ISLAS CAYMAN

(haciendo "cilck" sobre cada palabra subrayada, encontrarás un sitio relacionado)

Llegamos a estas islas en un crucero. Este territorio británico de ultramar depende del Reino Unido. Idioma: inglés

Está formado principalmente por tres islas: Gran Caimán, Caimán Brac y Pequeño Caimán.

El barco llega al puerto de Gran Caimán. Como los cruceros no pueden amarrar sobre el muelle -por ahora-, hay un servicio de lanchas (tender) que realiza los traslados desde/hacia el puerto.

Una vez que se llega al puerto, lo primero que se observa al desembarcar es una oficina de informes, numerosos puestos de venta de excursiones de todo tipo y también gente ofreciendo "a viva voz" servicios turísticos, traslados y demás. Todo está bastante ordenado y bien distribuído. Más atrás, hay negocios de souvenirs, bebidas, perfumes, etc. Aquí todo es bastante conveniente, ya que no hay impuestos.

Nosotros optamos por reservar una excursión por Internet, previo a tomar el barco. No sacamos la del crucero, ya que era más costosa y generalmente son multitudinarias.

Buscando recomendaciones en Tripadvisor, elegimos la que ofrecía Native Way Watersports que se llama Rays, Reef and Rum Point.

Al llegar al puerto nos esperaba un chofer quien, una vez formado el grupo, nos condujo hasta el parking para tomar el bus. Luego hizo un pequeño city tour por el centro mientras nos explicaba sobre las costumbres del lugar, forma de vida, etc. Aparte de bancos -hay más de 500- en el centro hay muchos lugares para realizar compras y para comer. De allí se dirigió hacia el Yacht Club, donde nos esperaban para abordar el barco que nos llevaría durante el día.

En esta isla, es muy popular el paseo que se hace hasta un banco de arena, cerca de la barrera de coral, para nadar y estar entre RAYAS. El lugar es conocido con Stingray City.

Allí fuimos como primer destino de nuestro paseo. Es realmente una experiencia única e inolvidable. Luego de navegar un rato por el mar, se llega a un sitio donde el agua es poco profunda y muy transparente. Ahí descendimos y podés caminar y sentir como las rayas te pasan por al lado como "volando" y te rozan suavemente. Luego, ya con mas confianza, las podés tocar, levantar, darles de comer, hacer que te hagan un "masaje" en la espalda y hasta darles un beso. Todo esto, orientados por el capitán del barco y su ayudante.

Una cosa a tener muy en cuenta (razón por la cual elegimos esta gente para el paseo) es que el grupo era muy reducido -no más de 20 persona-. Vimos llegar otros barcos con mucha más gente, donde obviamente la atención y las charlas eran muy diferentes.

Como segundo destino fuimos hasta la barrera de corales -Barrier Reef- para hacer snorkel. Luego de un breve recorrido, se llega a este lugar donde se pueden ver todo tipo de peces y de corales, siempre con un color del mar increíble y una transparencia llamativa. Te proveen de la máscara con el tubo, las patas de rana y también salvavidas para quien lo desee.

Por último. fuimos navegando hasta una de las playas de esta hermosa isla llamada Rum Point. Allí nos esperaba el almuerzo (incluído) que habíamos ordenado mientras navegábamos. Hay un resto-bar con bancos para sentarse a comer debajo de palmeras y árboles. También una cancha de voley, reposeras en la orilla y hamacas paraguayas y un lugar para alquilar pequeños veleros, tablas, etc.. La playa es bien tranquila, se puede hacer snorkel. También hay un negocio de recuerdos y souvenirs y sanitarios amplios, hasta con lugar para ducharse.

Luego, a la hora indicada, retornamos navegando hasta el punto de salida en el Yacht Club y desde allí en bus hasta el puerto.

Hay que tener presente, cuando se arriba en un crucero y se contratan excursiones por fuera del barco, el horario de regreso: no se espera a quienes lleguen tarde y hayan tomado excusiones privadas.

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