Acción colectiva: Dos o más individuos que requieren trabajar en conjunto para obtener un resultado. La acción colectiva suele facilitarse mediante instituciones sociales y/o estatales que catalicen la cooperación estableciendo normas, estándares e incentivos para la estimular la obtención de resultados comunes. La cooperación para beneficio mutuo supone facilitar la información entre las partes y la construcción de confianza entre ellas.
Asimetría de información: Situación en la que las partes que participan en una transacción poseen información no equivalente. Ejemplos: el vendedor de un auto usado tiene más información sobre su calidad que el comprador; el que vende un servicio médico tiene información que el paciente no posee o no puede interpretar; el paciente tiene información sobre su condición de salud que el asegurador no posee.
Bienes comunes: Uno de los cuatro tipos de bienes económicos. Un bien de este tipo tiene la característica de que cuando una persona lo utiliza sustrae lo que podría estar a disposición de otros, en condiciones en que, a la vez, su acceso a él es costoso de restringir, como es el caso de los acuíferos, las pesquerías o los bosques, bienes que son esenciales para la vida humana. Estos comparten con los bienes privados la característica de que su consumo disminuye la oferta y comparten con los bienes públicos la dificultad de exclusión en el acceso. La “tragedia de los comunes”, descrita por Garrett Hardin, alude la degradación del medio ambiente que es esperable cuando muchos individuos utilizan un recurso en común sin reglas aceptadas y respetadas que limiten su uso. Los “anti-bienes comunes” son aquellos bienes sujetos a una potencial sub-utilización por una excesiva regulación de la propiedad intelectual por sobre su uso de libre disposición.
Bienes de peaje (o de club): Bienes económicos cuyo consumo es colectivo y no rival, y por tanto no tienen un costo adicional para un usuario adicional (costo marginal), pero cuyo acceso puede limitarse y ser objeto de cobrar a un precio dado (TV por cable, internet y redes de información, infraestructuras, clubes recreativos). Los bienes de consumo “excluibles pero no rivales” fueron primero calificados como bienes de club por James Buchanan en 1965. Este introdujo el número de miembros de las comunidades de intereses como variable clave de los bienes consumidos, identificando así una serie de bienes intermedios entre los bienes privados de consumo individual y los bienes colectivos o públicos usados en común por toda la población. Elinor Ostrom propone que su denominación sea la de bienes “de peaje” aludiendo las infraestructuras a las que se accede mediante pago, dado que es posible cobrar por la totalidad (en tanto tengan una intensidad de uso suficiente) o una parte del valor de uso del bien.
Bienes preferentes o meritorios: Bienes económicos que, en la definición de Richard Musgrave, reportan beneficios a los individuos no valorados por éstos. Son, por tanto, subconsumidos (y subproducidos) en una economía de mercado. La frecuente miopía del individuo lo induce a subestimar los beneficios que le reporta el consumo de estos bienes, al ser un maximizador de utilidad de corto plazo que no toma en cuenta los beneficios de largo plazo. Como el subconsumo tiene consecuencias más allá de los individuos (generan externalidades), los gobiernos suelen subsidiar su consumo o bien hacerlo obligatorio suspendiendo la soberanía del consumidor. Los bienes meritorios (y su contrario, los de “demérito”, como las drogas) son una extensión de la noción de externalidad, positiva o negativa según los casos, y justifican la intervención del Estado para ampliar su consumo o para restringirlo. Un ejemplo son los primeros niveles de la educación: los individuos que no han accedido a ellos pueden no estar suficientemente capacitados para valorarlos, lo que puede garantizarse mediante compulsión. Otros ejemplos: el ahorro forzado y la contratación obligatoria de seguros para enfrentar riesgos graves (enfermedad, pérdida del empleo, vejez sin capacidad de generar ingresos) o bien vacunaciones obligatorias para prevenir enfermedades. Estos bienes representan la mayor parte de los gastos públicos en los Estados modernos.
