El dialecto andaluz tiene, entre otras, las siguientes peculiaridades:
Yeísmo: Consiste en la pronunciación de "ll" como "y": /aniyo/ por /anillo/.
Relajación y pérdida de -d- intervocálica: /sentao/ por /sentado/.
Seseo en unas zonas y ceceo en otras. Es decir pronunciación de la "c" ("z") como "s": /sapato/ por /zapato/. O viceversa: /aciento/ por /asiento/
Aspiración de la "j" (o "g"): /empuhón/ por /empujón/.
Aspiración y/o pérdida de la -s en posición final de sílaba: /mih amigo/ por /mis amigos/.
Relajación y pérdida de determinadas consonantes finales: /papé/ por /papel/, /verdá/ por /verdad/.
Abertura de vocales, especialmente la /e/: /loh papele/ por /los papeles/.