La Visión de la Utopía

MAHABODHI SUNYATA

大菩提 太虚 Da pu-ti Tài-xū

EL CORAZÓN SECRETO DEL BOSQUE DE CHAN

猛醒

¡DESPIERTA, AMIGO! ¿ES POSIBLE LA NUEVA UTOPÍA?

Sin las ideas de Utopía y sin la fuerza para hacer realidad lo aparentemente imposible, la esencia y la increíble belleza de la mente pura en libertad del ser humano pueden verse aniquiladas rápidamente y para siempre.

ME ASOMÉ AL FUTURO

Hace mucho tiempo, cuando tenía catorce años, encontré un poema de Lord Tennyson en una enciclopedia infantil.

Parecía sugerente, y el futuro estaba reluciente de esperanza.

El texto rezaba así:

For I dipped into the future, far as the human eye could see.

Saw a vision of the world and the wonders that would be.

Saw the heavens filled with commerce, argosies of magic sails.

Pilots of the purple twilight dropping down with costly bales.

Pues me asomé al futuro, tan lejos cuanto puede ver el ojo humano.

Vi una imagen del mundo y de las maravillas por venir.

Vi los cielos llenos de comercio, barcos mercantes de velas mágicas.

Pilotos de la penumbra morada cargados de costosos fardos.

Lo que parecía bueno en 1948 está a mucha distancia de lo que hoy parece una imagen reluciente del futuro.

Los cielos están llenos de comercio, y los mares y las autopistas rebosan con el tráfico de productos seductores. Las vías de cemento son tan frecuentes desde luego en el mundo llamado civilizado que la naturaleza ha retrocedido y apenas vemos lugares donde la mano del hombre no la esté destruyendo.

Si Tennyson pudiera asomarse al futuro hoy, tan lejos cuanto puede ver el ojo humano, ¿qué es lo que vería? Los costosos fardos tapan el paisaje y los dueños de esos barcos mercantes de velas mágicas están destruyendo el planeta. Se llama globalización. Pero por muy llenos que estemos de confusión y codicia, no combatimos esa globalización -que incluye la globalización del pensamiento- sino que buscamos algún apaño sobre los límites tolerables de la globalización.

Una vergüenza. Desde luego que sí.

¿Quién contempla el futuro con una mirada optimista?

¿Tú, amigo mío?

¿Está tan nublado el futuro por la ignorancia que no nos atrevemos a proyectar esperanza?

Será una lección interesante ver las ideas utópicas del pasado y ver adónde llevaron. Será interesante hacernos la pregunta: ¿es posible la Utopía o algo que se le aproxime?

Esperamos que contestes que Sí. Puedes ser parte del futuro optimista o desempeñar tu papel en la destrucción. No hay camino intermedio. No hay componendas que valgan.

No se puede estar medio embarazado.

Shan-jiàn Da-shi

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EL SUEÑO

Don Quijote tenía su sueño, su utopía, que era la conquista del mal. Con él iba Sancho, el realista sin sueños. ¿Acaso fue Don Quijote un fracasado? No, porque vivió su sueño. Fue Sancho, leal y de mente clara, el que resultó un fracaso.

El éxito en el sueño no es importante. La realización de la utopía no es importante. Lo que es importante es que tengas un sueño y sigas en un camino para su realización. Porque si tu sueño es noble, tu vida se enriquece y eso genera nobleza en ti.

Si una sociedad no tiene un sueño, esa sociedad es un fracaso. Nuestra sociedad sí tiene un sueño, pero ese sueño es de Codicia. El sueño no es noble y no genera nobleza en nosotros.

El sueño de Don Quijote no era realizable porque no había relación entre su visión del mundo y la realidad, pero dentro de su cerebro era noble, con acciones nobles. Nosotros tenemos que contrastarlo con la realidad, y eso no es un problema, porque es un sueño colectivo, no individual.

Pero un verdadero sueño o Utopía requiere más.

Un líder de los indios Sioux Oglala de Norteamérica dijoz. “Cuando no hay visión, el pueblo muere”. Pero sería mejor decir que "Cuando no hay una visión que incluya a los Niños del pueblo, el pueblo muere."

Sí, los niños son clave en la realización de una Utopía.

Adán y Eva, sin niños, no tenían una visión y quizá parezca que no necesitaron un sueño o una utopía mientras vivieron en el Jardín del Edén.

En el mito, las palabras de Dios interrumpieron su estado. Su orden fue "Sed fértiles y reproducíos." Y ahora nosotros, que somos los herederos de un Edén fracasado, necesitamos una visión.

Pero en el fracaso de Adán y Eva había una frase interesante.

Dios no dijo "Reproducíos", dijo "Sed fértiles y reproducíos".

¿Qué significa "ser fértil"? Es "dar fruto en la vida propia" y luego reproducirse. Sin "dar fruto," la reproducción no tiene sentido y es un desastre. Entonces el fruto de esta fertilidad se pasa a los niños de los padres...

