mantiene intactas sus características dentro de su entorno, donde se combinaba lo industrial con el ámbitos residencial."


Valor por su vinculación con el entorno y con la red hidráulica de Valencia. La acequia de Rascaña

"Se considera que la fábrica tiene valor al tratarse de un espacio con una especial situación, en el interior de una manzana residencial, dentro del Barrio de San Antonio de Valencia, siendo un conjunto de gran singularidad. Además se trata del último conjunto de la época de la industrialización que se mantiene completo dentro del barrio. 

El aprovechamiento del agua para uso industrial fue algo muy extendido, en el caso de la producción industrial textil el uso del agua era fundamental. La situación y disposición en relación con un tramo visible de la histórica acequia de Rascaña en suelo urbano le otorga cierto valor paisajístico, puesto que en la actualidad apenas se conservan tramos visibles en ámbito urbano. Este hecho además constituye un elemento explicativo para entender los procesos productivos y fabriles ligados por razones de necesidad en su funcionamiento a recursos hídricos."


Valor etnológico

"El conjunto posee valor etnológico en cuanto a que se trata de una edificación cuyo tipo arquitectónico se ajusta al modelo de industria textil Valenciana.[...]"


Valor como recurso revitalizador

"El conjunto de la Fábrica de hilados, trenzados y tejidos de yute de Pilar Casanova es un conjunto patrimonial que podría ser incorporado como un elemento activo en las estrategias de desarrollo socioeconómico del barrio de San Antonio de Valencia, pues su recuperación y reutilización ayudaría a revitalizar y reactivar la zona en la que se encuentra, pudiendo convertirse en un recurso revitalizador. Siendo de vital importancia plantear un uso adecuado y según el equipamiento que acoja puede mejorar la calidad de su entorno."

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