Bienes públicos: Bienes económicos cuyos beneficios están disponibles para todos una vez que han sido provistos y para los que los costos de impedir que cualquier individuo se beneficie de ellos son altos. Cuesta poco o nada ponerlos a disposición de un usuario adicional, pues su consumo es indivisible o no rival. En la definición de Paul Samuelson se trata de aquellos "…bienes de los que todos se benefician en común en el sentido que el consumo de cada individuo de un bien semejante no lleva a ninguna sustracción en el consumo de ese bien por ningún otro individuo…". Si no se puede cobrar por acceder a ellos, o bien el costo de hacerlo es demasiado alto, estamos en presencia de un “bien público puro”. Al no haber rivalidad en el consumo ni costo marginal, es ineficiente cobrar por su consumo. Únicamente una entidad dotada de capacidad recaudatoria coercitiva, el Estado, puede permitirse producirlos, o proveerlos encargando su producción a terceros, en cantidad suficiente para satisfacer su demanda. La cantidad eficiente de oferta de bien público, la que maximiza el bienestar de la sociedad, es aquella para la cual se iguala el ingreso marginal social (la suma de los ingresos marginales individuales, es decir de la cantidad que está dispuesto a pagar cada consumidor, dado que el consumo es colectivo, aunque averiguarlo es en la práctica muy difícil pues los usuarios tenderán a declarar cantidades mayores que las que están efectivamente dispuestos a pagar) y el costo marginal de proporcionar ese bien público. Los bienes públicos pueden ser, según el ámbito geográfico que abarca su consumo, locales (calles, plazas, semáforos, alumbrado público), nacionales (administración pública, defensa, justicia, seguridad, estabilidad y coordinación económica, salud preventiva) y globales (seguridad internacional, estabilidad económica internacional, monitoreo del clima y catástrofes) e intergeneracionales (que se extienden a otras generaciones, como el conocimiento, la protección del medio ambiente o la erradicación de enfermedades).
Bienestar: En un sentido estrecho se remite a la disposición de bienes y servicios más allá de algún tipo de umbral de satisfacción de necesidades humanas. En un sentido amplio, se vincula a la suficiencia de los recursos económicos y ecológicos disponibles, como el ingreso que permite el acceso al consumo individual de bienes y servicios y a la vivienda, así como el acceso al consumo colectivo de bienes públicos y equipamientos en los territorios, junto a los servicios ecosistémicos que provee al entorno natural. También depende de aspectos no económicos ni ecológicos, como los grados de libertad personal, de salud, de seguridad, de exposición a discriminaciones de género, étnicas, de condición social o de orientación sexual, así como de la percepción subjetiva sobre la vida, la satisfacción en el trabajo y otras actividades personales, la vida comunitaria y la capacidad de influir en las decisiones políticas y administrativas. Que esos niveles de bienestar puedan aumentar y/o sostenerse en el tiempo depende de si los recursos que importan para la vida humana (naturales y físicos y de capacidades humanas, sociales, culturales y políticas) logren transferirse a las futuras generaciones.
Bien vivir: El concepto de bien vivir es se origina en el intento de traducción contemporánea de diversos enfoques de las culturas originarias de América Latina que enfatizan la noción de armonía entre los seres humanos y entre los seres humanos y la naturaleza. Se define como conjunto de orientaciones éticas para la esfera pública o bien como conjunto complejo de derechos, incluyendo derechos que se otorgan a la naturaleza y la consideración de sentimientos y afectos. Promueve la disolución de la dualidad sociedad-naturaleza y rechaza la idea de progresión lineal de la historia, criticando la nociones de desarrollo y de modernidad y sus ontologías subyacentes.
Capitalismo y economía de mercado: sistema económico en el que prevalece la acumulación privada de capital en empresas cuyos dueños o administradores producen bienes y servicios para obtener la máxima diferencia posible entre el costo de producción y el precio de venta, en medio de una amplia división del trabajo e intercambios descentralizados entre múltiples oferentes y demandantes, con un rol determinante de la circulación monetaria y los precios relativos en la asignación de recursos. Para Fernand Braudel, el capitalismo es un sistema de intercambio con empresas dominantes y concentradas que se superpone y domina la "vida material" cotidiana y su producción para autoconsumo o intercambio en el entorno inmediato y a la "vida económica", en la que se conectan a través del intercambio y la formación de precios múltiples productores y consumidores con presencia de la moneda y el crédito, es decir la economía de mercado propiamente tal.
