Biografía: Albert Einstein nace el 14 de marzo de 1879 en Ulm (Alemania), en un clima de glorificación de la fuerza y la cultura alemana. Hijo de una familia judía, Albert Einstein es un niño solitario. Sus profesores ven en él a un alumno retraído y bastante capacitado, que no emite juicios precipitadamente y que madura cada opinión. No habló hasta la edad de tres años, pero aún de joven mostró una brillante curiosidad en torno a la naturaleza y una habilidad para entender difíciles conceptos matemáticos. A los doce años aprendió geometría por sí mismo. Dotado de una exquisita sensibilidad que desplegó en el aprendizaje del violín, Albert Einstein fue el hombre destinado a integrar y proyectar, en una nueva concepción teórica, el saber que muchos hombres de ciencia anteriores prepararon con laboriosidad y grandeza.
Albert Einstein fue una de las mentes más prodigiosas de la historia del mundo. Se le conoce como un físico brillante que contribuyó al mundo científico más que cualquier otra persona. Sus teorías de la relatividad pavimentaron la forma de cómo la ciencia entiende actualmente el concepto de tiempo, espacio, energía, y gravedad.
"Pon tu mano en un horno caliente durante un minuto y te parecerá una hora. Siéntate junto a una chica preciosa durante una hora y te parecerá un minuto. Eso es la relatividad". Albert Einstein.
La disciplina militar que reina en los colegios le repugna y ante la hostilidad de algunos de sus profesores, se reúne con sus padres instalados en Milán por motivos profesionales. Su decisión se refuerza ante la negativa de hacer el servicio militar. Decide entonces preparar el examen de ingreso en la Escuela Politécnica Federal de Zurich y lo consigue en la segunda tentativa, en 1896, donde logró estudiar física y matemáticas con Heinrich Weber y Hermann Minkowski. Fue condiscípulo de Marcel Grossmann, que llegó a ser su gran amigo. Conoce a Mileva Maric, estudiante de matemáticas y de física, una muchacha morena y menuda, de nacionalidad serbia, cuatro años mayor que él, a quien admiraba por su madurez e inteligencia. Se casan en 1902, después de la muerte de Hermann Einstein que se oponía a este matrimonio y de haber obtenido la nacionalidad suiza. De esta unión nacen dos hijos: Hans Albert, que fue profesor de Hidráulica en Berkeley, California, donde muere en 1973 y Eduardo que falleció en 1965. No fue un matrimonio feliz y después de su divorcio, Einstein se casa en 1915 con su prima Elsa que también era separada y con dos hijas.
A pesar de su graduación en 1900 y de una publicación sobre la capilaridad en 1901, su espíritu independiente y su carácter descontento le crean dificultades para obtener un puesto de ayudante en la universidad. En junio de 1902, después de un período de desempleo y gracias a su amigo Marcel Grossmann, obtiene un trabajo como perito técnico en la Oficina de Patentes en Berna, Suiza. Este trabajo le permite tener tiempo libre para reflexionar sobre los problemas de física y desarrolla algunas de sus ideas más originales que se publican en 1905.
A principios del siglo XX, la física atraviesa una grave crisis. Las dos teorías que permiten explicar los fenómenos físicos parecen incompatibles. La mecánica, ciencia del movimiento, se basa en el principio de relatividad, enunciado por Galileo. Nada es absolutamente inmóvil, todo depende de sistema de referencia escogido. Ahora bien, la teoría electromagnética elaborada por Maxwell en los años 1850 y demostrada experimentalmente, describe la luz como una onda que se propaga en el vacío. Pero no existe ninguna descripción física del vacío. Solamente se tiene la certeza de una inmovilidad absoluta, lo que se revela en total contradicción con el principio de relatividad. Otra contradicción lanza a los físicos a la confusión. La materia está constituida por átomos, por tanto es discontinua. Ahora bien, cuando se calienta un filamento, éste emite luz, luz que es necesariamente continua según Maxwell. ¿Cómo algo discontinuo puede producir un fenómeno continuo? Ninguno de los físicos puede contestar a la pregunta y la física se encuentra en un callejón sin salida.
Es entonces cuando Einstein publica dos artículos en Annalen DER Physik que se revelan revolucionarios. El primero aparece en marzo de 1905. Describe cómo la energía de un cuerpo calentado puede transformarse en energía luminosa. Esta transformación sólo es posible considerando que la luz está constituida de “granos” que Einstein llama “quantums de luz” (los fotones). La luz no es ni continua ni discontinua, sino las dos a la vez. Einstein no sabe en qué circunstancias la luz se revela continua o discontinua, pero su hipótesis no deja de ser menos exacta. El segundo artículo aparece dos meses más tarde, en junio. Se propone solucionar el problema planteado por el vacío, en total contradicción con el principio de relatividad. Para Einstein, el vacío no tiene lugar de ser. El único dato que permite describir la luz es su velocidad c, constante independientemente de la velocidad del observador. Enuncia su teoría de la relatividad que unifica las teorías de la materia y la luz. La materia y la luz sufren el principio de relatividad y la simultaneidad de dos acontecimientos se vuelve dependiente del observador. El tiempo ya no es un concepto invariante sino relativo.
