RESIGNIFICACIÓN DEL SIEE. CLIQUEA LA SIGUIENTE IMÁGEN PARA REVISAR LAS EVIDENCIAS.
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Resignificar el Sistema Institucional de Evaluación de los Estudiantes (SIEE) constituye un acto urgente y profundamente transformador en las instituciones educativas que aspiran a ser coherentes con los principios de inclusión, diversidad y formación integral. Lejos de concebirse como un mecanismo meramente técnico de medición del rendimiento académico, el SIEE debe entenderse como una herramienta pedagógica y ética que orienta los sentidos del aprendizaje, legitima saberes diversos y garantiza el derecho a una educación de calidad para todas y todos.
En el contexto de las políticas educativas actuales, y especialmente bajo el enfoque del programa PTA/FI 3.0, la evaluación no puede seguir siendo homogénea, punitiva o excluyente. Debe responder a los retos de las aulas reales: diversas, desiguales y plurales. Evaluar en clave de inclusión implica reconocer que no todos los estudiantes aprenden de la misma forma, al mismo ritmo ni desde las mismas condiciones socioculturales. Por tanto, es necesario transitar hacia una evaluación formativa, contextualizada, dialógica y con sentido humano, que valore los procesos tanto como los resultados, y que promueva el desarrollo de todas las dimensiones del ser.
Un SIEE resignificado debe integrar principios como la equidad, la justicia cognitiva, la interculturalidad y el respeto a las trayectorias individuales de aprendizaje, fortaleciendo el sentido ético de la evaluación como práctica reflexiva que potencia capacidades, no que sanciona carencias. Esto implica incorporar indicadores cualitativos, criterios adaptativos, diversidad de instrumentos, y formas de retroalimentación que motiven el progreso continuo, sin reducir al estudiante a un número o a un promedio.
A su vez, este nuevo enfoque de evaluación debe estar al servicio de la formación integral, entendida como el desarrollo armónico de las dimensiones cognitiva, emocional, ética, estética, comunicativa, corporal y ciudadana. Evaluar integralmente es comprender que educar no es solo enseñar contenidos, sino formar personas críticas, sensibles, creativas y comprometidas con la transformación social. Por eso, el SIEE debe dialogar con el PEI, el currículo y la convivencia escolar, para consolidar prácticas pedagógicas más coherentes, inclusivas y transformadoras.
Resignificar el SIEE es también un compromiso con la democracia escolar. Significa abrir espacios de participación para que estudiantes, familias y docentes dialoguen sobre lo que significa aprender, mejorar y crecer. En este sentido, la evaluación deja de ser un acto solitario del docente para convertirse en un proceso compartido, corresponsable y formativo, que fortalece la relación pedagógica y el sentido de comunidad educativa.
Finalmente, resignificar el SIEE desde los principios de inclusión, diversidad y formación integral, como lo propone el PTA/FI 3.0, es una invitación a repensar la escuela como un espacio donde todas las subjetividades cuentan, donde cada estudiante tiene algo valioso que aportar, y donde evaluar es sinónimo de acompañar, reconocer y confiar en el potencial de cada ser humano.
MATERIAL QUE FAVORECE EL TRABAJO DOCENTE EN LAS ADAPTACIONES CURRICULARES PROPUESTAS POR LA UAI