Una forma de clasificar los materiales que nos rodean consiste en atender al origen de los mismos, de manera que se distingue entre:
Materiales naturales. Se encuentran en la naturaleza. Ejemplos: rocas, minerales, agua, madera, cuero, lana, algodón, seda.
Materiales artificiales. Han sido transformados por el ser humano. Ejemplos: hormigón, metales, vidrio, papel y cartón, cerámica, plásticos, nailon, silicona.
Las sustancias sintéticas son estructuras complejas formadas a partir de otras más sencillas. En el lenguaje cotidiano se asocian a sustancias no naturales creadas en el laboratorio, pero en realidad también hay muchas sustancias (bio)sintéticas creadas por los seres vivos. Así pues, tenemos:
Sustancias sintéticas naturales. Ejemplos: vitamina C, en una naranja; ácido salicílico, en la corteza del sauce y del abedul; glucosa, formada por las plantas en la fotosíntesis.
Sustancias sintéticas artificiales. Los científicos y científicas han logrado crear sustancias sintéticas iguales a las que existen en la naturaleza, como las vitaminas o el ácido salicílico. También han formado otras nuevas que no existen en la naturaleza, como los plásticos derivados del petróleo, muchos medicamentos o fertilizantes