En septiembre de 1905, Einstein añade una posdata a su artículo y demuestra la famosa fórmula E=mc², induciendo una equivalencia entre la materia y la energía. Fórmula que será la causa del desarrollo de la utilización de la energía nuclear con fines civiles o militares. Pero Einstein no se detiene allí. A partir de 1907, comienza a reflexionar sobre la su teoría de la relatividad general que permitiría explicar el fenómeno de la caída de los cuerpos. Pero requiere mayores conocimientos en matemáticas modernas. Deja entonces las patentes y obtiene un puesto universitario en Berna y más tarde, en 1911 en Praga. Un año después, en 1912, se convierte en profesor de la Escuela Politécnica de Zurich donde coincide con Marcel Grossmann. Por fin tiene la ayuda que necesitaba en matemáticas y emprende la puesta a punto de su teoría. Un error en el cálculo le lleva a un callejón sin salida y pierde tres años. Al final de 1915 culmina la teoría de la relatividad y ofrece una nueva interpretación de la caída de los cuerpos.
Deformación del espacio-tiempo. La fuerza de atracción de Newton es sustituida por una deformación del espacio en torno a los cuerpos. Igual que una bola deforma una tela extendida formando un hueco, un cuerpo modifica el espacio alrededor de él. Eso explica por qué todos los cuerpos, cualquiera que sea su masa, caen con la misma aceleración; en realidad siguen la línea de mayor pendiente del hueco formado en el espacio. Además, Einstein enuncia el hecho de que el espacio y el tiempo no pueden existir sin materia. ¿Cómo comprobar simplemente esta teoría? Si un cuerpo deforma el espacio en torno a él, entonces se desviarán los rayos de una estrella situada detrás del sol y su imagen no estaría allí donde debería estar. Las observaciones efectuadas en un eclipse por sir Arthur Eddington, astrónomo británico, confirman plenamente los cálculos de Einstein. Se demuestra la teoría de la relatividad general. Los medios de comunicación se apoderan entonces de la historia y ofrecen a Einstein el reconocimiento y la gloria. La ciencia pasa a ser a los ojos del mundo un símbolo de paz y reconciliación: ¡un inglés confirmó la teoría de un alemán! Una ilusión que será barrida pronto por los acontecimientos.
A partir de 1919, Einstein tuvo renombre internacional, recogió honores y premios, incluyendo el Nobel de Física en 1921 por sus servicios a la Física Teórica, en especial por su descubrimiento de la Ley del Efecto Fotoeléctrico, este renombre le permite reanudar sus actividades políticas y le ayuda a promover su ideal de paz. Defiende la causa del pueblo judío y aboga por la construcción de una universidad de alto nivel en Palestina, una gira por los Estados Unidos en 1921 le permite conseguir los fondos necesarios para ello.
Judío, pacifista y mundialista, Einstein sufre los ataques de los extremistas nacionalsocialistas. En 1933 Hitler toma el poder y la vida de Einstein peligra por su origen judío, al volver de un viaje, en lugar de regresar a Berlín se dirige a los Estados Unidos y se une a los científicos del Institute Advanced Estudio de Princeton. Renuncia a su plaza en Berlín, denuncia a su país y toma la nacionalidad americana en 1940. Su exilio no le impide proseguir sus actividades políticas. Salva a numerosos investigadores europeos y convence al Presidente Roosevelt a desarrollar el programa de la bomba nuclear antes de que lo haga Alemania. Lamentará amargamente su gesto y apoyará, desde 1945 hasta su muerte, el 18 de abril de 1955, la acción del Comité de científicos especializados en energía atómica cuyo objetivo era limitar las injerencias del Estado en la investigación científica.
Al final de su vida, Einstein tropieza con la nueva generación de físicos como Heisenberg, Pauli y sobre todo Bohr, que elabora los fundamentos de una nueva teoría, la teoría cuántica, que no acepta. Esta teoría prohíbe la representación real de las partículas elementales como los electrones, los protones, etc , y sólo se pueden determinar en términos de probabilidad: probabilidad para seguir una determinada trayectoria, para tener una determinada posición y una determinada velocidad. A Einstein no le gustaba la naturaleza probabilística de la teoría cuántica, una vez dijo “Dios no juega a los dados con el universo” aunque reconoce que la teoría describe correctamente los resultados experimentales. Para él, la mecánica cuántica es si no inexacta, al menos es incompleta. En ese sentido, Einstein se revela como el último de los físicos clásicos.