Una vez mas amaneciendo un domingo de cruda, en pleno desayuno a la esquina de mi casa, el Habana Café como siempre me consiente en los momentos de desesperanza de salud, que puedo hacer que concentrarme en escribir mientras escucho música latina, veo menear el botiquín de la mesera y disfrutar de poder tener ropa limpia en un rato mas, a secarla y regresar a mi sociedad de depto. Casa a veces es saludable, pero la neta es que más de dos personas es un poco too much.