Las Reformas y Contrarreforma

BIOGRAFIA MARTÌN LUTERO REFORMA RELIGIOSA DE LUTERO PROTESTANISMO 95 TESIS

Biografia Martìn Lutero Reforma Religiosa de Lutero Protestanismo 95 Tesis

Teólogo y reformador religioso alemán, precipitó la Reforma protestante al publicar en 1517 sus 95 tesis denunciando las indulgencias y los excesos de la Iglesia católica. Para Lutero la esencia del cristianismo no se encuentra en la organización encabezada por el papa, sino en la comunicación directa de cada persona con Dios.Martín Lutero nació en Eisleben en 1483, hijo de una familia de origen campestre y dueña de una mina. Atendía la escuela latina en Mansfeld desde 1488, continuando sus estudios en Magdeburgo y luego en Eisenach. En 1501, empieza sus estudios en Erfurt con la intención de hacerse abogado.

En 1505, tomó una decisión que iba a cambiar el curso de su vida de manera radical. Decidió entrar al monasterio Augustino en Erfurt. Esa decisión, junto a la búsqueda de un Dios gracioso y la voluntad del mismo, culminó en el desarrollo de la reforma de la iglesia. Las experiencias negativas que Lutero tuvo con los medios eclesiales de gracia, no solo favorecieron la crítica respecto al lamentable estado de las prácticas en la iglesia, sino más bien obligaron a una revisión fundamental de la teología medieval. En 1507, con 24 años, fue ordenado sacerdote y tres años más tarde viajó a Roma, la capital de la cristiandad; pero este viaje, lejos de ayudarle en su búsqueda espiritual, tuvo para él el efecto contrario al percatarse de la frivolidad y mundanalidad en la que aquella iglesia había caído. De vuelta a su patria se doctoró en teología en 1512 comenzando a dar clases en la universidad de Wittenberg.

Las indulgencias:

En 1517 aparece en escena un monje dominico, Tetzel, predicador de las indulgencias. Por medio de la compra de indulgencias, según la enseñanza tradicional, se libraba a las almas recluidas en el purgatorio de los tormentos del mismo. El dinero obtenido en esta ocasión por este medio sería invertido, a partes iguales, en la erección de la basílica de San Pedro en Roma y en la compra por parte de Alberto de Hohenzollern de un obispado. Fue entonces cuando Lutero escribió y clavó en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg sus Noventa y cinco tesis. Este documento fue la chispa que puso en marcha todo un proceso cuyas consecuencias iban a ser de largo alcance.

Su crítica pública contra el abuso de las cartas de indulgencias en 1517 no solo produjo la discusión deseada, sino que además causó la apertura de un tribunal de inquisición culminando en la excomulgación de Lutero, después de la dieta imperial de Worms, en 1521. Federico el Sabio organizó un “secuestro” para proteger la vida de Martín Lutero. Lutero se quedaba en el castillo Wartburg como Doncel Jorge por casi un año, traduciendo el Nuevo Testamendo al alemán.

El 15 de junio de 1520 León X publicó la bula de excomunión de Lutero intitulada Exsurge Domine; cuando Lutero la recibió se dirigió al pudridero de la ciudad y, juntamente con el Derecho Canónico, la arrojó a las llamas. La ruptura estaba consumada. Un fraile había osado levantarse él solo ante todo un sistema religioso de más de mil años de antigüedad, con el solo apoyo de la Palabra de Dios. En ese mismo año de su condenación Lutero ha escrito incansablemente algunas de sus mejores obras: A la nobleza cristiana de la nación alemana, La cautividad babilónica de la Iglesia y La libertad cristiana. Lutero viajó a Worms bajo la protección de un salvoconducto y allí, conminado ante Carlos V, a pronunciarse sobre sus doctrinas pronunció las memorables palabras:

“Si no me convencen mediante testimonios de las Escrituras o por un razonamiento evidente (puesto que no creo al papa ni a los concilios solos, porque consta que han errado frecuentemente y contradicho a sí mismos), quedo sujeto a los pasajes de las Escrituras aducidos por mí y mi conciencia está cautiva de la Palabra de Dios. No puedo ni quiero retractarme de nada, puesto que no es prudente ni recto obrar contra la conciencia.”

La suerte estaba echada; Lutero se había enfrentado al poder religioso y ahora lo estaba haciendo al poder secular. Las dos grandes instituciones: Iglesia e Imperio no estaban por encima de la Palabra, sino sujetas a ella.

La ruptura mas evidente con los votos monásticos se realizó cuando se casó con la anterior monja Catarina de Bora, en Junio de 1525. Ahí, se formó el núcleo principal de la casa parroquial evangélica.

“Después de la Palabra de Dios no hay un tesoro más precioso que el santo matrimonio. El mayor don de Dios sobre la tierra es una esposa piadosa, alegre, temerosa de Dios y hogareña, con la que puedes vivir en paz, a la que puedes confiar tus bienes, tu cuerpo y tu vida.”

Después de la guerra de campesinos en 1525, reprobada por Lutero, el reformador promovía la formación de una Iglesia Evangélica terretorial por visitaciónes y regulaciones eclesiales.

Falleció en Eisleben, su ciudad natal, en Febrero 1546. Por orden del príncipe elector, Lutero fue sepultado en la iglesia del castillo en Wittenberg.

Con su traducción de la Biblia al Alemán, Martín Lutero ganó fama permanente en relación con la unificación del idioma alemán. Hoy en Día, unos 70 millones de fieles pertenecen a la Iglesia Luterana.

Inventar un idioma, crear una religión

Lutero fue el primero en potenciar el invento de Gutemberg. Hasta 1534 sólo circulaban traducciones al latín de la sagrada escritura, cuya lectura y estudio estaban destinadas a sacerdotes y eruditos. La traducción de Lutero intentó poner la Biblia al alcance de la población, siguiendo su idea de que cada lector y no la iglesia es responsable de la interpretación de la Biblia.

