Somos una compleja forma de energía (almas transdimensionales) manejando un cuerpo orgánico, viviendo una experiencia física.
¿Por qué nos sentimos tan bien después de una práctica?
Estas son algunas de las razones:
• El cuerpo se hace más fuerte.
• Se adquiere mayor flexibilidad.
• Los movimientos son más ágiles.
• Aumenta la capacidad respiratoria.
• El sistema digestivo funciona mejor.
• Se activa el sistema circulatorio.
• El estado de ánimo mejora.
• La mente está más calmada y centrada.
Sin darte cuenta la práctica te estimula para hacer pequeños cambios de hábitos en dirección a una vida más saludable.
Aunque no todos estos beneficios se reflejan en tu primer día de clase con la práctica regular se pueden conseguir una mejora general que hasta podría cambiar tu vida (¡a mucha gente nos ha pasado!).