Cambio climático y gases con efecto invernadero: Seis gases inciden en la composición de la atmósfera y contribuyen al calentamiento global. El dióxido de carbono (CO2) proviene de la quema de combustibles fósiles y de la fabricación de cemento; el metano emana de actividades humanas como la agricultura y de su producción industrial; el óxido nitroso es generado por la quema de biomasa en la agricultura, las actividades industriales y la cría de animales. A estos gases se suman los hidrofluorocarburos, los perfluorocarburos y el hexafluoruro de azufre, de uso generalizado como refrigerantes.
Costos de transacción: Costos adicionales al precio de compra en que un agente económico incurre al realizar una transacción, ya que sea que se expresen en dinero, tiempo o comodidad.
Desigualdad de ingresos y coeficientes de Gini y de Palma: disparidad existente entre los ingresos de las familias, los individuos o grupos o clases de individuos en un país o entre países. Se mide usualmente a través del coeficiente de Gini, que evalúa hasta qué punto la distribución del ingreso se aleja de una distribución igualitaria. La curva de Lorenz muestra los porcentajes acumulados de ingreso recibido total contra la cantidad acumulada de receptores, empezando a partir de la persona o el hogar más pobre. El coeficiente de Gini mide la superficie entre la curva de Lorenz y una línea hipotética de equidad absoluta, expresada como porcentaje de la superficie máxima debajo de la línea. Si su valor es 0 representa una equidad perfecta, mientras que un valor de 1 representa una inequidad perfecta. El Índice de Palma relaciona el nivel de ingreso promedio del 10% más rico de la población y el 40% más pobre, a partir de la observación de que el 50% restante suele obtener en los diversos países una proporción equivalente de los ingresos y por tanto mide mejor el nivel de desigualdad de ingresos.
Economía: conjunto de los procesos de producción de bienes y servicios destinados a ser consumidos para satisfacer necesidades y demandas humanas, tanto biológicas como socialmente construidas. Se realizan por actores e instituciones, en el contexto de espacios y ecosistemas dados, cuya interacción e intereses determinan la apropiación, el intercambio y la acumulación y reproducción de los recursos de producción y de los ingresos que resultan de los procesos de producción y consumo.
Economía mixta: economía en la que el gobierno fija algunos precios fundamentales (tasas de interés, salarios mínimos, tipos de cambio, tarifas de bienes de consumo básico), mientras el resto resulta de las interacciones de mercado, en la que el gobierno regula la producción privada con fines sanitarios, sociales y ambientales y en la que el gobierno produce directamente bienes a través de empresas estatales y provee servicios a través de administraciones públicas o bien los subsidia en proporciones significativas y encarga su producción a terceros. En diversas economías mixtas existen sistemas de redistribución de alto peso en el PIB que aseguran ingresos básicos a las personas de menos ingresos (redistribución vertical) e ingresos de reemplazo en caso de desempleo temporal o de enfermedad e incapacidad (redistribución horizontal). En ellas suele existir además una importante presencia de empresas cooperativas y de entidades económicas sin fines de lucro.
Economía social y solidaria: actividad productiva con finalidades sociales y ecológicas y que funciona con organizaciones sin fines de lucro. El primer principio de la economía social y solidaria señala que cada cual participa en ella no según su aporte de capital sino según su asociación en tanto persona a esta actividad. El segundo principio establece que una parte al menos del producto de la empresa común no puede ser objeto de retrocesión a los asociados: la empresa se dota así de un capital propio que permite su existencia autónoma. El tercer principio establece que el objeto de la asociación no es la ganancia de sus miembros, aunque les asegure un mayor bienestar al participar de una iniciativa común que rompe el aislamiento y un ingreso (salvo en el caso del voluntariado, muchas veces muy importante en este tipo de iniciativas), sino el proyecto que desarrolla. Existen formas de producción asociativas y sociales que son a la vez mercantiles y a la vez subsidiadass. Su carácter mercantil se manifiesta al vender bienes y servicios, a sus miembros como a no miembros. Lo que la distingue es que no actúa en función de maximizar la ganancia a obtener. Puede ser objeto de subsidio público, en su totalidad o en parte, bajo la modalidad de empleo directo o de microemprendimiento asociativo subvencionado.
Eficiencia económica: Producción, gestión y uso de un recurso que genera los mayores beneficios netos posibles.
