Edad del Bronce
En los primeros siglos del II milenio a.C. en la Península Ibérica aparecen las culturas más significativas del Bronce Antiguo, y hacia mediados del milenio, el Bronce Medio. Como en las etapas anteriores no hay un desarrollo homogéneo en todas las regiones, sino que algunas evolucionaron poco y lentamente, mientras otras son las pioneras en el proceso de cambio.
BRONCE ANTIGUO
En el sudeste, la cultura de El Argar en Almería ocupa una zona geográfica casi idéntica a la de los Millares. Nace una cerámica muy característica: oscura, de aspecto metálico, lisa, con formas como cuencos, vasos ovoides, ollas y vasos tulipiformes con carena.
BRONCE MEDIO
La cultura de El Argar continua siendo la más representativa de este periodo. La cerámica sigue siendo negra, brillante y lisa, salvo algunos mamelones o líneas incisas, y las formas han sido clasificadas en ocho tipos por Siret, a los que Cuadrado añade las cucharas. Cuencos, ollas y vasos ovoides siguen la tradición anterior, mientras que los vasos lenticulados o las copas de pie alto aparecen por primera vez. Destacan los vasos tulipiformes con fuerte carena.
BRONCE FINAL
A la Península Ibérica llegan distintas corrientes socio-culturales a finales del II milenio a.C.: Atlántica, Mediterránea y Centroeuropea, experimentándose un importante proceso de cambio. Es complicado establecer una cronología única para esta etapa, debido a la diversidad cultural de las distintas áreas. En términos generales se aceptan como fechas límites el 1250 a.C. para el inicio, y el 700 a.C. como fecha de transición a la Edad de Hierro.
Meseta: representada por la cerámica de Cogotas I que tiene sus raíces en la fase anterior y continuará hasta la Edad del Hierro con Cogotas II. Su cerámica se caracteriza por estar elaborada a mano, con decoraciones incisas, boquique y excisas, que pueden tener antecedentes en el campaniforme de Ciempozuelos; además por su buena factura y homogeneidad en las formas: cuencos de cuerpo troncocónico, fuentes de carenas altas, vasos globulares.
Andalucía occidental: aparecen cerámicas con decoración bruñida y pintada geométrica, vasos con carena muy marcada y decorados con surcos, botellas con gallones en relieve, etc. Esta zona es un verdadero mosaico cultural, con crecientes relaciones entre regiones, que dará lugar durante el Hierro I a la Cultura Tartésica.
Noreste: al final de la Edad del Bronce en la zona de Cataluña, Valle del Ebro y el norte del País Valenciano, existían unos grupos de ascendencia centroeuropea. Estos grupos incineraban los cadáveres y depositaban sus restos en urnas de cerámica que enterraban en cementerios comunitarios, auténticos Campos de Urnas que han dado nombre a este grupo cultural. Las cerámicas decoradas con motivos acanalados sobre vasos bicónicos de borde convexo van a distinguir a estos grupos.
Reproducciones de cerámica de este periódo realizadas por Vicenta Rico
Cerámica excisa de Cogotas-I (Por José-Manuel Benito Álvarez CC BY-SA 2.5)