Para conseguir su objetivo, Lutero inventó una suerte de mezcla entre las características común de los dialectos que por entonces se hablaban en Alemania y el latín y así creó el llamado “alemán puro”, un idioma artificial que es la base de la actual lengua alemana.

Lutero publicó su Biblia apenas 60 años después de la invención de la imprenta y con ello se transformó en el primer libro de circulación masiva de la historia y también marcó el inicio de otra revolución: la lectura masiva.

El impacto espiritual de la Reforma

El protestantismo provocó un gran impacto en la mentalidad de los europeos del siglo XVI. Las ideas de Lutero habían abierto el camino de la libertad de conciencia, no sólo para la fe sino también para todas las facultades espirituales del hombre.

Para muchos hombres la difusión de la religión protestante significó un cambio de actitud ante algunos elementos de su vida cotidiana. El cuestionamiento que hizo Lutero de la autoridad del Papa y de la jerarquía de la Iglesia de Roma, tuvo repercusiones que superaron el plano de la vida religiosa. Para muchos príncipes, la religión protestante significaba un reforzamiento de su autoridad laica y por eso la impusieron en sus Estados. Para muchos campesinos, las ideas de la Reforma justificaban la desobediencia al poder de los señores. Si el Papa era desafiado y sus juicios ya no eran infalibles para todos los cristianos, también podía cuestionarse la autoridad de los señores feudales. Sin que Lutero se lo propusiera, sus ideas influyeron sobre los campesinos, quienes disconformes con sus condiciones de vida, se rebelaron contra el poder señorial.

La religión protestante también ejerció una gran influencia en las actitudes de los burgueses. La estricta moral protestante —enemiga de los lujos y de los despilfarros—, la práctica de una vida austera, la idea de que los hombres obtenían su recompensa o su castigo en la vida terrenal, eran principios que se adecuaban muy bien a las actividades de los burgueses. Los hombres de negocios podían ver que su enriquecimiento era una recompensa por sus esfuerzos personales, por su espíritu de empresa y de ahorro y por su respeto y cumplimiento de las normas de la nueva religión.

Grabado de 1532 donde se observa un grupo de campesino alemanes armados con elementos de labranza, conducidos por Tomas Muntzer. Por la represión de los príncipes murieron mas de 10.000 campesinos.

LA EXCOMUNIÓN DE LUTERO

Roma escoge las armas y el campo de batalla. Martín Lutero, no obstante, contando con la protección de Federico el Sabio, inicia negociaciones para ser escuchado en la propia Alemania, alcanzando sus objetivos.

La Iglesia tenía, en esa ocasión, mucho interés en mostrarse conciliadora. Temía, entre otras cosas, que, al atraer a Lutero hasta Italia, hiciese explotar una serie de revueltas entre sus simpatizantes. Además, el papa había dado instrucciones precisas al Cardenal Caetano —debería conseguir la adhesión de todo el norte de Alemania para una nueva cruzada contra los turcos—. No era demasiado ocultar una o dos herejías con el fin de asegurar la unanimidad en el territorio del Imperio.

Además, las ideas de Lutero no eran tan revolucionarias. Muchos cristianos fervorosos, entre ellos el gran humanista Erasmo de Rotterdam, hacían las mismas críticas a la corrupción de la Iglesia. Había en la propia Iglesia un movimiento latente en favor de la austeridad. Es verdad que escribían en un latín elegante, utilizando como arma la ironía, mientras el truculento monje alemán ponía en sus escritos una dosis inaceptable de violencia. Mas las cuestiones de forma no eran de manera alguna fundamentales. . . Por su lado, el propio Lutero tampoco deseaba, por esa época, la ruptura con Roma, ni tampoco la reforma general de la Iglesia.

No era muy difícil realizar la confrontación en Alemania. La Dieta que debería escuchar a Lutero se reunió en Augsburgo, en octubre de 1518. Luego se reveló la mala voluntad de la nobleza alemana en relación a la idea de la cruzada, y, principalmente, en relación con el pago de los nuevos tributos que la deberían financiar.

Mas hubo un punto de concordancia: Lutero acabaría toda polémica sobre las indulgencias y los enviados del papa se comprometían a conseguir de León X que el teólogo rebelde fuese sometido a juicio en las universidades alemanas. La cuestión era transferida al terreno intelectual.

Todavía en enero de 1519, sin abjurar de sus doctrinas, Lutero proclamaba obediencia a la Santa Sede y reconocía el valor de las indulgencias para el rescate de penas temporales.

La disputa de Leipzig (julio de 1519), entre Lutero y Juan Eck volvería a encender la controversia. Eck, buen teólogo mas poco diplomático, exigió que Lutero repudiase públicamente su posición anterior. Lutero, por el contrario, reafirmó su doctrina, declarándose de acuerdo, en muchos puntos, con Juan Huss.

Los choques continuaron. En febrero de 1520 varios doctores de Colonia y de Lovaina condenaron algunas proposiciones de la doctrina luterana. Basado en eso, el Papa León X emitió la bula Exsurge Domine, en la cual declaraba heréticos los escritos y enseñanzas de Lutero. Si éste no se retractaba inmediatamente, sería excomulgado.

El 10 de diciembre, Lutero convida a los maestros y estudiantes de la Universidad de Wittenberg a asistir a la “quema de libros de derecho eclesiástico”. Entre esos libros hay un ejemplar de la bula papal. En seguida publica uno de sus más violentos escritos: Por qué los libros del papa y de sus discípulos fueron quemados por el doctor Martín Lutero. Roma responde con la excomunión.