Paralización de la licencia del macrohotel-residencia de la Zaidía
Desde la Asociación de vecinos, estamos trabajando para paralizar la concesión de la licencia solicitada para construir y poner en marcha un macrohotel-residencia en el patio de manzana de las calles Sagunto, San Bruno, Luz Casanova y Padre Urbano, con capacidad para más de 1000 residentes y dejando menos de 2 metros de distancia entre la nueva construcción y algunas de las fincas que existen actualmente. El proyecto incluye varios edificios, algunos de 6 y 7 alturas a pesar de estar todos dentro de un patio de manzana ya consolidado.
El macrohotel-residencia tendrá 575 habitaciones en 18.500 m^2 de construcción. Las cifras de este hotel son estremecedoras, y para ilustrarlas, las podemos comparar con otros hoteles de la ciudad. El hotel más grande de Valencia es el Expo Hotel con sólo 378 habitaciones. En la Patacona, el hotel Resa tiene 442 habitaciones y 14.000 m^2, y es el más grande de los alrededores de Valencia. Y todo eso dentro de un patio de manzana.
En los siguientes enlaces se muestra el proyecto básico que se utilizó para solicitar la licencia de actividades.
Son muchos los motivos por los que este proyecto afectará de forma grave a la vida de los vecinos directamente afectados y también a la vida de todo el barrio.
La calidad de vida de los vecinos quedará mermada por el tráfico de gente y la contaminación acústica en un barrio ya saturado, pues es uno de los barrios con mayor densidad de Valencia y que no dispone de los servicios para afrontar ese flujo de personas.
El aparcamiento ya es un problema actualmente y se agravará, pues a pesar de los más de 1000 residentes, sólo se contemplan 100 plazas de aparcamiento. Además, se descontrolarán los precios de los alquileres de plazas de garaje y se producirá una gran congestión de tráfico rodado, degradando más si cabe la vida en el barrio.
El comercio tradicional irá desapareciendo, y en su lugar se podrían instalar multinacionales de comida basura, pubs y otros negocios vinculados al turismo low cost. Esta afirmación se basa en la experiencia ya constatada de la instalación de proyectos similares en otras zonas y en las consecuencias reales que ha generado.
Sabiendo que las instalaciones del barrio no se diseñaron para incluir un proyecto de estas dimensiones, ¿la red de saneamiento está preparada para el nuevo volumen de aguas fecales? Y sobre el suministro de luz y agua, ¿cómo afectará al resto del barrio esa demanda de tanta gente nueva de golpe?
La ubicación del proyecto no tiene ningún sentido. El impacto sobre el barrio sería el mismo si edifican en los descampados de Sagunto con Ruaya (turismo low cost, borracheras, cierres de comercios locales, subida de alquileres descontroladas...), pero construirlo donde está previsto además supone ruidos, falta de luz y aire a todos los vecinos que vivimos en esta zona, y una revalorización a la baja de los hogares.
Resulta extraño que se pueda permitir construcciones tan altas (6 y 7 alturas como se ha indicado antes) dentro de un patio de manzana, sabiendo que, además, hay muchas familias con viviendas que han tenido toda la vida una fachada interior despejada y, ahora, les van a hacer un muro muy cerca. Los edificios de la calle San Bruno van a perder el sol durante medio año. La orden DC-09 de la Generalitat define los espacios que deben tener los patios interiores, afirmando que en los patios se debe poder inscribir una circunferencia de 3 metros de diámetro, o incluso más si el patio tiene mucha altura. En los edificios de San Bruno 10 y 12, el hotel va a estar muy cerca de la fachada interior, a bastante menos de 3 metros de alguna de las ventanas.
Otro asunto clave es la eficiencia energética. No solo la del hotel (que también) sino la de las edificaciones ya existentes. En invierno, los edificios de San Bruno deberán gastar mucha más energía para calentar la casa, ya que no tendrán sol; y en verano, los que tengan los edificios altos cerca, perderán circulación de aire, lo que hará que se tenga que gastar más electricidad en ventilación artificial, ya sean ventiladores o aire acondicionado.
Estas son las preocupaciones principales, pero hay más. En conclusión, se trata de un proyecto que ahoga a los vecinos que ya viven en esta zona, que han invertido sus ahorros y vida en estas viviendas, y que ahora se verían terriblemente perjudicadas en todos los ámbitos (descanso, luz, calidad de vida, ruido, precio de la vivienda, suciedad…).