La experiencia comentada tuvo un gran impacto tanto a nivel de centro como a nivel individual para cada uno de los docentes que formaron parte de tal experiencia. En lo que respecta a nivel personal la experiencia vivida supuso una nueva forma de entender el proceso de enseñanza aprendizaje, proporcionándome nuevas formas metodológicas que aplicar en un futuro y enriqueciéndome del trabajo realizado por el resto de docentes. Además, despertó en mi las ganas de interesarme por la innovación en el aula y la búsqueda constante de mejoras que nos llevaran a alcanzar una educación de calidad en la que el desarrollo de la inteligencia emocional, la atención a la diversidad y la integración de las nuevas tecnologías ocupan un lugar primordial.
Haciendo referencia al profesorado que formó parte de la experiencia desarrollada, ésta supuso una mejora en las relaciones entre todos los implicados, se crearon vínculos más consistentes y desarrollaron actitudes más favorables hacia el trabajo en equipo, la nueva organización en las aulas, la nueva metodología empleada y el uso de las nuevas tecnologías.
Del mismo modo, a nivel de ciclo se potenció el trabajo cooperativo y colaborativo en el alumnado y se fomentaron hábitos de aprendizaje más eficaces, de tolerancia, de convivencia y de igualdad. Además, favoreció a una mejora de las relaciones entre el profesorado al implicarse los maestros especialistas en la elaboración del proyecto y la organización del aula. A nivel de institución, el impacto que provocó esta experiencia fue la búsqueda de cambios y mejoras en los métodos tradicionales aplicados de forma habitual en el centro. Se promovió y propuso la idea de trabajar a través de las tareas integradas en el resto de cursos y se incrementó la motivación hacia la búsqueda de una mejora educativa que implicara a todo el centro.
Finalmente cabe reseñar el compromiso de todos en esta apuesta por el crecimiento de la calidad educativa y de la equidad en la educación del alumnado. Además, aportó beneficios a rasgos generales tanto para el alumnado y profesorado como para la familia, hecho que sin lugar a dudas se vio reflejado en una mayor implicación en la educación de sus hijos, aunque como hemos señalado anteriormente aún queda un largo camino por recorrer en este sentido, puesto que el nivel de implicación de las familias era casi nulo y poco a poco se pretende que siga avanzando hacia su total implicación.
Por último, cabe señalar que conocer lo que significa “inteligencia emocional” ha hecho que el alumnado desarrollo valores como la empatía, el respeto, autoestima, confianza en sí mismo… Además, en cuanto a la sociedad en general, se pretendía que favoreciera la transmisión de valores de respeto, tolerancia, compañerismo, trabajo colaborativo, inclusión y el fomento de su interés hacia el aprendizaje, de modo que estos valores se reflejen en una sociedad más humana, educada y tolerante.