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UD 7. EL ESPACIO URBANO

7.1. El sistema de ciudades. El proceso de urbanización de las ciudades españolas


El sistema urbano español, lo mismo que la morfología de sus ciudades, son el resultado de un largo proceso de urbanización que se inicia con los primeros núcleos indígenas anteriores a la conquista romana.

La romanización significó la fundación de numerosas ciudades. Algunas se arruinaron con el tiempo, otras se acrecentarían con nuevos habitantes. En su mayor parte, sin embargo, las ciudades actuales provienen del impulso repoblador desarrollado a partir del siglo XI, cuando la reconquista avanza sobre las zonas ocupadas por los musulmanes. Éstos, a diferencia de los grupos cristianos, habían desarrollado una importante cultura urbana de la que todavía quedan destacados restos en el sur peninsular. Durante la Edad Media, el modelo de ciudad amurallada, con plaza para mercado y arrabales exteriores se generaliza en España, afianzada en unas bases económicas más sólidas gracias a la lenta pacificación del territorio. Sus rasgos fundamentales se mantendrán prácticamente hasta finales del siglo XIX, cuando la revolución industrial impulsará fuertes transformaciones.

El ferrocarril hace posible la llegada de mercancías para el abastecimiento y el comercio desde lugares lejanos, y los nuevos medios de comunicación en el interior de las ciudades permiten su crecimiento, estimulado por la industrialización. En la ciudad moderna el centro histórico se densifica, aumentan las alturas de los edificios y se emprenden reformas interiores. Sucesivas leyes generalizan los Ensanches como solución al problema de residencia de la burguesía mientras, más allá de sus límites, se extienden los suburbios, donde las clases populares construyen sus propias viviendas en núcleos desordenados, carentes de agua o alcantarillado. La segregación urbana es progresivamente más rígida.

A mediados del siglo XX los cambios son muy numerosos. La fuerte emigración hacia las ciudades, iniciada en la década de los cuarenta, se realiza en condiciones muy precarias, sin que el escaso planeamiento desarrollado entonces, o las ordenanzas municipales, fueran capaces de paliar los problemas que estaban surgiendo: insalubridad, caos urbano o destrucción de zonas de gran valor histórico. Tampoco las políticas de promoción pública de viviendas consiguen dar alojamiento barato para los grupos más pobres, que se instalan en barrios de infravivienda en la periferia de las grandes ciudades.

La estabilización económica española, la difusión del automóvil y la extensión de la vivienda en propiedad, consolidan el modelo de ciudad fragmentada y en altura a partir de la extensión de los polígonos de viviendas, con altos bloques abiertos. En gran parte, este crecimiento de las ciudades más dinámicas se realizará sobre los municipios inmediatos, formando áreas metropolitanas. Los núcleos menores ofrecían entonces suelo abundante y más barato, tanto para residencia como para industria. La ampliación constante del espacio urbano, creará ya en la actualidad, en muchos lugares, las llamadas regiones urbanas, donde la urbanización se dispersa sobre amplios territorios en los que se mezclan nuevos elementos como las urbanizaciones unifamiliares, nunca antes tan numerosas gracias a la popularización de las viviendas adosadas o los centros comerciales, junto a parques tecnológicos o parques de ocio perfectamente comunicados por autovías rápidas.

En el paisaje urbano de la mayoría de las ciudades españolas es posible identificar estas piezas alejadas de las tradicionales de construcción más antigua. En el proceso de transformación de las ciudades españolas, es fundamental la llegada de los ayuntamientos democráticos, ya en la década de los ochenta del siglo pasado. En muchas se abordará la rehabilitación de los cascos históricos, casi arruinados o sometidos a procesos de renovación indiscriminada. También se realizan amplias operaciones urbanas destinadas a recuperar espacios degradados o poco funcionales, como antiguas zonas industriales ya en desuso, riberas fluviales o áreas vacías interiores. Algunas ciudades, para financiar estas reformas y mejorar su competitividad han podido aprovechar la organización de grandes eventos internacionales, como olimpiadas o exposiciones. Además, se enfrentarán al problema del chabolismo, remodelando barrios enteros en los que las viviendas de autoconstrucción serán sustituidas por modernos bloques. El planeamiento urbanístico se extiende a todas las ciudades españolas.

