6 - Querido "Tano" Terzano 

Por Carlos Corbelle. Promoción 63. Julio de 2013

Querido “Tano” Guido B. Terzano

Te voy a tutear, aunque parezca un dislate que alguien que estuvo sometido a tu “rígida disciplina”, se tome una licencia no concedida. Sucede que, vale aclarar,  tuve la suerte de trabajar  contigo como preceptor durante los dos años que siguieron al egreso del colegio. En ese lapso pude conocer la matriz de tu personalidad y la ausencia, casi plena, de la primigenia severidad que parecía surgir de tu figura.

Esta miscelánea que no puedo dejar de hacerla desde mi visión personal, debería quedar plasmada a través de los recuerdos que cientos de alumnos deben tener acerca de nuestro Jefe de preceptores.

Pero en esa evocación, por ahora tomada a mi cargo, resulta que tu apariencia de severa se nos comenzaba a diluir en ocasión de tomar, bajo tu responsabilidad, la organización de los torneos internos en el  C.E.F.

Verte llegar por Republiquetas desde Libertador, enfundado en un rompevientos azul y portando bajo el brazo la de cuero, posibilitaba iniciar la descontracturización -para un pibe de 1er.año- de la seria imagen que construías a lo largo de la semana escolar.

Claro que a la par te tuvimos como profesor de Música y aquí sí ibas perdiendo el perfil, pues nada condecía entre aquélla representación y el maestro que nos enseñaba la teoría del solfeo y nos acercaba algún dato de Mozart y Beethoven.

Pero al otro día podías irrumpir en el medio del patio del colegio en ocasión de alguna pueblada estudiantil, que adquiría cierta continuidad cuando el almanaque señalaba el fin del año lectivo. En tales ocasiones, la sola presencia de tu figura casi sin manifestar palabra alguna, pero con la pétrea mirada en búsqueda de “culpables” de la insurrección, servía de eficaz medida disuasiva del ingenuo escándalo consumado.

Más tarde, a cuantos habrás acogido como preceptores, de modo tal que pudiéramos ganarnos unos pesos para atender a nuestros estudios. Pero por encima de esa necesidad, adquiría mayor valor tu abierta disposición para brindarnos permisos en ocasión de los exámenes universitarios.

….Y así te fuiste yendo del colegio.

En este nuevo Octubre de 2013, como muchas otras veces, te invitaremos a concurrir al encuentro anual de quienes fuimos tus alumnos, pero una u otra razón te llevarán a que no te contemos entre nosotros.

¡Que extraña paradoja es que quien presencialmente estaba en cualquier rincón del colegio, se encuentre ausente en esa oportunidad!. Pero más paradójico es que las preguntas que nos realicen acerca de tu persona sigan elaborando el cuasi mito relativo a ella.

No obstante te esperamos. Hasta que decidas venir. Pero cuando lo concretes, deberás tomar resguardo del afecto acumulado a raudales y de los abrazos que, abonados en varios años de  ausencia, se viertan sobre tu cuerpo de hombre definitivamente bueno.

Carlos A. Corbelle.

F.B. 63