RESULTADOS

A la hora de comprobar si el proceso de fabricación del compost está teniendo lugar de manera adecuada, se deben controlar algunos parámetros. 

TEMPERATURA

La temperatura es una de las variables que nos da una noción de las diferentes fases que tienen lugar en el proceso. Para medirla, se utiliza un termómetro. Si el proceso se realiza en recipientes pequeños, es suficiente con usar un termómetro de cocina. 

Al representar las temperaturas frente a las semanas, para comparar los diferentes compost realizados por cada uno de nosotros, nos aparece la siguiente gráfica: 

Como se puede observar, aparece un aumento progresivo de temperatura que va desde los 21 ºC y alcanza un máximo de 42,6 ºC. Además, al dejar de añadir residuos las últimas semanas, la temperatura disminuyó. Así pues, y según los valores de temperatura obtenidos, puede comprobarse que aparecen las tres fases mencionadas anteriormente. Al realizar este proceso a pequeña escala, los valores de temperatura no han superado los 50 ºC. Lógicamente si se realiza a una escala mayor, la temperatura podría alcanzar los 70 - 80 C. 


Además, es importante señalar que el proceso tuvo lugar en los meses de verano. Debido a las altas temperaturas en el exterior, alguno de los compost dejó de aumentar la temperatura y hubo que tapar la compostadora, además de dejar de añadir residuos secos y empezar a añadir restos de frutas para ayudar al proceso. 

PH

El pH es una medida que depende de los iones de una sustancia e indica su grado de alcalinidad o acidez. Al ser el compost una sustancia sólida, su medición se realiza mediante la utilización de tiras medidoras. Así, se toma una pequeña cantidad del compost y se sumerge en agua. Después de unos minutos, se introduce la tira medidora. El cambio de coloración nos marcará su valor. 

La lectura de pH depende de los residuos orgánicos que se vayan añadiendo al compost. Además, la supervivencia de los microorganismos también depende del pH. Por lo tanto, cada fase quedará determinada por un determinado valor de pH. A lo largo del proceso, el pH irá variando al igual que la temperatura. El intervalo ideal para que la materia orgánica pueda transformarse es entre 5,8 y 7,2. 

En la siguiente gráfica aparecen reflejados los valores de pH para cada uno de los compost en función de las semanas. 

Como se puede observar, el proceso de transformación comenzó con valores por debajo de 7 pero conforme iban pasando las semanas, fue aumentando hasta quedar prácticamente neutro. Uno de los compost llegó a alcanzar valores muy superiores a 7 debido a que se añadieron cáscaras de huevo y posos de café. Para poder neutralizarlo, se añadieron residuos cítricos. El pH de los demás compost se ha mantenido bastante constante. 

HUMEDAD

Es importante mantener un porcentaje adecuado de humedad para que los microorganismos puedan reproducirse. 


Si se observa que el compost está seco, será conveniente regarlo. Si por el contrario, la humedad es excesiva, bastará con removerlo con más asiduidad o incluso cambiar el compost a un recipiente con mayor ventilación. En nuestro caso, al realizar el proceso en los meses de verano hubo que regar el compost con más frecuencia.


Para saber si la humedad del compost era la adecuada, se cogía de vez en cuando, un poco de compost con la mano y se apretaba. Así por ejemplo, cuando el compost se deshacía, significaba que estaba demasiado seco y había que regarlo. Si por el contrario, al apretarlo perdía agua, significaba que estaba demasiado húmedo. 


El compost al que se le ha añadido mayor cantidad de hierba se ha quedado más seco. Presentó mejor proporción de humedad, el compost al que se le añadieron residuos de temporada. 

OXÍGENO

Al ser un proceso aerobio, uno de los parámetros más importante es la cantidad de oxígeno. Así pues, para permitir que entre oxígeno en la pila, se remueve de vez en cuando. No es fácil medir si la cantidad de oxígeno es la adecuada, así que nos fijamos en la temperatura y la humedad para saber que el proceso está teniendo lugar de manera adecuada.


Además de los parámetros anteriores, es conveniente que no entren insectos hasta que no se alcance la fase de maduración. 


El compost que se ha obtenido huele a tierra de bosque. No huele a podrido. Además, tiene una textura suelta y no escurre agua cuando se aprieta con la mano. El color del compost es oscuro y no se reconocen los componentes originales. Si bien es cierto, que en el compost en el que se han añadido bastantes cáscaras de huevo, se ha quedado algún trozo de cáscara puesto que tarda en descomponerse.

TEST DE GERMINACIÓN

Para saber si el compost obtenido es de calidad, se realiza el test de la germinación.

La semilla germinó en torno a una semana o diez días. Además, una vez germinada la semilla, la planta presentaba un color verde intenso, sin putrefacciones, tallos doblados, marrones, hojas que amarillean o crecimiento irregular.