La regla de los tercios es una de las normas de composición más famosas y usadas.
La regla de los tercios es una de las técnicas compositivas más útiles en fotografía. Esto se debe a que puede aplicarse a cualquier tipo de foto para producir imágenes bien equilibradas y que atraigan la atención.
Mira una de tus fotografías y mentalmente divídela en tres tercios imaginarios, tanto horizontales como verticales. La imagen te quedará dividida en 9 partes iguales, y los cuatro puntos de intersección de esas líneas son los que van a fijar los puntos adecuados para situar el centro, o centros, de interés de nuestra foto. De esa forma estaremos rompiendo con la común costumbre de situar a nuestro sujeto o elemento protagonista justo en el centro del encuadre.
Cada uno de estos cuatro puntos de intersección se denominan puntos fuertes. Cuando estemos haciendo una foto, si solo existe un único punto de interés, es preferible situarlo en uno de los cuatro puntos de intersección mencionados en lugar de hacerlo directamente en el centro de la foto. Esto suele generar mayor atracción en el espectador que cuando el centro de interés esta en el mismo centro de la fotografía.
Las fotografías hechas con base en la regla de los tercios son atractivas porque dan una sensación de profundidad, son equilibradas y guían el ojo de quién las mira directamente al centro de interés.
Para aclarar cualquier duda pasemos a la práctica. Toma una foto y divídela en tres tercios horizontales y verticales. De esta manera la imagen queda dividida en 9 partes iguales, lo esencial son los 4 puntos donde convergen estas líneas. Se llaman puntos fuertes, y ahí es donde se centra la atención, es decir, hacia esos puntos va naturalmente la vista al escanear una imagen con la mirada. Aprovecha este conocimiento para colocar en esas intersecciones los objetos que quieras destacar dentro de la imagen.
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https://www.dzoom.org.es/regla-de-los-tercios/
https://www.canva.com/es_mx/aprende/regla-de-los-tercios/
Ahora que ya hablamos de composición debes saber que el recurso más clásico y efectivo para componer en fotografía es la regla de los tercios.
Para entrar en detalle sobre esta regla, primero hay que hablar sobre la proporción áurea. Lo primero es entender la Sucesión de Fibonacci, que no es más que una serie infinita de números en donde la suma de los números consecutivos da como resultado el siguiente: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55 y así infinitamente. Lo sorprendente no es esa serie sino que al dividir cada número entre su anterior, el resultado se aproxima al número áureo: 1.618033. La magia de este número es que encierra en sí una proporción entre dos segmentos. De tal forma que si divides un rectángulo infinitamente, lo que obtendrás será una espiral, que es conocida como espiral áurea.
Así luce la espiral que se forma al dividir un rectángulo al infinito.
Algunas fotos tienen estas proporciones y no siempre se hicieron así a propósito pero de igual manera resultan atractivas al ojo. El tema ya es cosa aparte…
Como ya habíamos explicado anteriormente, al aplicar la regla de los tercios a tus composiciones las divides en 9 cuadrados iguales con 4 puntos donde se intersectan (los cuales son los puntos de interés de tu composición). Se conoce que la mayoría de personas ven un sitio web siguiendo un patrón en forma de Z o F. Según esta información, los usuarios ven las páginas de arriba hacia abajo, de esta manera, la esquina superior izquierda es el área que tiene mayor atención y este suele ser justamente el lugar donde se coloca el logo de la empresa en una página web.
Los puntos que se intersectan en la cuadrícula no tienen que ser necesariamente usados para colocar enlaces o cualquier otro elemento que consideres importante, sino que puedes usarlo como marcadores que te indican que parte de tu layout es importante. Por ejemplo, podrías hacer que tu botón de llamada a la acción se alinee con la segunda recta horizontal.
Si deseas emplear esta técnica, recuerda que debe ser aplicada en el primer pantallazo de la página web. También puedes crear un archivo de las dimensiones en las que deseas realizar tu sitio web para poder determinar los puntos de interés mediante la regla de los tercios. Recuerda además que la regla de los tercios en el diseño web sirve como apoyo para mejorar la experiencia de usuario.
La regla de los tercios y la cuadrícula que resulta de ella no debe ser usada para realizar un diseño pulcro, sino como una herramienta para testear un diseño ya existente. En base a la cuadrícula podrías determinar que la barra de navegación debe estar más arriba, alinear el logo a una recta o incluso alejarlo de una intersección. Todo depende de los elementos que tengas que incluir en tu diseño.
Entonces, crea tu sitio web de acuerdo a tus habilidades y conocimiento de diseño y realiza modificaciones de acuerdo a ello. Otra forma de familiarizarte con la regla de los tercios es realizar capturas de pantalla de sitios web que te parezcan buenos y ver en qué medida cumplen con la regla de los tercios. Esta experiencia podría ser valiosa para ti como diseñador.
La simetría es un principio del diseño y en ocasiones, aplicar simetría a ciertos elementos puede ser útil. Pero si todos tus elementos son simétricos, tus diseños quedarían muy uniformes y aburridos. Es necesario agregar variaciones y la asimetría puede darle a tus composiciones la atención que estás buscando.
Ya mencionamos que la cuadrícula debería servir como una guía. El hecho de que todos los cuadrados sean iguales en tu cuadrícula no implica que ciertos elementos puedan sobrepasar estos límites. Este es un concepto que también se emplea en la diagramación de revistas y definitivamente se obtienen resultados más interesantes si existen elementos que rompan, de tanto en tanto, con la uniformidad de los párrafos. Este mismo principio puede ser llevado al diseño web.
Realizar variaciones, teniendo en cuenta la jerarquía entre los elementos es uno de las habilidades que debes adquirir como diseñador web. Por ejemplo, si usas una tipografía en gran puntaje para el título te aseguras que capte la atención. Para realizar un contraste puedes usar la misma tipografía, pero en menor puntaje. De esa manera, el punto central de atención sigue siendo tu título mientras que el cuerpo de texto sirve como apoyo.
Entonces, a pesar de que uses como base una cuadrícula simétrica y perfecta, el resultado final no debe cumplir con estas características. De hecho, es recomendable realizar contrastes y variaciones entre tus elementos para hacer tu composición más interesante.
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http://blog.aulaformativa.com/la-regla-de-los-tercios-en-el-diseno-web/