Eficiencia dinámica: Situación en la que una economía agregada logra un balance entre la eficiencia estática de corto plazo en la asignación de recursos y estímulos de largo plazo que favorecen la innovación y su difusión en el tejido productivo, mediante subsidios a la investigación y el establecimiento de patentes de pago obligatorio a los inventores de productos y procesos por parte de quienes les usan con fines lucrativos. Estos subsidios y patentes pueden eventualmente disminuir la eficiencia estática en la asignación de recursos en el corto plazo pero aumentar el dinamismo económico y el crecimiento en el mediano y largo plazo.
Equidad tributaria vertical: principio según el cual el que tiene más ingresos debe pagar una proporción mayor de ellos que el que tiene menos ingresos (con tasas respecto a la base de ingresos que aumentan a medida que aumenta el ingreso, es decir mediante progresividad del impuesto). Los impuestos proporcionales a los ingresos y, más aún, los impuestos regresivos (proporcionalmente menores según aumentan los ingresos) son contrarios al principio de equidad vertical.
Equidad tributaria horizontal: principio según el cual los que comparten circunstancias idénticas o similares deben pagar montos de impuestos similares.
Externalidad: Fenómeno que aparece cuando un agente económico realiza una acción pero no soporta todos los costos o recibe todos los beneficios de la misma, según la definición de Arthur Pigou. La externalidad es negativa cuando los que son objeto de sus efectos no reciben un pago compensatorio de la parte activa, siendo el ejemplo más conocido es el de los que contaminan y no pagan compensaciones por ello. La externalidad es positiva cuando otros reciben los efectos sin que la parte activa reciba una compensación. Como muchas transacciones tienen efectos externos, la asignación de recursos no es eficiente sin intervenciones gubernamentales correctoras de alcance e intensidad equivalentes.
Falla de mercado: fracaso de la interacción espontánea entre oferentes y demandantes a través del sistema de precios para asignar eficientemente los recursos disponibles. La asignación de recursos es Pareto eficiente (en referencia al economista y sociólogo italiano Wilfredo Pareto) si ya no existe ningún nuevo posible intercambio que pueda llevar a alguien a una situación mejor sin perjudicar la de algún otro. La eficiencia en el intercambio es la condición en la que, cualquiera sean los bienes que produzca la economía, se distribuyen entre las personas de una manera tal que no existen ganancias que deriven de intercambios adicionales. Se encuentran agotadas las ganancias del comercio. Las principales fallas de mercado son las externalidades, los bienes públicos, las asimetrías de información que conducen a mercados incompletos y la ineficiencia dinámica. Muchos mercados no funcionan con oferentes y demandantes atomizados que no inciden en la formación del precio, sin barreras a la entrada, con productos homogéneos o con información perfecta de los agentes intervinientes en los intercambios. Por el contrario, muchos mercados son segmentados por la diferenciación de productos, o bien existen pocos oferentes y demandantes que realizan acuerdos de administración de precios en su beneficio y en la gran mayoría existen importantes asimetrías de información entre los participantes y efectos positivos o negativos de los intercambios bilaterales sobre el entorno económico y ambiental.
Falla de gobierno: Situación en la que la acción del gobierno disminuye la eficiencia económica. Se trata especialmente de la “búsqueda de renta” mediante protecciones regulatorias de intereses particulares por los formuladores de políticas o los burócratas públicos y el establecimiento de sesgos tributarios o de gasto público en favor de grupos de interés que disminuyen el bienestar. En las sociedades actuales suelen coexistir fallas de mercado y fallas de gobierno en combinaciones variadas, más o menos minimizadas por la capacidad del sistema político y de la sociedad civil de eliminarlas o limitarlas.
Incentivo: Beneficio, o reducción de costo, que motiva a un tomador de decisiones a favor, o en contra, de una determinada opción. En la definición de Jean Tirole, tanto los actores políticos, los empresarios, los asalariados, los cesantes, los trabajadores independientes o los funcionarios, “sea cual sea el lugar que ocupemos en la sociedad”, reaccionan a los incentivos a los que se enfrentan, por lo que los incentivos, ya sea materiales o sociales, junto a las preferencias individuales, definirían el comportamiento de las personas, el que puede ir en contra del interés colectivo.
Instituciones: Estructuras y reglas originadas en las costumbres o en las normas y leyes, que especifican quién decide qué en relación a quién. Se puede considerar instituciones tanto a los patrones de comportamiento de grupos y actores sociales como a las organizaciones formales del o los Estados que ejercen poder y autoridad a través de distintas formas de gobierno.
