La Niña del Rayo
Esta pequeña niña, de alrededor de seis años de edad, fue hallada en posición sentada, con las piernas flexionadas y la cabeza erguida mirando hacia el suroeste. Las ofrendas que la acompañaan consisten en miniaturas como estatuillas de oro, plata y concha marina (mullu), cerámica, alimentos y piezas textiles.
La Doncella
Tenía cerca de quince años al momento de la ofrenda. En su rostro aún conserva restos de pigmento rojo, y en su boca pequeños fragmentos de hoja de coca. Posiblemente haya sido una Virgen del Sol o Aclla, educada en las casas de las escogidas (Aclla Huasi), un lugar de privilegio para determinadas mujeres en el tiempo de los Incas.
El Niño
De aproximadamente siete años de edad, se hallaba sentado sobre una túnica (unku) de color gris y su rostro dirigido hacia el sol naciente. Como todos los varones de la elite incaica, tiene el cabello corto y un adorno de plumas blancas sostenido por una cuerda de lana (honda) enrollada alrededor de su cabeza. Entre su ajuar se encontraba una caravana de llamas en miniatura, conducida por hombres finamente vestidos.
Textos transcriptos de la "Guía del Museo"
“Los niños del Llullaillaco vinieron a despertar la conciencia dormida de nuestros pueblos”
Palabras de Darío Barbosa, miembro de la comunidad Diaguita Calchaquí quien, en una reunión llevada a cabo en las oficinas de la Dirección General de Patrimonio Cultural de Salta, un año después del hallazgo arqueológico. (http://culturademontania.com.ar/Arqueologia/ARQ_ninos_llullaillaco_salta_072011.htm)
MAAM - Museo de Arqueología de Alta Montaña - Salta, Argentina
El Museo de Arqueología de Alta Montaña (MAAM) nace de la voluntad del Estado Provincial por resguardar, estudiar y difundir el hallazgo conocido como los "Niños del Llullaillaco", el que es sin duda alguna, uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de las últimas décadas.
Estos tres niños fueron hallados en marzo de 1999, conservados por el frío, en la cumbre del volcán Llullaillaco, a 6700 metros de altura sobre el nivel del mar, junto a más de ciento cincuenta objetos que componían su ajuar funerario: un particular mundo en miniatura que los acompañó en su viaje al más allá.
Las investigaciones realizadas permitieron saber que vivieron hace más de 500 años, durante el apogeo del Estado Inca, poco antes de la llegada de los españoles.
El Museo presenta de manera didáctica, y al mismo tiempo desde una visión científica, este maravilloso hallazgo que permite ver y comprender una cultura que aún hoy permanece viva en gran parte de la América andina.
Independiente de las modernas tecnologías y de los innovadores métodos museográficos, se ha creado un ámbito con respeto y con sentimiento, dando lugar a un Museo educativo, científico y profundamente humano.
Los Niños del Llullaillaco
Fueron ofrendados a 6.700 mts., en la cumbre del legendario volcán Llullaillaco. Sus tumbas, las más altas en todo el Tawantinsuyu y posiblemente en el mundo, guardaron durante cinco siglos los secretos de un importante ritual.
Hoy, gracias a las investigaciones arqueológicas, podemos conocer más sobre la forma de vida de nuestros antepasados.
Estos niños, que hace varios siglos cedieron su tierna vida a un propósito divino en el lugar más cercano al Sol, hoy nos transmiten la sabiduría milenaria de los pueblos que habitaron en el mundo andino.
Las características únicas del hallazgo y el estado de conservación de los cuerpos, obligan a un cuidadoso y respetuoso tratamiento.
No son simples objetos que se exponen en una vitrina. Son seres humanos cuya exhibición puede generar diferentes tipos de reacciones y sentimientos.
Por ello el visitante puede elegir si desea o no observar los cuerpos, siempre con mucho respeto y silencio.
Estatuilla masculina de oro laminado, formaba parte del ajuar funerario del Niño de Llullaillaco. Foto: Museo MAAM
Información y fotos: Museo MAAM
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- Por Christian Vitry, Montañista y Antropólogo-