Libros, mapas y objetos exóticos

Los libros de viaje fueron uno de los más sobresalientes resultados de las observaciones llevadas a cabo por estos primeros viajeros y viajeras, a comenzar por la famosa carta de Cristóbal Colón, que sólo entre 1493 y 1500 alcanza veinte ediciones en su versión latina. Seguirán los etnólogos y los historiadores, que hablarán del pasado y del presente de América, de África y de la India portuguesa hasta los confines de China y Japón. Los saberes tienden a reunirse pronto en tratados generales: la Suma Oriental de Tomé Pires (Venecia, 1550) y la Historia natural y moral de las Indias de José de Acosta (1590). También pronto surgen las recopilaciones de los numerosos relatos de viajes escritos por sus protagonistas: Giovanni Battista Ramusio publica Delle navigationi e viaggi (Venecia, varios tomos a partir de 1550), mientras Richard Hakluyt hace lo propio con susPrincipal Navigations of the English Nation (Londres, 1589). A finales del siglo XVI, el corpus bibliográfico que habla de los espacios extraeuropeos ha alcanzado ya un volumen más que considerable.

Las exploraciones pronto tendrán su trasunto cartográfico en el mapamundi de Juan de la Cosa de 1500, al que seguirán muchos otros mapas, una verdadera explosión que se expande por Europa y que supera las trabas impuestas por los gobiernos a la divulgación de los hallazgos obtenidos por los exploradores y navegantes a su servicio. La letra impresa y la representación cartográfica se verán acompañadas de las imágenes suministradas por las estampas: son los dibujos de los etnógrafos españoles, las imágenes del virginiano John White o las ilustraciones del Itinerario de Jan Huyghen van Linschoten, a las que se unirán más tarde las vedute de Albert Eeckhout o Frans Post. Los libros, los mapas y las estampas fueron la vanguardia impresa de la invasión de los objetos: las joyas, los abanicos, las cerámicas, las maderas preciosas, los tejidos o los herbolarios, que componen las Wunderkammer, los gabinetes de curiosidades, que reunían los productos raros de los otros mundos repartidos entre las secciones de exotica, naturalia y artificialia. El nuevo saber se puede ver y, también, tocar.

Mapa de Juan de la Cosa, 1500