ANECDOTARIO

Diagnosticarte, arte y educación

Mtra. Evelin Flores Rueda

Directora del Museo UPAEP, Puebla, México

Desde hace más de dos décadas he tenido la fortuna de estar inmersa en el mundo de los museos y ver muchas vidas transformadas a través del arte, esa mágica herramienta que ha sido parte innata de la humanidad, como lo demuestran las pinturas rupestres que datan de más de 40,000 años y la gran producción artística que en pleno siglo XXI sigue creándose.

Recuerdo que a finales del 2011, llegó a mi oficina Iván Murrieta Álvarez, un joven estudiante de medicina, quien tenía la inquietud de proponer que en el Museo UPAEP se impartiera un taller de observación de obras de arte para estudiantes de su área. Me mostró un interesante artículo, publicado en el año 2008 por el Journal of General Internal Medicine, el cual hablaba de un estudio realizado por la Universidad de Harvard a un grupo de estudiantes de la Escuela de Medicina, a quienes se había impartido un curso de observación de obras de arte en el Museo de Bellas Artes, con la intensión de mostrar si era posible mejorar las habilidades de diagnóstico médico. Dicho estudio mostró que al finalizar la clase los alumnos desarrollaban en promedio hasta un 38% su capacidad de observación precisa: “cuando se les mostraban obras de arte y fotos de los pacientes, los estudiantes eran más propensos a notar características como asimetría pupilar, entre otras, comparados con las observaciones de un grupo control de estudiantes que no tomaron esa clase” (Díaz, 2016).


La propuesta no sólo me resultó interesante sino también una forma de establecer un vínculo con la academia, que hasta ese momento no existía. Favorecer la destreza clínica de un médico seguramente requiere de años de trabajo frente a sus pacientes, el poder desarrollarlo como estudiante a través de la observación de obras de arte añadía valor a la iniciativa, además del conocimiento, aprendizaje y experiencia estética.

El estudio llevado a cabo por la Universidad de Harvard, fue inspirador, por lo que sin mayor preámbulo que el tiempo que nos tomó diseñar y organizar el proyecto que denominamos Diagnosticarte, tus sentidos en el arte, en abril del año 2012, iniciamos las primeras clases a través de la asignatura: Clínica Propedéutica, con un grupo de estudiantes de la Escuela de Medicina de la UPAEP. Tras un par de años implementado como proyecto piloto pasó a ser un programa impartido en diversas asignaturas de la Escuela de Medicina, convirtiéndose para el 2019 en la materia: “El Arte en el desarrollo de habilidades humanas”, siempre a cargo del Museo UPAEP.

Desde su creación como proyecto se integraron clases de observación, análisis e interpretación de obras plásticas; sesiones de música para la sensibilidad y agudeza auditiva, importante para un buen diagnóstico médico; clases de escultura, para favorecer en el estudiante la motricidad fina, la habilidad para manipular objetos, así como la coordinación de los movimientos; se incluyeron también sesiones de teatro, para el reconocimiento del cuerpo humano, la capacidad expresiva y comunicación asertiva, fundamental en estos tiempos donde la tecnología ha logrado permear la interacción social. Mediante estas disciplinas artísticas, se ha trabajado algunos temas como el comportamiento ético, responsabilidad social y empatía, con la finalidad de fortalecer en los alumnos el sentido humanista de la medicina.

La realización de evaluaciones al inicio y al término de cada periodo escolar, mediante test y focus group, aplicados a los estudiantes, nos ha permitido conocer su percepción y saber si se está cumpliendo el objetivo de potenciar en ellos, sus sentidos y habilidades visuales, auditivas y kinestésicas para la observación, diagnóstico y comunicación con sus pacientes.

He de mencionar que si bien, Diagnosticarte se convirtió en una materia para la Escuela de Medicina, los resultados obtenidos con este programa han generado interés en otras áreas de la salud de la propia universidad, e iniciado su aplicación.

La experiencia obtenida a lo largo de estos años, tanto con estudiantes de Medicina, como mediante los programas sociales que tiene el Museo con adultos mayores y jóvenes con discapacidad, entre otros, me permite afirmar que el arte es la herramienta más sublime que ha creado el hombre no sólo como medio de expresión y comunicación, sino de desarrollo y transformación intelectual, emocional y espiritual. La presencia formal de las artes en la educación es fundamental y debiera ser parte de los contenidos curriculares de las instituciones educativas desde el nivel básico hasta universitario, para favorecer el desarrollo de todas las capacidades del ser humano.

Responsable de sección Mtra. Gabriela Ramírez Narváez