Calcolítico

El III milenio a.C. se acepta, en términos generales, como el comienzo del Calcolítico en la Península Ibérica.  Esta etapa fue definida principalmente por criterios tecnológicos. Sin embargo, en este periodo no sólo el metal fue un elemento innovador, sino que se produce una importante complejidad social, que aparece confirmada por aspectos como: las diferencias en algunos ajuares funerarios, la fortificación de una parte de los poblados, los diferentes tamaños y funciones de los mismos , los cambios de ubicación de los lugares de asentamiento, y las nuevas tecnologías agrícolas y ganaderas.

En la Península Ibérica no se produce un desarrollo homogéneo y el avance de estas sociedades complejas no es un proceso global. Atendiendo a este desarrollo se han hecho diferentes periodizaciones, la más aceptada es: Calcolítico Antiguo precampaniforme (primera mitad de III milenio a.C. hasta el 2250 a.C.) y Calcolítico Reciente, con campaniforme, desde el 2250 a.C. hasta en torno al 1900 a.C.

CALCOLÍTICO PRECAMPANIFORME

Esta primera fase está centrada básicamente en la Cultura de los Millares (Almería), Vilanova de Sao Pedro y Zambujal (Portugal).

Aparecen las cerámicas incisas, con motivos geométricos y naturalistas que, en ocasiones, repiten motivos de ídolos oculados, heredados del  Neolítico. La más frecuente y abundante es una cerámica de producción local, tosca, con desgrasantes burdos, lisa, con engobe rojo (almagra) y negro, con formas de vasos de perfil simple como cuencos y platos, cubiletes y carretes. En los tholoi del Algarve y el Guadiana-Guadalquivir, lo más significativo son los platos de borde almendrado. En la Región Centro, en el poblado del Ventorro existe un predominio de cerámica lisa con cuencos, ollas y vasos rectos, así como escudillas. La única decoración de esta primera fase sería una decoración de cordones digitados y mamelones.

CALCOLÍTICO CON CAMPANIFORME

El vaso campaniforme que aparece prácticamente en toda la Europa calcolítica, representa un momento avanzado de este periodo en la Península Ibérica, en el tránsito del III milenio al II a.C. Parece ser que el motivo del éxito y difusión del vaso campaniforme se debió a que era una cerámica de lujo y, por tanto, muy apreciada como objeto de intercambio.

Son una serie de recipientes cerámicos hechos a mano, la mayoría de las veces de color rojo, aunque también aparecen tonos negruzcos; principalmente vasos con forma acampanada, cuencos y cazuelas, y en menor medida copas y platos con pies o vasos polípodos, ricamente decorados a base de motivos geométricos en líneas horizontales y bandas. Generalmente  impresas con conchas, peines de dientes múltiples y cuerdas, aunque también las hay incisas. En ocasiones las decoraciones pueden estar rellenas de pasta blanca. Aparecen tanto en zonas de hábitat como en ajuares funerarios.

En la Península Ibérica se han identificado 5 estilos diferentes de esta cerámica: los regionales (Palmela, Salamó, Carmona, Ciempozuelos; Sureste, Levante, Meseta, Galicia, Valle del Ebro y Baleares), Estilo AOC (All Over Corded), Marítimo, CZM (Coded Zoned Maritim) y Puntillado.

Reproducciones de cerámica campaniforme realizadas por Vicenta Rico