Impuestos y subsidios pigouvianos: políticas que buscan corregir los efectos externos. Su propósito es lograr, en el caso del impuesto, que el costo marginal privado (lo que le cuesta al productor poner a disposición de los consumidores la última unidad de un bien) más el impuesto sea igual al costo marginal social (lo que le cuesta a la sociedad la producción de un bien, es decir el costo marginal del productor privado y el costo que traslada a terceros). Este impuesto no genera una pérdida en la eficiencia de los mercados, dado que internaliza los costos de la externalidad negativa. Lo mismo ocurre con los subsidios a las externalidades positivas, sin los cuales no se provee la cantidad socialmente óptima de bienes que poseen esta característica: muchas personas dejan de beneficiarse de sus efectos, como en el caso de la educación, si solo se considera la provisión que resulta del costo privado de adquirirla. El incremento en el ingreso marginal de todos los consumidores es mayor que el ingreso marginal de los productores al producir una unidad adicional: el mercado produce una cantidad inferior a la eficiente. Se provoca una divergencia entre el beneficio privado y el beneficio público (el primero es menor que el segundo) que debe ser corregido mediante “soluciones pigouvianas”.
Mercados: los mercados son mecanismos de intercambio descentralizado de bienes, servicios, recursos humanos y de capital, en el que la interacción competitiva entre las ofertas y sus demandas determinan sus precios. Los mercados no existen en estado puro, requieren de instituciones para funcionar y se apoyan en la moneda y en reglas de intercambio en que las que se expresan asimetrías de poder enre los participantes del mercado. De acuerdo a la ley de la oferta y la demanda, un aumento del precio de un bien diminuye su cantidad demandada y aumenta su cantidad ofertada y a la inversa en el caso de una disminución del precio. La intensidad de la relación se denomina elasticidad-precio de la oferta o de la demanda.
Mercados incompletos: situaciones en las que no existe un mercado para algún bien o para algún riesgo (como en el caso de selección adversa y riesgo moral en los seguros, especialmente de salud, lo que obliga al Estado a proveer seguros o a inducir su oferta), o bien situaciones en las que algunos individuos no pueden obtener préstamos para determinados fines, con el efecto de una sub-provisión de crédito a la economía.
Monopolio: situación de mercado en la que existe un solo oferente frente a múltiples demandantes y en la que el monopolista determina el precio en detrimento del consumidor. El monopsonio es la situación en que existe un solo comprador frente a múltiples oferentes. El oligopolio y el oligopsonio son las situaciones de mercado más frecuentes, en las que un número limitado de oferentes (o demandantes) se enfrentan a intercambios con múltiples demandantes (u oferentes).
Monopolio natural: monopolio que existe porque los costos promedio de producción declinan debajo del nivel de oferta demandado en el mercado, haciendo que la entrada de nuevos productores al mercado no genere ganancias y que sea eficiente mantener un solo oferente dadas las economías crecientes a escala. En este caso el costo total promedio está por encima del costo marginal y la tarifa a usuario debe poder cubrir ese costo total promedio, aunque lo eficiente sea la igualación del ingreso y el costo marginales, como en el caso de los bienes de peaje.
Participación en el ingreso: la participación porcentual en el ingreso o en el consumo es la participación que se devenga a subgrupos de población representados en percentiles, deciles o quintiles.
Pasajero clandestino: persona que se beneficia de un bien público sin pagar por él. Dado que es por definición difícil impedir a alguien el uso de un bien público puro, los que se benefician de él tienen el incentivo de evitar pagar por dicho uso velando solo por su propio interés, sin contribuir al esfuerzo conjunto. Este efecto hace necesario que la provisión de bienes públicos puros deba ser gubernamental, directamente o mediante encargo subsidiado a terceros.
Pérdida irrecuperable de eficiencia: la diferencia entre lo que ganan los productores y el valor monetario de lo que los consumidores pierden cuando el resultado de la producción se encuentra restringido en situaciones de competencia imperfecta o bien la diferencia entre lo que el gobierno gana y los consumidores pierden al establecerse un impuesto.
Producto Interno Bruto (PIB): Suma del valor agregado de todos los productores residentes en la economía más todo impuesto a los productos, menos todo subsidio no incluido en el valor de los productos. Se calcula sin hacer deducciones por depreciación de bienes manufacturados o por agotamiento y degradación de los recursos naturales utilizados.
