La Educación especial es un servicio de apoyo a la educación general que estudia de manera global los procesos de enseñanza-aprendizaje. Mi énfasis en la Educación especial es Reto Intelectual, así que no tengo una materia en específico, porque se trabaja con todas. En otras palabras, es ser un recurso adicional para los niños que están en el programa de Educación especial y para aquellos que, aunque no están registrado necesitan más apoyo que otros. Es importante que, en este énfasis, se conozca a los estudiantes, desde sus gustos e intereses, hasta la manera de aprender, porque con la información que se recopile, se integran las estrategias más efectivas con el propósito de que el niño logre desarrollarse en esa materia que necesita refuerzo. Se hace pertinente para todos, dependiendo de sus áreas de dificultad. La Educación especial se enseña, buscando materiales y otros recursos aparte, que puedan complementar la enseñanza del niño. Todas las materias se integran, porque se trabaja con las dificultades que presente en alguna de ellas y en ocasiones pueden ser todas.
Por otro lado, más que en las demás materias, la Educación especial está llena de mucha diversidad, aunque la educación en general engloba a todos los estudiantes. Existen 13 categorías de la Educación especial; estas son: Autismo, discapacidad intelectual (antes retraso mental), problemas específicos de aprendizaje, problemas de habla y lenguaje, trastornos emocionales (y de conducta), impedimentos visuales, impedimentos auditivos, impedimentos múltiples, impedimentos ortopédicos, sordera, sordo-ciego, otros problemas de salud y lesión cerebral traumática. Debido a toda la diversidad que esta involucrada, este tipo de educación es mucho más individualizada con el propósito de poder atender todas las necesidades. Se pueden implantar muchas estrategias, por ejemplo, la colaboración entre alumnos, donde unos se beneficien de otros. Por último, la diversidad se atiende adaptando el currículo, apoyos y refuerzos.
Finalmente, muchos de estos niños aprenden mejor cuando se integra el juego, así que se puede adaptar la información a una manera más dinámica. Los recursos que se utilicen deberían ser modernos e innovadores al igual que las estrategias y los materiales. Un ejemplo de roles activos puede ser en la Clase de Español o inglés, con algún cuento que se lea y luego se les asigne un papel a cada uno para que imiten su parte. Por último, no importa la clase que se esté trabajando, hay que realizarla con un ambiente motivador, en el que el estudiante se entusiasme por aprender y realizar los trabajos. Muchas veces se necesita trabajar la motivación con unos más que otros. Al final de todo, la prioridad es que el niño tenga un aprendizaje significativo.