A pesar de los constantes llamados a las autoridades estatales para atender las necesidades de los chimalhuacanos y mejorar su calidad de vida, el gobierno estatal mantiene una postura de indiferencia y cerrazón, limitando programas sociales como el Salario Rosa, afectando a más de 10,000 chimalhuacanas que permanecen desde hace más de un año en espera de este apoyo