Elaboradas por los psicólogos de la Gestalt (movimiento surgido en Alemania, 1910), que revolucionó la psicología de la percepción y que hasta hoy ha seguido en vigor.
Los elementos parecidos son percibidos como pertenecientes a la misma forma. Nuestro cerebro agrupa cosas que tienen alguna propiedad visual común, como el color o el movimiento.
Los elementos orientados en la misma dirección, tienden a organizarse de forma determinada.
Un elemento se distingue del resto por su singularidad, por su especifidad. Un objeto puede contrastar con otros por color, forma, tamaño, cualidades intrínsecas del propio objeto, etc...
La figura es la zona de la percepción en la que se centra la conciencia y el fondo es el resto de la percepción. La ley establece que no es posible percibir simultáneamente la misma zona como figura y fondo, por lo que siempre existen elementos en los que la conciencia se centra y elementos que esta ignora. Cuando no existe dicha oposición de un modo literal, la mente la provoca, mediante el contenido del inconsciente.
La percepción subliminal es la percepción del fondo que no llega a hacerse figura y, por lo tanto, no llega a la conciencia, pero influye, de todas maneras, en el inconsciente. La percepción de figura y fondo puede depender de factores tales como la profundidad, la distancia y la oclusión.
Esta ley analiza la tendencia de separar la figura de una imagen y su fondo. La figura y el fondo no son estáticos sino que pueden intercambiar sus papeles y el fondo puede convertirse en la figura y la figura en el fondo. Eso sí, nunca podremos ver las dos a la vez. Cuanto más básicas sean las figuras que aparecen, más sencillo será el intercambio entre figura y fondo.
Se trata de una especie de camuflaje que tiende a homogeneizar la figura y el fondo. Provoca desconcierto en el observador, porque la propia configuración de la imagen trata de obstaculizar que algo sea percibido
Según la ley de semejanza, nuestra mente agrupa los elementos que comparten características visuales y los unifica. La semejanza depende de la forma, el tamaño y el color. Estos elementos similares tienden a ser percibidos como parte del mismo conjunto.
Los elementos parecidos son percibidos como pertenecientes a la misma forma. Nuestro cerebro agrupa cosas que tienen alguna propiedad visual común, como el color o el movimiento.
Nos dice que si una línea forma una figura cerrada, o casi cerrada, tendemos a ver una figura superficial encerrada por una línea, en lugar de ser simplemente una línea.
Cuando percibimos una figura que no está cerrada o delimitada por líneas, nuestra mente tiende a transmitir una sensación de cierre o forma completa.
Según la Teoría de la Gestalt, las formas cerradas se perciben como formas más estables. Tendemos a cerrar o completar las formas abiertas, buscando otorgarles más estabilidad. Por eso, tendemos a agrupar esas formas individuales, como parte de un grupo, buscando componer una forma cerrada y completa.
El principio de cierre es una técnica bastante recurrida en diseño gráfico, especialmente en el diseño de logos. Al percibir un elemento como incompleto, nuestro cerebro trabaja rellenando la información que falta.