Leonardo Da Vinci y Miguel Ángel

ARTISTAS DEL RENACIMIENTO LEONARDO DA VINCI MIGUEL ANGEL BUONARROTI

Artistas del Renacimiento Leonardo Da Vinci Miguel Angel Buonarroti

Miguel Ángel y Leonardo da Vinci Michelangelo Buonarotti nació en 1475 en territorio florentino y en 1488 entró como aprendiz de un artista de la ciudad. Sus dones le valieron una recomendación a Lorenzo de Médici, quien lo acogió en la academia de la familia durante tres años. Tras una breve estancia en Roma, Miguel Ángel regresó a Florencia en 1500 para concluir su estatua de David. En 1503 fue llamado a Roma por el nuevo pontífice, Julio II, quien le encargó diseñar su tumba. En 1508, el Papa le encargó pintar el techo de la Capilla Sixtina.

Tras cuatro años de trabajo, Miguel Ángel reveló su obra maestra, que describía escenas del Génesis, incluida la Creación. Años después pintó el Juicio Final en la pared del altar de la capilla. En 1546 fue nombrado arquitecto de la basílica de San Pedro y acometió la construcción de su cúpula. El gran rival de Miguel Ángel fue Leonardo da Vinci, otro florentino. Como su coetáneo, Leonardo empezó como aprendiz de un pintor.

En 1482 viajó a Milán, donde trabajó para el duque Ludovico Sforza como ingeniero y diseñador. Produjo los diseños de varios inventos, incluidos cañones y ametralladoras, máquinas voladoras, submarinos y tanques acorazados, que no obstante no llegaron a construirse. Su interés en la ciencia se extendía a la anatomía y en 1490 creó su famoso dibujo del Hombre de Vitruvio, en el que subrayó las proporciones matemáticas y la simetría del cuerpo humano.

“Flagelación de Jesús”

PIERO DELLA FRANCESCA (1420 – 1492)

Inicia sus trabajos en las pequeños cortes de Italia central y septentrional.

La utilización de las reglas de la perspectiva, la concepción de las formas con criterio matemático y la armonía de sus proporciones son los elementos que caracterizan sus creaciones.En ia “Flagelación de Jesús”, aplica el método medieval de narrar dos tiempos sucesivos en la misma obra.Mediante la perspectiva construye ambas escenas sin perder el carácter de unidad de la composición. Las figuras se hallan encuadradas en escenarios arquitectónicos que las contienen.

“La Última Cena”

LEONARDO DA VINCI (1458 – 1519)

Arquitecto, escultor, ingeniero, matemático y pintor, su espíritu polifacético lo señala como uno de los hombres más representativos del Renacimiento. Afirmaba que, para ser un buen pintor, era necesario partir de la experiencia y de las cosas naturales.Se destacó en la técnica del claroscuro; es decir, el tipo de pintura que define los contornos de las imágenes por diferencias entre las zonas de luz y las de sombras, en lugar de las líneas.Aplica el esfumado, un paso gradual y casi imperceptible entre las zonas claras y las oscuras, lo que confiere gran suavidad de contornos a su obra. Sus primeras creaciones se hallan ligadas al arte florentino del siglo XV. Entre sus obras se destacan: “La Gioconda”: Retrato femenino que representa la imagen de Mona Lisa, esposa de Francisco del Giocondo. “Última Cena”: Pintura aplicada sobre una de las paredes del refectorio de Santa María de la Gracia, en Milán. En la escena está presente la teoría de la perspectiva. Leonardo abandona en esta obra la rigidez simétrica en la composición.

“El Nacimiento de Venus”

SANDRO BOTTICELLI (1447 – 1510)

Es el exponente más destacado de una corriente de pintores, como Cranach o Beato Angélico, que sin renunciar a las nuevas enseñanzas mantienen los conceptos heredados de los períodos anteriores.

El uso de la línea para definir contornos, el colorido, la elegancia y e aspecto soñador de sus imágenes son los rasgos distintivos de esta tendencia. Son frecuentes, además, los fondos de paisajes, de fábulas o de sueño.

En el “Nacimiento de Venus” se expresa ante todo el refinamiento del dibujo definido por sus contornos y la gracilidad de la figura. El color es transparente y luminoso.

Fragmento de “La Escuela de Atenas”.

RAFAEL SANZIO (1483 – 1520)

Nace en Urbino, Italia, pero su gloria comienza en Florencia.

Permanece fiel al ideal de belleza renacentista basado en la armonía y la simetría. Todas sus obras están dotadas de una exacta relación de proporciones entre sus elementos componentes.Sus temas predilectos en el período florentino fueron la Virgen con el Niño y La Sagrada Familia.En sus últimos años trabajó en Roma y el tema de sus pinturas se basó en los episodios históricos, con la visión de que éstos se desarrollaban dentro de una arquitectura colosal y perfecta.

En “La Escuela de Atenas”, donde resume la historia de la filosofía, mantiene el concepto de encuadre arquitectónico y se revela el dominio compositivo de la perspectiva y la simetría.

Moisés, en San Pietro in Vincoli. Roma.

Es una de las esculturas que formaba parte de la tumba inconclusa de Julio II.

