El siglo de los descubrimientos

En 1492, un navegante genovés al servicio de las Coronas de Castilla y Aragón, Cristóbal Colón, descubre América, navegando hacia China desde Europa en dirección a Occidente.  A partir de ahí los españoles toman contacto con las tierras de este Nuevo Mundo: las Antillas, Centroamérica, México y Perú. Otras exploraciones van descubriendo nuevos espacios, al Este (Brasil), al Norte (Virginia, Canadá), al Sur (Chile, Río de la Plata). La América desconocida se revela a los europeos a lo largo del siglo XVI.

Entretanto los portugueses navegan por las costas del África Occidental (Sierra Leona, Costa de Marfil, Ghana), llegan hasta el reino del Congo y, siguiendo hacia el sur, alcanzan el Cabo de Buena Esperanza. Este ciclo de exploraciones acometido a lo largo del siglo XV permite a Vasco de Gama doblar la punta sur africana y llegar a las costas orientales del continente, donde toma contacto con el país de Zanj, el conjunto de ciudades de estados del Océano Índico, desde donde se puede alcanzar el reino interior del Monomotapa.

  

También permite alcanzar la costa occidental de la India, donde establecen la que será la capital de sus territorios asiáticos, la ciudad de Goa. A partir de ahí, los lusitanos avanzan sin cesar hasta el este, instalándose en los diversos territorios con los que van entrando en contacto: Ormuz (en el Golfo Pérsico), Malaca (en la península malaya), Ternate (en las islas Molucas), Colombo (en Ceilán), Hirado y Nagasaki (en Japón) y Macao (en China). A partir de ahí toda Asia se abre a los intercambios mercantiles y culturales con los portugueses.

En 1513, Vasco Núñez de Balboa cruza Panamá de este a oeste y descubre la Mar del Sur, demostrando la posibilidad de comunicación entre América y Asia. Esto permite la organización de la expedición de Fernando de Magallanes, que alcanza las Islas Filipinas (donde los españoles se instalarán definitivamente en 1565), aunque tras su muerte será Juan Sebastián Elcano quien complete la primera vuelta al mundo en 1522. Y permite también la exploración española del Océano Pacífico durante todo el siglo XVI.