Adan y Eva fracasaron porque generaron codicia, no el fruto de su mente natural, que era la compasión, la alegría, el afecto benevolente, la ecuanimidad, la curiosidad, la creatividad y el humor. Su sueño, su utopía -si lo hubieran hecho bien- habría sido la visión del futuro de sus herederos.

Esa fue su Utopía Perdida. Así pues, la realización de una utopía requiere un sueño colectivo con ideales que sea noble y pueda transmitirse a los niños.

Pero la leyenda de Adán y Eva en el Edén con compasión, alegría, afecto benevolente, ecuanimidad, curiosidad, creatividad y humor, es útil. Hay una promesa de salvación, porque hay una imagen de la perfección potencial... el Edén. El hecho de que alguien reviva las utopías ya abre una puerta a la esperanza para todos, porque indican el camino de vuelta a casa.

La utopía verdadera es el intento de restablecernos en una nueva Tierra Pura (el Jardín del Edén). Es un intento de dar fruto aquí y ahora y transmitir este fruto a los niños aquí y ahora.

El cantautor Freddie Mercury cantaba un canción fantástica, "Lo Quiero Todo y Lo Quiero Ahora." Su canción era un canto de liberación gay, pero si nosotros queremos la Liberación completa y natural, también debemos cantar con referencia a nuestra naturaleza perdida, "Lo Queremos Todo y Lo Queremos Ahora".

Pero si queremos cambiar el mundo externo, debemos pasar por una profunda transformación interna. ¿Es posible cambiar la mente humana? No sólo es posible, es necesario. Y, por defecto, este cambio debe comenzar por los niños.

Nuestra cultura actual promueve el progreso del individuo sobre el grupo y fomenta la tendencia a sentirse mejor que los demás. ¡Qué desastre!

Nuestros estilos de vida se orientan a la acumulación y el consumo de bienes por encima de nuestras necesidades básicas de comodidad, seguridad y pertenencia. ¡Qué desastre!

Más allá de eso, hay una igualdad humana básica que compartimos por el hecho de que todos nacemos y morimos, y todos buscamos la felicidad, la felicidad falsa. ¡Qué desastre!

La igualdad no es lo mismo que el igualitarismo, pero sí pasa por la búsqueda de una idea no egoísta de dignidad básica para todos.

Dentro del ser humano hay un potencial para la vida correcta y natural que puede ser despertado y liberado de la prisión en que ha sido encerrada por las enseñanzas de una sociedad enferma.

El Enemigo Interno

El mayor enemigo de la Tierra Pura es el egoísmo, en forma de ignorancia, codicia y violencia, de deseos ilógicos de comodidad, bienes materiales y poder, que promueven injusticias y atropellos, indiferencia y desunión.

¿Dónde hay justicia, preocupación y unidad hoy? Los seres humanos nos dividimos y separamos según nuestras clases sociales, razas, nacionalidades, creencias. La violencia y la falta generalizada de respeto por la vida ponen de relieve, más allá de las erupciones espectaculares que llegan a los medios de comuncación, la profunda enfermedad colectiva que afecta a la humanidad.

El mundo externo es un reflejo del interno, y lo que vemos fuera es una proyección del estado colectivo de nuestras mentes manchadas por el egoísmo. Las atrocidades que cometemos unos contra otros en momentos de conflagración, la injusticia sostenida que alimenta ese tipo de estallidos, la indiferencia ante la catastrófica situación humanitaria que viven los países pobres, la explotación de los animales, la destrucción de los recursos naturales, la alteración de los ecosistemas, el envenenamiento de las reservas del planeta... todo tiene una misma raíz, y esa raíz está dentro de la mente humana que ha perdido su conexión natural con su entorno.

Un sueño del futuro no es una verdadera Utopía.

Un sueño de otra vida mejor después esta vida no es una verdadera Utopía.

Sólo un concepto que incluya la manera de realizar esta Utopía por vía de los Niños es una verdadera Utopía.

Es una visión del potencial del ser humano para vivir en armonía y equilibrio con todo su entorno –lo cual incluye a los demás hombres y mujeres, los animales, las plantas y los entes inanimados del mundo natural. Es un vislumbre de la unidad fundamental de todo. Pero es una Utopía que genera un puesto central para los Niños del mundo.

Es una visión con el impulso para hacer los cambios necesarios. Y este cambio comienza por los Niños.

Presentamos aquí la visión del sociólogo Karl Mannheim:

“Los representantes de un orden determinado pondrán la etiqueta de utopía a todas las concepciones de la existencia que, según su punto de vista, no puedan en principio ser realizadas nunca... Consideramos utópicas todas aquellas ideas que, transcendiendo la realidad (por lo cual no solamente son proyecciones de deseos), han ejercido en algún momento un efecto transformador sobre la realidad histórico-social...

¿Dónde podría, en efecto, originarse lo nuevo, si no fuera en la conciencia del individuo, en una nueva conciencia carismática capaz de derribar las barreras del presente estado de las cosas?”