El fenómeno de concentración de población en las ciudades es, como se deduce de la historia urbana, relativamente reciente. En 1857 todavía un 84% de la población nacional vivía en núcleos rurales. No es hasta 1950 cuando, por primera vez, en España habita más población en localidades superiores a los 10.000 habitantes. La clave de la urbanización está en la concentración de inversiones y oferta de trabajo, sobre todo en algunas ciudades, mientras dominaban condiciones muy duras en los núcleos pequeños.

La red urbana que se consolida entonces está muy desequilibrada. En 1960, diez ciudades españolas acumulaban el 20,5% de la población del país. Este fenómeno es más acusado en la actualidad cuando uno de cada tres españoles vive en una de estas urbes. En realidad, la macrocefalia urbana, el dominio de una ciudad sobre sus inmediatas, se puede observar a escala nacional, pero también regional y provincial: la capital de la región concentra en casi todos los casos cerca de la mitad de la población que reside en ésta.

La inserción de las ciudades españolas en el sistema urbano europeo todavía es insuficiente. Demasiado periféricas, su capacidad de captar inversiones y actividad económica de proyección internacional es aún reducida. Junto a estos aspectos, otro rasgo del sistema urbano español es el predominio de los espacios litoral y periférico frente a las áreas interiores, consecuencia de un proceso reforzado en época reciente por el turismo y la segunda residencia.

El modelo de ocupación urbana del territorio ahora dominante en España, caracterizado por la dispersión de actividades y población, ha agravado los riesgos urbanos y los problemas ambientales que ya existían, vinculados al elevado consumo de suelo, energía, agua y a la contaminación atmosférica. Junto a ellos hay que destacar las importantes dificultades provocadas por el aumento de las distancias y la exigencia permanente del uso del automóvil. Por último, el gran crecimiento reciente también ha contribuido a incrementar el precio de las viviendas, que dificulta a los grupos de menor capacidad adquisitiva, jóvenes, inmigrantes o ancianos, el alquiler o la compra en las ciudades más importantes.


7.2. El sistema interurbano: jerarquía, funciones y zonas de influencia


Ciudad es un núcleo de población de más de 10 mil habitantes, caracterizado por una alta densidad de edificación, cuyos habitantes se dedican a actividades no agrarias, con unas relaciones sociales más superficiales y anónimas que en el campo.

El sistema de ciudades o sistema interurbano es el conjunto de relaciones que las ciudades establecen entre ellas. Las ciudades españolas presentan características diferentes según su tamaño, posición jerárquica, su distribución espacial, sus funciones y su influencia sobre un área más o menos grande.

7.2.1. La jerarquía urbana

Las ciudades se organizan de forma jerárquica sobre el territorio, pues no todas tienen la misma importancia ni desempeñan las mismas actividades económicas o funciones. Las ciudades mantienen entre sí unas relaciones de interdependencia: las ciudades mayores tienen un área de influencia que prestan servicios especializados a ciudades menores. Según su tamaño, sus funciones y su área de influencia las ciudades se dividen en:

- Ciudades pequeñas o villas: tienen menos de 50 mil habitantes. Presentan funciones poco especializadas (administrativas, comerciales), pueden tener equipamientos especializados (institutos de ESO), son nudos de transporte para la comarca y su área de influencia es comercial. Loja, Guadix, Órgiva…

- Ciudades medianas: entre 50 mil y 200 mil habitantes. Suelen ser capitales de provincia (como Huelva, Jaén, Almería), con funciones terciarias (comercio, administración, educación, sanidad... como Jerez) o bien tener una función industrial o portuaria (Algeciras, Motril). Su área de influencia es comercial.

- Ciudades grandes o Metrópolis: tienen más de 200 mil habitantes, presentan funciones especializadas y variadas relacionadas con la industria y el sector terciario. Su área de influencia es amplia, concentran población y actividad económica, además de centros de decisión, investigación e innovación tecnológica.