MIGUEL ÁNGEL BUONARROTI (1475 – 1564)

En su figura, la escultura renacentista llega a su punto culminante. Se forma en Florencia bajo el mecenazgo de los Medid. En el siglo XVI se traslada a Roma por llamado del papa Julio II, quien le encarga la creación de un grupo escultórico para su tumba. Miguel Ángel sólo logra terminar la estatua del Moisés y algunas figuras secundarias. Sus obras escultóricas se distinguen por su potencialidad expresiva, su carácter monumental y la marcada musculatura de sus imágenes, condiciones que se acentúan en la madurez del artista. Estas características se revelan magníficamente en sus creaciones, entre las que se destacan: La Piedad (mármol) y el David (mármol). En el último decenio de su vida crea la Piedad Rondanini, caracterizada por la falta de acabado y pulimento del mármol, propios del último período del autor.

PARA SABER MAS…

DURANTE EL S. XVI la familia Medid, cuya fortuna provenía de la banca, dominó la ciudad-estado italiana de Florencia. Cosme de Medici (1389-1464) fue el primer miembro de la familia que ejerció abiertamente el poder político. Le desagradaba el comportamiento egoísta del resto de gobernantes europeos y rechazó cualquier título grandilocuente. A su nieto, Lorenzo de Medici (1449-92), se le conoció como “Lorenzo el Magnífico”.

LORENZO EL MAGNÍFICO

Bajo el mandato de Lorenzo, Florencia se convirtió en el centro del Renacimiento. Fue un estadista inteligente que mantuvo un equilibrio de fuerzas entre todas las ciudades-estado italianas, por lo que no hubo muchas guerras durante su mandato. Fue también un consumado poeta y mecenas, generoso patrocinador de las artes. Muchos de los mejores artistas, entre ellos Sandro BotticelU (1444-1510), Leonardo de Vinci (1452-1519) y Miguel Ángel (1475-1564) trabajaron para él. El pensador político Nicolás Maquiavelo (1469-1527) calificó a Lorenzo como “el mayor patrón del arte y la literatura de entre todos los príncipes”.

LA FLORENCIA DE SAVONAROLA

La supremacía de los Medici acabó poco después de la muerte de Lorenzo, en 1492. Cuando el rey francés Carlos VIII (1470-98) invadió Italia en 1494, los florentinos se volvieron hacia el carismático predicador Girolamo Savonarola (1452-98). Éste combatió la corrupción de la Iglesia y la pasión renacentista por las ideas paganas (no cristianas) de los clásicos. Los sermones de Savonarola convocaban a miles de personas, especialmente porque predijo la invasión de los franceses.

HOGUERA DE LAS VANIDADES

Florencia se convirtió en una república cristiana. En 1497 Savonarola organizó una pública “Hoguera de las vanidades” para que los florentinos se libraran de los lujos superfluos y pecaminosos. Trajes, cartas, muebles, juegos de mesa y obras de arte acabaron consumidos por las llamas.

ASESINATO DE SAVONAROLA

El triunfo de Savonarola era demasiado súbito para que durara. En 1497 el papa Alejandro VI (1431-1503), enfurecido por las críticas de Savonarola a su conducta “inmoral”, le excomulgó (expulsión de la iglesia). Los seguidores de Savonarola le apoyaron. En 1498 fue colgado y su cuerpo fue quemado en una plaza de Florencia.

REGRESO DE LOS MEDICI

En 1512 los Medici volvieron a tener el control de Florencia. En 1527 Julio de Medici (1478-1534) se convirtió en el papa Clemente VIL Durante los siguientes 200 años, los jefes de la familia Medici fueron grandes duques y gobernaron la Toscana, la región de los alrededores de Florencia.

LOS ÚLTIMOS DÍAS DE MIGUEL ÁNGEL…

DIÁLOGO CON LA MUERTE

Ya en el último período de su vida en Roma, Miguel Ángel hbía sido nombrado arquitecto-jefe, escultor y pintor oficial del Palacio Vaticano. Trabajó hasta el final, pero los que lo veían lo encontraban cada vez más raro, encerrado en su mundo particular, inaccesible a los demás.

Por la noche, en el jardín de su casa, contemplaba las estrellas y aquella inmensidad sin límites que le producía la nostalgia de una existencia liberada de las pasiones y afanes de este mundo, que se cree importante, pero que no es nada. Continuamente se sentía invadido por un deseo de liberación de todo aquello. Y entonces pensaba en la muerte; sólo ella podía depararle lo que había buscado durante toda su vida: la paz, la tranquilidad del amor divino. La muerte era amiga suya, estaba siempre presente en sus pensamientos; para no olvidarla, había llegado, incluso, a pintarla en la escalera de su casa.

Era como si le dijese: “La vida ha sido larga, afanosa; ya es hora, ven conmigo”. Para esperarla mejor, cerró la puerta a los visitantes. Permanecía solo en su casa, con la última escultura que estaba haciendo: una “Piedad”, la más bella y espiritual de sus obras. Y la muerte llegó un viernes de febrero de 1564. Miguel Ángel había esperado largo tiempo: tenía ochenta y nueve años.

Lo último que vio fueron los brazos abiertos del Crucifijo.

—Dejo mi alma en manos de Dios y mi cuerpo a la tierra —dijo con sencillez.

Y a la tierra lo confiaron, vestido con su atuendo preferido: la capa negra, las botas con espuelas de plata y el sombrero negro. También nos dejó a nosotros algo de su alma…

Leonardo Da Vinci