En México se declaró el 23 de mayo como Día del Estudiante con el objetivo de reconocer su trabajo importante en la sociedad, buscan su desarrollo personal, conocimiento y progreso al país. En México no es un día festivo, sin embargo se realiza una convivencia entre estudiantes agradeciendo sus logros y esfuerzos. 

Debido a las protestas, el 23 de mayo la Escuela de Derecho fue agredido brutalmente por fuerza del orden público. Más adelante, los estudiantes de Medicina protestaban en defensa por la agresión que habían padecido sus compañeros. El director de la facultad, Dr. Fernando Ocaranza, rechazó a la policía.

La presión fue aumentando durante la marcha donde más de 15,000 alumnos (as) le hicieron saber al presidente Portes Gil sus demandas, resaltando la autonomía universitaria como anhelo estudiantil. Tras las constantes manifestaciones, el jefe Ejecutivo ordenó la retirada de los elementos policiacos; acto seguido, prometió a la comunidad estudiantil la ansiada autonomía de la instalación y días más tarde se concedió.