Tipos de metrópolis:

Metrópolis nacionales: tienen más de 3 millones de habitantes, con funciones especializadas y diversas, y su área de influencia es nacional e internacional (Madrid y Barcelona).

Metrópolis regionales de primer orden: tienen entre 1 millón y medio de habitantes y 500 mil habitantes. Funciones administrativas y comerciales, con área de influencia regional y relaciones muy intensas con metrópolis nacionales. (Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga y Zaragoza).

Metrópolis regionales de segundo orden o subregionales: entre 200 mil y 500mil habitantes, con funciones especializadas en sector servicios (Universidad, turismo...), con área de influencia provincial y regional. (Granada, Córdoba, Cádiz, Palma de Mallorca, Oviedo, Murcia, Alicante, A Coruña, Santander, S. Sebastián, Valladolid, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas...).

Se llama aglomeración urbana al crecimiento excesivo de un núcleo urbano hasta llegar a conectar o absorber a otros núcleos de población.

Tipos de aglomeraciones urbanas:

Área Metropolitana: es una gran extensión urbana que rodea a una metrópolis o ciudad importante y abarca administrativamente a varios municipios rurales con los que establece relaciones económicas y sociales. La ciudad central proporciona empleo y servicios a la población del área metropolitana, y ésta alberga a los trabajadores de la ciudad central (ciudades-dormitorio) e instala infraestructuras que requieren espacio abundante y barato. (Madrid, Barcelona, Sevilla...)

•La conurbación: es un área urbana continua formada al crecer dos o más ciudades hasta unirse. (Ej: desde Málaga a Marbella)

Región urbana: es un área urbana discontinua, integrada por ciudades dispersas pero muy densas, por lo que todo el territorio parece una nebulosa urbana (Asturias)

•La Megalópolis: cuando la urbanización alcanza escala suprarregional, creándose una red urbana discontinua pero próxima y densa, uniendo varias áreas metropolitanas, conurbaciones, pequeñas ciudades...de varias regiones o comunidades autónomas. Ej: desde la frontera francesa hasta Cartagena (Murcia).

7.2.2. Las funciones de una ciudad

Las funciones de la ciudad son las actividades socioeconómicas que desempeñan las ciudades hacia el exterior. La función de la ciudad es la actividad principal que se realiza en ella y que sirve para relacionarla con el territorio circundante. Son los diferentes empleos los que definen la función general de la ciudad.

Tipos de funciones:

-Funciones primarias: ciudades especializadas en el sector primario: agro-ciudades (Écija, Martos, Priego de Córdoba…) y ciudades mineras (Almadén, Ponferrada…)

-Funciones secundarias: ciudades especializadas en la función industrial y la construcción. (Bilbao, Mataró, Alicante…)

-Funciones terciarias: ciudades especializadas en el sector servicios: comerciales, administrativas, culturales, sanitarias, religiosas, turísticas...

-Función militar: explica el origen de muchas ciudades debido a un emplazamiento en lugares estratégicos para la defensa, como en lo alto de una colina, o junto a los ríos. Hoy en día se da en las localidades próximas a bases militares: Rota, Cartagena, El Ferrol…

-Función comercial: La ubicación de ferias y mercados en tiempos medievales y modernos, favoreció el surgimiento de ciudades en lugares bien comunicados, como cruces de caminos o puertos de mar. (Málaga, Algeciras, Valencia, Barcelona…)

-Función cultural: la concentración de actividades culturales y sociales explican la supervivencia de ciudades en entornos económicos hostiles. Toledo, Salamanca, Granada (por la existencia de universidades que atraen a estudiantes).

-Función religiosa: ciudades que viven gracias a la afluencia de peregrinos a sus santuarios o iglesias: Santiago de Compostela.

-Función turística: lugares que ofrecen alojamiento y diversión a los turistas y otros visitantes. Los lugares de recreo veraniego e invernal son los que conforman este tipo de ciudades, ejemplos son Marbella, Benidorm…

-Función política y de administrativa: en las capitales se instalan múltiples organismos públicos que necesitan muchos funcionarios que los atiendan. Ejemplo es Madrid y todas las capitales de las CC.AA.


