Río Piedras en la historia

Paula Padró y Prof. Sandra Acevedo

Nota de la editora: Mi colaboración en este reportaje tiene el objetivo de homenajear a quien fuera mi profesora de Francés en la Universidad de Puerto Rico: Ruth Hernández. La Prof. Hernández dedicó su vida a la defensa de Río Piedras como espacio urbano donde habitan puertorriqueños más allla de las fronteras de la UPR. Es con suma tristeza que le dedico a Ruth este recorrido por su amada ciudad. Una ciudad que, lamentablemente, sufre la ruina de sucesivas negligencias administrativas.

La excursión a Río Piedras de la clase 2024 el lunes, 31 de octubre fue como visitar un museo al aire libre. Caminamos por el Paseo de Diego donde contemplamos muarales en las paredes de los edificios abandonados. Edificios que en el siglo XX fueron importantes tiendas y hospedajes que acogieron a miles y miles de estudiantes de todas partes de la isla. Vale la pena que lean los reportajes de Valeria Larrache y Ricardo Ramos. Ambos explican bien lo que nuestros ojos contemplaron. No obstante, nos parece muy importante hablar de la historia y el trasfondo de la antigua ciudad de Río Piedras. Con nostalgia y un dejo de tristeza, nuestras maestras nos contaron sus vivencias en la que antes fuera una ciudad universitaria y comercial importante en el área metropolitana.

Durante la década de 1960 hasta los principios de 1980, Río Piedras era considerada una ciudad próspera. Era un centro educativo, un punto de trasbordo entre San Juan y los pueblos de la Isla. Disfrutaba de un comercio activo y variado que respondía tanto a las necesidades de la población estudiantil como a los residentes de las áreas urbanas y los barrios de lo que antes fuera una ciudad independiente de San Juan.

La década del 1990 fue el comienzo del fin de la prosperidad de Río Piedras; diversos acontecimientos contribuyeron a su ruina. Entre los detonantes de la crisis sobresalen: la explosión ocurrida en la tienda Humberto Vidal en 1996, un fuego en la Plaza del Mercado ocurrido al siguiente año y la construcción del tren urbano.

Para construir la vía del tren y las dos estaciones de Río Piedras, se hizo una profunda excavación que comienza en la entrada del pueblo desde la carretera # 1 y termina en la intersección de las avenidas Ponce de León y Piñero. La construcción del tren tomo casi cuatro años durante los cuales el comercio riopedrense fue cerrando poco a poco hasta que la avenida Ponce de León y el Paseo de Diego quedaron abandonados.

También hay factores externos que contribuyeron al cambio. Según María Isabel Vicente, ex presidenta de la Asociación de Comerciantes de Río Piedras, la situación de este sector empezó a decaer durante la década de los 90, cuando las tiendas abandonan los centros urbanos para concentrarse en los grandes centros comerciales que van inundando la periferia de los cascos urbanos. La llegada de las megatiendas contribuyó a la ruina de los pequeños comerciantes. ” (Rúa de Mauret, Milton “Río Piedras: Antes, Después y Ahora”. El Adoquín Times, 10 julio 2018.)

Sin embargo, Río Piedras se resiste a morir. Los comerciantes han hecho distintas propuestas para la reacctivacion del comercio que han quedado en el olvido. Por su parte, el Centro Cultural Ruth Hernández logró reconocimiento y ayuda gubernamental para desarrollar programas comunitarios encaminados a atender las necesidades de los habitantes permanentes del sector y de los deambulantes que han ocupado los espacios vacíos. Entre las actividades que se han realizado recientemente destaca el "Sábado de Mercado" . La Casa de Cultura Ruth tambiéñ organiza foros sobre temas de interés para la comunidad. Lamentablemente, no logramos entrevistar a ninguna persona relacionada con este importante proyecto.

Por su parte el Municipio de San Juan inició en enero de 2022 el proyecto Paseo de las Artes en el antiguo Paseo de Diego. Con una aportación económica de $60,000.00, el proyecto ha comenzado con la limpieza y el establecimiento del museo al aire libre que la clase de 2024 visitó el pasado 31 e octubre.

Agradecemos a la Prof. Beatriz Ramírez Betances, organizadora de la excursión que ha servido de motivación para escribir este reportaje histórico.