"Los puertorriqueños nos merecemos líderes que inspiren confianza, que nos hagan sentir orgullo porque nos representan, que de una vez y por todas sintamos que podemos “mirar hacia arriba” con orgullo y alegría." 

Al igual que un automóvil no puede avanzar sin sus cuatro neumáticos, ninguna relación puede progresar sin confianza. Cuando se confía, se puede actuar con seguridad de acuerdo con los valores más elevados y es más probable que se ofrezca la mejor versión de uno mismo, la más generosa. Esto es cierto tanto en el ámbito familiar y de pareja como en el laboral, donde muchas empresas invierten recursos y tiempo en desarrollar la confianza entre los miembros de su organización.