Pobreza: núcleo irreductible de privación humana absoluta que incluye el hambre, la desnutrición y el sufrimiento visible. A inicios del siglo XX, Rowntree definió a las familias en situación de “pobreza primaria como aquellas cuyos ingresos totales resultan insuficientes para cubrir las necesidades básicas relacionadas con el mantenimiento de la simple eficiencia física”. El hambre es el aspecto más notorio de la pobreza y la desnutrición capta un importante aspecto de ella, pero las necesidades de alimentación varían de acuerdo a la condición física, las condiciones climáticas y los hábitos de trabajo y es difícil definir los requerimientos mínimos para los rubros no alimentarios. Este problema usualmente se soluciona calculando la proporción del gasto de alimentos en el consumo total y se considera los costos mínimos de alimentación para establecer los requerimientos mínimos de ingresos. Pero la idea de pobreza no es precisa, por lo que cada vez con mayor frecuencia se usa más de un criterio de medición y se construye indicadores multimensionales que agregan a la carencia de ingresos aspectos como la salud, la educación, la vivienda y la inserción social de las personas.
Pobreza relativa: El concepto de “privación relativa” sostiene que ser pobre tiene mucho que ver con situaciones en las cuales hay personas que poseen menos ingresos, peores condiciones de empleo o poder que otras, o bien que así lo perciben de acuerdo a criterios de justicia y de “quién tiene derecho a disfrutar qué”. La OCDE establece la línea de pobreza relativa como el 50% de la mediana de ingresos.
Producción basada en bienes comunes: cuando no se utiliza derechos exclusivos para organizar un esfuerzo de captura de su valor, y cuando la cooperación se logra a través de mecanismos sociales distintos de las señales de precios u orientaciones jerárquicas.
Régimen de crecimiento: modalidad combinada de uso de la fuerza de trabajo para la producción, de distribución de los recursos e ingresos entre categorías de miembros de la sociedad y de acumulación de capital.
Renta económica: pago en exceso a un factor de producción respecto a lo que se requeriría para obtener la oferta de ese factor. Ocurre con frecuencia con las localizaciones más demandadas en las ciudades o con las materias primas de alta demanda y oferta limitada, como los productos mineros.
Renta monopólica: la utilidad obtenida por un monopolista (único oferente de un bien o servicio) que resulta de la reducción de la producción y el incremento del precio desde el nivel en que el precio iguala el costo marginal.
Riesgo moral: tendencia de los que compran seguros a ser menos cuidadosos al tener un incentivo reducido para evitar aquello por lo que se han asegurado.
Selección adversa: es el fenómeno que se produce cuando una compañía de seguros aumenta su precio y los mejores riesgos (los que tienen menor probabilidad de reclamar un pago) se sustraen del mecanismo de seguro, con lo que la mezcla de demandantes de un seguro cambia de manera adversa para éste. En el extremo puede llevar al colapso de la oferta. Se utiliza hoy más generalmente para referirse a efectos en la combinación o mezcla de trabajadores, demandantes de crédito, productos en venta y así sucesivamente que resultan de cambios en salarios, tasas de interés, precios u otras variables.
Sistema económico: modo de producción, distribución y consumo de bienes, moldeado por instituciones en base a relaciones de poder y dominio sobre los recursos entre categorías y grupos que conforman la sociedad.
Teorema de Coase: Para Ronald Coase, es posible evitar las soluciones de impuestos y subsidios a través de la atribución de derechos de propiedad negociables (como por ejemplo el agua y el aire, en el caso de las contaminaciones), lo que los transformaría en mercancías como las demás, sujetas a intercambios de mercado en condiciones de eficiencia, en tanto los derechos de propiedad y las responsabilidades estén bien definidos y no haya costos de transacción. En ese caso las personas pueden ser tenidas por responsables de cualquier externalidad negativa que impongan a otros y deberán pagar por ellas. Sin embargo, la competencia perfecta es poco frecuente. Lo es más el caso de monopolio del emisor, o de monopolio bilateral, cuando la emisión de un agente afecta a un agente, y también es más frecuente el caso de bienes públicos (sin rivalidad en el consumo y con imposibilidad de cobro), lo que hace poco practicables las “soluciones coasianas”.