El
16 de Noviembre de 2010 el flamenco fue declarado por la UNESCO
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, un reconocimiento que refuerza y reivindica una seña de identidad y de expresión artística de España, pero fundamenalmente de Andalucía y de la zona en la que vivimos, un enclave que está considerado uno de los puntos de su nacimiento entre grupos marginales de moriscos, gitanos y esclavos, muy abundantes en tiempos pasados en la zona en la que vivimos.