Mané Ortega
Elegí ser profesor por dos motivos, por un lado porque mi padre lo era y mis hermanas estaban estudiando para serlo. Entonces era como una tradición familiar. Y después, porque estudié Ciencias Químicas y el trabajo de profesor me parecía cómodo, me gustaba dar clase, estaba bien pagado y tenía muchas vacaciones
Hay días que sí y días que no. En Secundaria dependemos mucho del alumnado, cuando damos una clase a gusto te sientes muy bien, pero cuando en una clase el alumnado presenta muchos problemas de disciplina, no te sientes tan bien. En líneas generales sí estoy contento con mi trabajo.
Muchos, quince por lo menos, en distintas ciudades.
Llevo poco tiempo y he vivido momentos agradables y desagradables.
Sobre todo que el nivel del alumnado fuera mejor. Creo que es bastante bajo para ser un centro de Sevilla.
Pros, que es una profesión relativamente cómoda, sueldo bueno y sobre todo por las vacaciones. Contras, pues mucha movilidad en el profesorado y eso es un handicap para desarrollar nuestra actividad, y que según el centro, nuestra labor puede ser más o menos cómoda.
Casi todos los proyectos que se realizan en los centros están muy bien, pero en concreto que es al aire libre, manipulativo, entiendo que está muy bien.