La medición de la actividad económica se apoya en el uso de macromagnitudes tales como consumo, inversión, renta, producto etc. que son simplificaciones ideadas por la macroeconomía y cuya disponibilidad numérica es tarea de la contabilidad nacional.

Estas macromagnitudes se articulan a través de distintos modelos analíticos englobados en los llamados Sistemas de Cuentas Nacionales, cuyo desarrollo reciente en las últimas décadas ha supuesto una de las contribuciones más importantes para el conocimiento de la economía y para el diseño de las correspondientes políticas encaminadas a su funcionamiento más adecuado. Así se ha reconocido al conceder el Premio Nobel de Economía de 1971 a Simon Kuznets.

Piénsese que en la época de la Gran Depresión de los años 30, tan recordada en nuestros días, no existían todavía estos sistemas de cuentas que hubieran permitido un mejor conocimiento de la realidad económica del momento, puesto que no se pusieron en marcha hasta finales de los años 40.

Los desarrollos actuales

Tras la sucesiva implantación en los distintos países (en EE.UU se comenzó a publicar el PIB para el año 1947 y en España, el primer año de que se dispuso de cifra del PIB fue en 1967), se inicia un lento proceso de homogeneización de las metodologías de elaboración a lo largo de los distintos países.

El actual Sistema de Cuentas Nacionales se basa en la trascendental revisión iniciada en 1968 (cuyo resultado es la versión de 1993, conocida como “SCN-1993”), surgida por la colaboración institucional sin precedentes de los principales organismos internacionales competentes: Naciones Unidas, Banco Mundial, FMI, OCDE y Eurostat (el organismo estadístico de la UE).

En España, como en el resto de la UE, está vigente la denominada “versión del Sistema Europeo de Cuentas de 1995”, conocido técnicamente como SEC-95, que significa un avanzado método de conocimiento de la realidad económica. Se siguen dando importantes pasos para avanzar en la comparabilidad internacional de las estadísticas de las cuentas nacionales.

Actualmente se está trabajando en Europa en una adaptación de los nuevos avances de la ONU que implantarán una nueva versión del Sistema Europeo de Cuentas que se denominará SEC-08. Entre otras mejoras incluirá el afloramiento de nuevas áreas de la economía sumergida (narcotráfico, prostitución...) y otros cambios como la recalificación del I+D que dejará de considerarse un consumo intermedio para pasar a ser una inversión. Al quedar incluidas nuevas actividades es lógico pensar que el PIB experimente una cierta revisión al alza. Se espera que el nuevo sistema quede implantado en España hacia 2011 y 2012. (Por cierto, ¿Cabe esperar de nuevo indocumentadas acusaciones de "manipulación" de datos al alza ante la coincidencia del previsible proceso electoral de esa época en España?)

El PIB

El PIB (Producto Interior Bruto) es una medida de la actividad económica, definido simplificadamente por Eurostat como el valor de todos los bienes y servicios producidos MENOS el valor de los bienes y servicios utilizados en su generación. De forma más habitual, el Producto Nacional se define como el valor de la corriente de bienes y servicios finales generados en una economía en un período de tiempo.

Esta magnitud agregada puede verse desde 3 puntos de vista diferentes, aunque todos se expresen con idéntica cifra en euros:

• Como el valor total de los bienes y servicios producidos (OFERTA)
• Como el valor total de las rentas recibidas por los distintos agentes que han generado dicha producción (RENTAS)
• Como el valor total de todos los bienes y servicios que se han vendido en el país (DEMANDA ó GASTO)

El PIB (y sus correspondientes magnitudes próximas, como el PNB, la Renta etc.) tiene 2 grandes usos que nos ofrecen una gran utilidad para:

• Las comparaciones en el tiempo: medición de una economía entre períodos diferentes mediante las distintas tasas de crecimiento (real, nominal, con índices..)
• Las comparaciones en el espacio: entre distintas economías aunque tengan un tamaño relativo diferente.

Los "sectores institucionales" según la contabilidad nacional del SEC-95

La Contabilidad Nacional tiene una doble perspectiva para abordar la economía:

- Un enfoque funcional, basado en el proceso de producción, que agrupa las actividades por RAMAS DE ACTIVIDAD

- Un enfoque institucional, que las agrupa por los siguientes 5 sectores institucionales:

¿Qué es? El cuadro macroeconómico, popularizado a partir de la década de los 70 en todos los países y en los informes de los organismos internacionales, no es más que el PIB desglosado en algunas partidas resumidas y representa un excelente instrumento para aproximarse a la estructura básica de la economía para su análisis, incluso en el corto y muy corto plazo (análisis coyuntural).

Se apoya en el método de simplificación y agregación propio de la macroeconomía pues ésta, como es conocido, se basa en modelos. Un “modelo” es una representación simplificada de la realidad económica que posibilita la utilización de técnicas matemáticas y permite, de esa forma, disponer de sistemas de análisis y previsión eficientes que serían inviables sin esa simplificación.

Así, tomando como ejemplo el enfoque de la demanda ó gasto, el cuadro macroeconómico, tras un gran proceso de agregación, trabaja con variables simplificadas tan agregadas ó resumidas como el Consumo (nada menos que todo el consumo de todo el país, es decir, la suma de todos los productos variopintos y de toda la extensa gama de los servicios y de todas las zonas geográficas), la Inversión (la suma de todo tipo de inversión, también muy variada), las variaciones de existencias (de cualquier clase, tanto las de consumo como las de inversión), la Demanda Interior (toda la demanda agregada tanto de bienes de consumo como de bienes de inversión), todos los bienes y servicios exportados ó importados... Este es el tipo de información agregada que nos ofrece el PIB reflejado en el cuadro macroeconómico.

Los distintos "apellidos" del Producto Nacional