7.2.3. Áreas de influencia

Se llama área de influencia de una ciudad o lugar central al área o zona más o menos extensa que depende de los bienes y servicios de esa ciudad. Entre un núcleo urbano y su territorio circundante se establecen múltiples lazos y distintas formas de relación. En España la ciudad con más área de influencia es Madrid, le siguen las ciudades periféricas como Barcelona, Valencia, Sevilla, A Coruña y Bilbao y después le siguen ciudades intermedias como Burgos, Zaragoza, Granada, Murcia...

La Teoría de los lugares centrales de Christaller afirma que el área de influencia de un lugar central es hexagonal y las relaciones entre las ciudades pueden ser unidireccionales o recíprocas, directas o indirectas a través de núcleos intermedios. Las relaciones que se establecen entre sí las ciudades crean distintos tipos de subsistemas:

Monocéntricos primados: una ciudad constituye el centro dominante, a gran distancia de las demás, concentrando desproporcionadamente la población y las funciones; existen fuertes relaciones de dominancia-dependencia.

Monocéntricos jerarquizados: una ciudad ocupa la cúspide del sistema, pero la siguen los distintos niveles jerárquicos.

Policéntricos: varias metrópolis compiten en la organización del sistema, de lo que resultan importantes flujos bidireccionales entre las metrópolis y flujos de dependencia hacia ellas desde los niveles inferiores.

7.3. Los sistemas urbanos españoles. Principales áreas y ejes urbanos


Actualmente se han formando ejes de desarrollo urbano, que se producen cuando las ciudades se articulan en torno a un conjunto de infraestructuras de transportes terrestres, a las que se une la concentración de actividades y de población. Las grandes ciudades españolas se disponen en la periferia, salvo Madrid. En España se identifican los siguientes sistemas urbanos:

-Madrid y su área de deslocalización, que abarca las localidades de la propia provincia y las de las limítrofes (especialmente, Guadalajara y Toledo), próximas a las principales vías de comunicación que parten de capital de España.

Se trata de un sistema trabado en gran medida por la deslocalización de personas y actividades económicas desde Madrid. En los intersticios de este tejido urbano encontramos espacios rurales muy dependientes de las ciudades, bien porque desarrollan actividades agrarias orientadas al abastecimiento de los núcleos urbanos, bien porque acogen espacios de ocio. El conjunto presenta una especialización funcional importante en el sector terciario, destacando las actividades relacionadas con la toma de decisiones, los servicios avanzados y la innovación. Es un sistema monocentrista que se integra en las redes europeas a través del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y de las conexiones por carretera y ferrocarril.

-El eje mediterráneo es un sistema complejo. Forma parte del conjunto urbano del litoral mediterráneo occidental, que incluye ciudades como Marsella, Niza, Milán, Génova o Roma. Es un sistema muy dinámico y en expansión: por el sur, comienza a penetrar en el litoral granadino; por el norte, en las zonas más meridionales francesas; y hacia el interior, se expande por el valle del Ebro y hacia Albacete. Destaca el papel organizador de Barcelona, su auténtico centro (se trata de un sistema monocéntrico), seguida por Valencia. No obstante, cabe establecer cuatro subzonas:

- Barcelona y su área de deslocalización, que abarca Girona, Tarragona y las localidades que se sitúan en las principales conexiones con Lleida y el norte de la provincia de Castellón. Como el sistema madrileño, es un conjunto muy integrado y está especializado en servicios avanzados, innovación y toma de decisiones, a los que se suma el turismo.

- Valencia-Alicante. Dentro de este subsistema podemos hablar de policentrismo, pues si bien Valencia es la metrópoli central, Alicante y otras localidades de menor importancia le sirven de contrapeso y colaboración. Forman un conjunto muy bien integrado y con una buena diversidad funcional; su especialización en servicios avanzados se completa con una importante actividad industrial, agroalimentaria y turística.

- Baleares. La insularidad le confiere unas características propias: cada isla adquiere un cierto grado de autonomía y, además, las conexiones marítimas y aéreas con otras ciudades españolas, como Barcelona y Valencia, alivian el peso de Mallorca, evitando un claro monocentrismo. El subsistema presenta una fortísima especialización en actividades turísticas, de las que dependen todas las demás (transporte, comercio, cultura...)

