Todo este trabajo, es costoso, y a veces desagradecido, porque los resultados suelen hacerse esperar, en incluso después, no son los esperados. No obstante es una tarea enriquecedora, tanto para el alumnado, como para el profesorado. Resaltar, del claustro de profesores y profesoras, el respeto y la ayuda que han demostrado. Incluso desde aquellos que no creen en la virtud del espacio como elemento de aprendizaje, con su tolerancia han conseguido que los proyecto sigan adelante.
Muy importante hablar de la interdisciplinariedad en todos estos proyectos, en todos ellos hay varios departamentos involucrados, ya sea por el tiempo regalado de un compañero o compañera, el uso de otro aula en un momento dado, las horas robadas a otras materias, las ideas prestadas, cedidas y las ganas de hacer cosas todos junto y juntas hacen que las cosas fluyan de la mejor manera posible.
Pero esto tan solo es el comienzo, vamos lento porque vamos lejos, así que somos conscientes que nuestro tiempo de docentes y activos de este proyecto tiene que ser un proyecto a largo plazo.
Transformar los espacios no utilizados o infrautilizados.
Los primeros trabajos que surgieron fueron la transformación de los corchos, lo bautizamos con el nombre Territorio Comanche. La reutilización de los corchos comunes de los espacios comunes fue el primer paso, pero quedan todavía trabajo por hacer convirtiendo otros lugares en diferentes espacios del centro: Patio, y zonas comunes como el hall. Reutilizar, o más bien comenzar a utilizar no-lugares como las puertas de nuestras aulas, como ha sucedido con las de Música, Blanca García, la profesora, junto con los alumnos de 4º de ESO y la colaboración de la profesora de Tecnología Rebeca Tristán, pintó con pintura de pizarra y decoró las puertas, transformándolas en una suerte de ventanas, mostrándonos lo que sucede en su interior de una manera muy particular. Pasillos, lugares en los que pensamos que no sucede nada pueden ser susceptibles, de una limpieza, una nueva capa de pintura, tan sencillo como colocar plantas en rincones en los que entra la luz, tan fácil como tapar con vinilos de colores esos golpes en nuestras puertas….
Activar la Comunidad: Pedir donaciones y ayuda exterior.
Tratar con un presupuesto limitado, pero impulsado por un deseo de crear oportunidades de aprendizaje para que los estudiantes hagan, creen, y diseñen.
Nos planteamos realizar jornadas colaborativas con toda la comunidad educativa, por cuestión de tiempo no ha sido posible pero es algo que dejamos pendiente para el curso que viene. Plantear ayuda a los padres para que entren en el espacio de sus hijos y ayuden a rehacerlo.
Sobre búsqueda de ayuda en el exterior, ya hemos tenido dos colaboraciones con Patrizia di Monte, en la sesión de RePensandoEspacios y con Noemí Calvo Macipe que nos ayudó y aconsejó en la recreación realizada por los alumnos de 3º de PMAR y por nuestra compañera Ana Aguilera del Departamento de Orientación.
Varias alumnas del centro fueron a la Junta de Distrito a presentar el proyecto, tras esa acción se pudo presentar un presupuesto que más tarde aprobaría la Junta, concediéndonos una cantidad de 2200 euros que nos facilitará el material fungible y las colaboraciones del exterior para poder seguir con nuestro proyecto.
Capacitar a los estudiantes para diseñar y crear, tomando sus propias decisiones.
Cogiendo como ejemplo el caso del aula de 2º PMAR, tomaron decisiones sobre los espacios en los que habitan y trabajan. Sería construir la cultura de la comunidad y la escuela mientras fortalecen a los estudiantes a resolver problemas del mundo real. Desde un proyecto de aula, que fue "Los cambios te cambian", diseñaron un nuevo lugar.
Lo mejor de la convivencia y la vida de los espacios educativos es el efecto contagio, de ahí que más compañeras se unieran al proyecto casi de manera espontánea.
La compañera de Pedagogía Terapéutica, también realizó intervenciones en su aula, construyendo un lugar más agradable para sus alumnos y alumnas, invitándolos a trabajar en ello y a decidir cómo querían que fuera, o que elementos querían añadir, por ejemplo en las ventanas de su aula.
La difusión de proyecto creemos que es importante, por esa razón acudimos a las Jornadas de la Facultad de Educación Jueves de Buenas Prácticas y a la Facultad de BBAA dentro del programa Del aula al master, para poder dar a conocer el proyecto RePensandoEspacios.
A la Facultad de Educación tuvimos la inestimable colaboración de alumnas de 1º ESO y alumnos de 4º ESO.
Partir de objetos usados, reciclar.
Trabajar con materiales de segunda mano y darles una nueva vida. Establecer relaciones con los gestores locales. (Proyecto Harinera-4ºESO) Si bien, la propuesta que se planteó desde el departamento de Artes Plásticas era que el que quisiera trajera algún objeto que se pudiera reciclar, reestructurar, darle una nueva vida. El tema cambió radicalmente cuando se ideó un concurso para que participará el que quisiera, aunque hay que admitir que hubo que estar encima de los grupos más colaboradores para que ellos presentaran trabajos y proyectos.
Los objetos más inusuales o con menos aspecto de poder llegar a tener un final artístico nos pueden sorprender…Así surgió Re-Pensando Objetos, el concurso y el Proyecto Harinera 4º ESO y 3º PMAR. El primer proyecto se desarrolla desde una serie de objetos de desecho que reutilizamos, el logro de este proyecto satélite será el conseguir que unos alumnos de 1º ESO lo diseñaran, y al mismo tiempo, alumnos del grupo 2º no bilingüe los acabaran de materializar. Ha sucedido de igual manera en cada empresa que se comenzaba, unos comenzaban, otros seguían, y alguien lo terminaba, sin importar la autoría final. En el proyecto de la Harinera, que también se centra en el reciclaje de unos enseres y en la construcción de muebles para que luego se puedan utilizar y disfrutar en el instituto, intenta ir un poco más allá, e incide en el concepto de desubicación.
La propuesta de desubicación se plantea hacia dos direcciones. Por orden de actuación, la primera sería la de implicar al alumno en su ciudad y en el tejido cultural que se desarrolla en ella. Desde un tiempo a esta parte en la ciudad en Zaragoza, como en muchas otras se está tejiendo una red de espacios con un componente social y asambleario muy potente en los que el ciudadano es elemento activo, Harinera, es un espacio reconstruido manteniendo su espíritu industrial. Es un espacio clave, ya que facilita las instalaciones para poder realizar las actividades en el centro, es por decirlo de alguna manera, sacar el aula a la ciudad, que los alumnos se encuentren con su ciudad y con los cambios que están sucediendo en ella. Siguiendo la estela de los acontecido en estos espacios, pasaríamos a estudiar, y a analizar cómo nosotros, “habitantes” del espacio-aula, podemos rediseñar nuestro propio espacio de aprendizaje y por ende, nuestro lugar en el mundo. Desde el diseño, el reciclaje, no sólo de objetos, de mobiliario, sino también de espacios totales, los alumnos y alumnas irán, como decía Hoyuelos en Diálogos entre la arquitectura y la pedagogía, a encontrar su identidad y su propio sentido en una relación respetuosa en la que se siente acogido.
El curso 2016/17 realizamos un tímido acercamiento al mundo de pintura de baldosas, pintamos un rincón del pasillo de la planta baja, recreando una imagen muy british con telephone incluido. Esta apuesta nos ha animado a seguir por esa línea y el curso 2017/18 se propone pintar las baldosas de la planta 1ª...