La mujer en la medicina:
la experiencia de una órtopeda
Jan Alexander Negrón
Jan Alexander Negrón
El papel de la mujer en el campo de la medicina tiene una larga y compleja historia. En muchas culturas, las mujeres eran curanderas y cuidadoras, pero sus contribuciones a menudo eran ignoradas o descartadas por los establecimientos médicos dominados por hombres. Durante los siglos XIX y XX, las mujeres comenzaron a dar pasos significativos en la profesión médica, con el establecimiento de escuelas de medicina que admitieron mujeres y las primeras médicas y cirujanas en muchos países. Por ejemplo, Elizabeth Blackwell se convirtió en la primera mujer en recibir un título de médico en los Estados Unidos en 1849. Sin embargo, a pesar de estos avances, las mujeres continuaron enfrentando discriminación y barreras en la profesión médica, incluidas oportunidades limitadas de ascenso y salarios desiguales. No fue sino hasta la segunda mitad del siglo 20 que se lograró avances significativos encaminados a alcanzar la igualdad de género en la medicina. Un hecho significativo es el aumento del ingreso de mujeres en las escuelas de medicina y un mayor número de mujeres en posiciones de liderazgo.
Como tarea de la clase de Periodismo, Jan entrevistó a su mamá, la Dra. Ingrid Negrón Valentín. Desde pequeña, quería ayudar a la gente con problemas de salud. Quería seguir el ejemplo de su padre quien fue uno de los primeros en dedicarse a la venta de equipos ortopédicos en Puerto Rico.
Desde los cinco años supo que estudiaría ortopedia. Comenzó su formación en la Universidad de Puerto Rico y se especializó en la Clínica Mayo. Sus años de estudio en el extranjero le ofrecieron la oportunidad de conocer gente de diversas culturas, además de obtener una educación de primera calidad en su campo.
La doctora Negrón Valentín valora mucho su experiencia de estudio en la Clínica Mayo y, hasta el día de hoy, cultiva buenos amigos de distintas nacionalidades y creencias, ligados por un mismo objetivo: el deseo de hacer el bien al prójimo por medio de su profesión. Son todos ellos, héroes de la medicina moderna; seres humanos que han dedicado su vida y su inteligencia a un objetivo que les lleva a trascender, a ir más allá de su vida y su grupo íntimo. La Dra. Negrón Valentín ha tocado las vidas de muchas personas.
El día en que le sugerí a Jan que entrevistara a su mamá, varios estudiantes apoyaron la idea, porque quienes han sido sus pacientes la admiran y valoran su trabajo, sobre todo, reconocen su calidad humana.
Entre los objetivos de la entrevista, deseamos destacar las dificultades que han enfrentado mujeres exitosas en su profesión. He aquí lo que dijo la doctora Negrón sobre su experiencia.
Prof. Sandra Acevedo
¿Cuál es la mayor dificultad que has enfrentado en tu profesión?
“En la escuela de medicina, no puedo decir que haya enfrentado discrimen. Siempre me destaqué en mis estudios sin mucha dificultad en lo académico. No obstante, al momento que comencé mi especialidad, tuve que trabajar más duro que mis compañeros para alcanzar mis metas. Nunca me detuve ante las dificultades y regresé a Puerto Rico para dedicarme a hacer mi trabajo de la mejor manera posible, priorizando siempre el bienestar de mis pacientes.”
¿Qué es lo más que te gusta de ser doctora?
Mi mayor satisfacción es que puedo hacer una diferencia en la vida de mis pacientes; puedo impactar la vida de las personas de manera positiva. Si volviera a nacer, volvería a estduiar ortopedia. No tengo nada de qué arrepentirme. Amo mi trabajo y estoy muy satisfecha con la labor que realizo y con mi vida.
¿Cuál ha sido la cirugía más difícil que has hecho?
Todas las cirugías son diferentes. Cada paciente y cada anatomía es diferente, por lo tanto, no hay cirugía difícil; hay que estar preparada para todas y siempre lo estoy.
¿Qué nos aconsejas para proteger nuestros huesos?
Estiramientos, buena alimentación y evitar situaciones y actividades que te puedan poner en riesgo. Por ejemplo, el cinturón de seguridad siempre; no conducirvsi estás ebrio y mantener un estilo de vida saludable y, si aun así se presenta algún problema, visita a tu ortopeda con regularidad.