La germinación de Echinocactus platyacanthus, comúnmente conocida como biznaga, se llevó a cabo en el laboratorio de biotecnología de nuestra institución, en un entorno controlado que permite replicar las condiciones necesarias para su desarrollo. Este espacio está equipado con campanas de flujo laminar, medios de cultivo estériles y áreas de trabajo diseñadas para garantizar la asepsia durante el procedimiento. La elección de este laboratorio nos proporciona la infraestructura adecuada para el manejo de semillas y la observación de su crecimiento bajo diversas condiciones experimentales, evaluando parámetros que incluyen la tasa de germinación y la incidencia de contaminantes, como hongos. Este protocolo es parte de un esfuerzo por comprender mejor los factores que influyen en la germinación de especies endémicas y de interés ecológico como la biznaga.
¿Cómo hacer un cultivo in vitro?
Laboratorio
Primero, se pesaron 6.768 g de azúcar y 0.99 g de un polvo especial llamado medio MS, que sirve para nutrir las plantas. Estos ingredientes se colocaron en un matraz junto con 225 ml de agua destilada. Luego, la mezcla se calentó mientras se agitaba para que se disolviera completamente, evitando que llegara a hervir. Una vez lista la solución, se ajustó su acidez (pH) a 5.69 y se añadieron 0.6722 g de un gel llamado phytagel, que ayuda a solidificar el medio. La mezcla se agitó nuevamente para asegurar su correcta disolución. Posteriormente, se añadieron hormonas vegetales: 225 ml de cinetina y 12.5 ml de auxina (NAA), que promueven el crecimiento de las semillas. Todo el medio fue esterilizado en una autoclave durante 20 minutos y, finalmente, se vertió en placas de Petri, donde se solidificó en forma de gel.
Para preparar las semillas, 24 horas antes se les aplicó un tratamiento para romper su dormancia, es decir, se las preparó para que pudieran germinar. Las semillas se sumergieron en agua y se guardaron en un refrigerador a 4°C. Después, se lavaron tanto las semillas tratadas (las refrigeradas) como las no tratadas. El primer paso fue lavarlas con agua y jabón durante 3 minutos, seguido de un lavado con alcohol (etanol al 70%) durante 3 minutos, y luego se enjuagaron con agua estéril. Después, se sumergieron en una solución de hipoclorito de sodio al 2% durante 10 minutos, y finalmente, en agua oxigenada al 3% por 2 minutos. Posteriormente, las semillas se dejaron secar en una caja de Petri.
Finalmente, se sembraron 6 semillas en cada placa de Petri, colocándolas sobre el gel. Las placas se dividieron en dos grupos: uno se expuso a condiciones de luz, mientras que el otro se mantuvo en oscuridad.
Diseño experimental
¿Cómo hacer un cultivo en un invernadero?
Para sembrar las semillas de biznaga y sotol en el invernadero, primero se rompió la dormancia de las semillas, es decir, se las preparó para que pudieran germinar. El proceso consistió en sumergirlas en agua caliente a 60°C durante 10 minutos, y luego en agua fría durante 3 minutos. Se preparó el sustrato mezclando 80% de tierra y 20% de perlita, un material que facilita el drenaje de las raíces. Después, se secaron las semillas con papel y se sembraron de dos maneras: algunas se colocaron en la superficie del suelo, y el resto se sembró a 2 cm de profundidad.
Escuela Primaria Federal Tarahumara, Chihuahua, Chihuahua
Se llevó a cabo una clase en la Escuela Primaria Federal Tarahumara para enseñar a los niños conceptos básicos sobre las plantas, sus partes y funciones. Se les explicó la importancia de las plantas y cómo algunas están en peligro de extinción, lo que afecta el entorno natural. Además, se realizaron actividades prácticas como la siembra de semillas para crear un pequeño invernadero en casa, fomentando el aprendizaje sobre el cultivo y la conservación ambiental. Estas iniciativas buscan sensibilizar a las nuevas generaciones sobre el cuidado del medio ambiente y la preservación de especies nativas.
Fotos del día ☺️