La comunicación asertiva es una técnica clave en la psicología que implica expresar pensamientos, sentimientos y necesidades de manera directa, honesta y respetuosa. Es una forma de comunicación que está entre la pasividad (no defender los propios derechos) y la agresividad (invasión de los derechos de otros). La comunicación asertiva se basa en el equilibrio, buscando el respeto mutuo y la comprensión.
Algunas rutinas para ejercitarla:
Antes de comunicar, la persona debe entender sus propios sentimientos y necesidades. Esto requiere autoconciencia.
Ejemplo Práctico: Un adolescente se siente frustrado porque su amigo siempre elige los planes de fin de semana. Antes de hablar con su amigo, reflexiona sobre lo que realmente quiere y cómo se siente al respecto.
La comunicación asertiva es más efectiva en un entorno tranquilo y privado, donde las partes pueden hablar sin interrupciones.
Ejemplo Práctico: El adolescente elige hablar con su amigo en su casa, en lugar de en la escuela donde podrían ser interrumpidos o escuchados por otros.
Usar "yo" en lugar de "tú" para describir los problemas reduce la posibilidad de que el interlocutor se sienta atacado y se ponga a la defensiva.
Ejemplo Práctico: El adolescente dice, "Me siento como si mis preferencias no se tomaran en cuenta cuando hacemos planes", en lugar de "Tú siempre eliges lo que hacemos".
La persona debe ser clara sobre lo que piensa y siente sin ser vaga o hablar alrededor del problema.
Ejemplo Práctico: "Me gustaría poder decidir juntos a qué lugar vamos este fin de semana".
La comunicación asertiva también implica escuchar lo que la otra persona tiene que decir y mostrar respeto por sus opiniones y sentimientos.
Ejemplo Práctico: El adolescente escucha atentamente cuando su amigo explica su punto de vista y luego responde sin interrumpir.
La comunicación no verbal también es importante. Mantener el contacto visual muestra confianza y sinceridad. Una postura abierta y relajada ayuda a mantener un ambiente cordial.
Ejemplo Práctico: El adolescente mantiene el contacto visual y se sienta de frente a su amigo mientras hablan.
Ser asertivo también significa ser capaz de decir "no" y establecer límites saludables.
Ejemplo Práctico: Si el amigo sugiere algo que el adolescente no quiere hacer, puede decir, "Prefiero no hacer eso esta vez, pero aquí hay otra idea".
Prepararse para la posibilidad de que la otra persona reaccione negativamente y tener estrategias para manejarlo de manera calmada.
Ejemplo Práctico: Si el amigo se molesta, el adolescente puede mantener la calma y decir, "Entiendo que estás sorprendido por mi petición, pero creo que es importante hablar de esto".
La asertividad a menudo requiere práctica. Reforzar estas habilidades en diversas situaciones ayuda a mejorar la comunicación a largo plazo.
Ejemplo Práctico: El adolescente practica ser asertivo en situaciones menos desafiantes para construir su confianza.
La comunicación asertiva es una herramienta poderosa para mejorar las relaciones interpersonales y fomentar el respeto mutuo. A través de su uso, los adolescentes pueden aprender a expresar sus necesidades y límites de manera efectiva, lo que puede reducir la probabilidad de conflictos y malentendidos.