- Murcia-Almería. Es una zona periférica del eje mediterráneo, tanto desde el punto de vista geográfico como desde el económico. Recibe actividades deslocalizadas desde las zonas más desarrolladas, aprovechando los menores costes salariales. Está especializada en actividades industriales con una cierta intensidad en mano de obra; actividades agroalimentarias avanzadas, orientadas a la exportación; y el turismo.

- El Bajo Guadalquivir. Tiene su ciudad central en Sevilla, y conecta Córdoba, Huelva, Cádiz y Málaga, avanzando hacia Badajoz (acoge actividades deslocalizadas atraídas por los menores costes salariales). Las ciudades de Sevilla y Córdoba, así como el litoral (sobre todo de Málaga y Cádiz), tienen una fuerte actividad turística; mientras, el valle del Guadalquivir y el interior de Huelva acogen una potente actividad agraria y empresas agroalimentarias que Operan en el mercado global. De esta forma, el poder organizador de Sevilla es compensado por el potencial de otros centros del sistema.

Los enlaces aéreos, marítimos y la propia proximidad geográfica están acercando este sistema al «eje mediterráneo magrebí», infundiéndole vitalidad y valor estratégico en el conjunto europeo. La línea del AVE Sevilla-Madrid y la actual red de autovías han integrado lo que antes era un «sur periférico» en el conjunto español y europeo.

-El litoral vasco y su zona de deslocalización hacia Vitoria-Gasteiz, Pamplona/Iruña, el este cántabro y las zonas septentrionales de Burgos y La Rioja. Forman un sistema muy integrado que se asienta sobre unas buenas infraestructuras (una densa red de autovías y autopistas y la llamada «Y vasca» de ferrocarril de Alta Velocidad) que facilitan las interconexiones. Tiene su centro en Bilbao, aunque Vitoria acoge la sede del Gobierno vasco y actividades de alto nivel deslocalizadas desde Bilbao y de desarrollo endógeno, generando un cierto policentrismo.

Presenta una especialización en industria innovadora y, sobre todo, en servicios de alto nivel. El principal problema de este sistema es su integración en los sistemas europeos, pues las conexiones de la Unión Europea con la Península pasan por el eje mediterráneo y Madrid y carecen de una conexión atlántica más intensa.

-El valle del Ebro, con centro en Zaragoza, se beneficia e la deslocalización vasca y barcelonesa, así como de las conexiones de alta capacidad con Madrid y Valencia.

Fuertemente especializado en servicios vinculados con ese papel de intermediación (transporte, logística, almacenaje, distribución, etc.), aprovecha también su posición para desarrollar actividades industriales en sectores de tecnología media que encuentran atractivo en el nivel salarial (relativamente bajo respecto a las zonas vasca y catalana) y las posibilidades que la red de transporte terrestre y aéreo ofrecen para el abastecimiento y distribución en España y el sur de Europa. Por otro lado, el desarrollo del turismo en zonas del Pirineo aragonés y leridano ha permitido el notable crecimiento de estas y su integración en el sistema. Su principal problema es la conexión con los sistemas europeos que, ante el obstáculo que supone la cordillera pirenaica, se realiza a través del eje mediterráneo, quedando el sistema en una posición un tanto periférica. Para obviarlo, es necesario el trazado de infraestructuras que conecten directamente la zona central del Valle del Ebro con el sur de Francia (Toulouse) y con el corredor europeo (Burdeos) que enlaza con París.

-El litoral gallego presenta dos núcleos perfectamente delimitados: la red Ferrol-A Coruña-Santiago de Compostela y el eje litoral Pontevedra-Vigo. Económicamente, destacan las actividades industriales (conviven industrias innovadoras con otras más tradicionales e intensivas en mano de obra), el turismo y los transportes. La centralidad de A Coruña tiene su contrapeso en la pujanza económica del eje Pontevedra-Vigo y en la centralidad político-administrativa de Santiago de Compostela. Este sistema se encuentra con serios problemas de accesibilidad.

-El eje Madrid-Albacete-Valencia/Alicante. La autovía entre estos núcleos ha favorecido la deslocalización de actividades desde los dos sistemas consolidados (Madrid y el eje Valencia-Alicante), que han encontrado una zona propicia por sus menores costes laborales y de suelo, así como por el desarrollo de actividades endógenas. El centro de este sistema se localiza en Albacete, que cumple el papel de encrucijada de caminos y de influencias. Este sistema constituye una zona en crecimiento, articulada en torno a las vías de comunicación.

-El eje extremeño, marcado por la autovía que conecta Madrid y Lisboa a través de las tierras pacenses. Acoge actividades del sector agroalimentario y otras deslocalizadas desde el resto del territorio español al ofrecer mano de obra más barata. Además, la situación fronteriza de Badajoz ha impulsado actividades relacionadas con su papel de intercambiador entre las ciudades portuguesas del otro lado de la frontera (fundamentalmente con Elvas) y ciudades españolas próximas (Mérida, Almendralejo, Don Benito...). Asimismo, la autovía A-66, más conocida como la Ruta de la Plata, que une Sevilla y Gijón, ha permitido reforzar el papel de Badajoz como encrucijada de caminos.

-Valladolid y las conexiones Madrid-Galicia/León-Asturias. Desde la década de 1960, Valladolid acoge una importante actividad industrial y es el centro de distribución de los flujos exportadores del sector occidental de Castilla y León (principalmente agroalimentarios, de la zona central del valle del Duero) y de los flujos importadores que parten desde Madrid. Su papel se ha visto favorecido por su posición de encrucijada en los enlaces con Galicia, Asturias y Cantabria.

-Los subsistemas canarios. Tienen como centros las ciudades de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife-Puerto de la Cruz, comunicadas con la Península a través de Madrid. Desde estas ciudades se articulan las relaciones con las capitales de las demás islas. Como en Baleares, la insularidad y la existencia de aeropuertos en cada isla, que conectan con el territorio peninsular, relajan la centralidad de esas ciudades principales. Funcionalmente, destaca su especialización en actividades turísticas.

-El resto del territorio español es un conjunto urbano bastante desarticulado y dependiente de las ciudades principales de los sistemas consolidados. Su población presenta cifras decrecientes, densidades muy bajas y un claro envejecimiento demográfico. Las actividades económicas se centran en el transporte, la producción agroalimentaria y actividades industriales. Solo las capitales provinciales y cabeceras comarcales tienen una cierta vitalidad debido a sus funciones administrativas y a su papel como centros de redistribución comercial y de servicios, sobre todo, servicios sociales públicos.

No obstante, se observan síntomas de cambio:

— El aumento de las rentas ha impulsado el consumo, favoreciendo el desarrollo de redes comerciales en torno a las cabeceras comarcales y en las pequeñas ciudades.

— La apuesta por la multifuncionalidad de los espacios rurales ha abierto nuevas posibilidades económicas en estas zonas (por ejemplo, el desarrollo del turismo rural), que atraen flujos humanos y económicos desde las ciudades principales.

— La deslocalización de actividades desde los espacios más desarrollados ha propiciado el establecimiento de fábricas, almacenes, etc., en estas zonas, aunque solo en los núcleos con buena accesibilidad y una oferta suficiente de mano de obra disponible.

7.4. Morfología y estructura de la ciudad en España


7.4.1. Principales rasgos morfológicos de la ciudad en España

Ciudad es un núcleo de población de más de 10 mil habitantes, caracterizado por una alta densidad de edificación, cuyos habitantes se dedican a actividades no agrarias, con unas relaciones sociales más superficiales y anónimas que en el campo.

Morfología urbana es el aspecto externo que presenta una ciudad. Está influida por su emplazamiento en el medio físico y por la situación de la ciudad en su entorno geográfico (junto a un río, en la montaña, junto a vías de comunicación...).

La forma de una ciudad varía según:

- El emplazamiento: lugar donde se sitúa la ciudad.

- El plano urbano: plano irregular, plano radiocéntrico, lineal y plano ortogonal o en damero o en cuadrícula.

-Las construcciones: son las edificaciones colectivas (bloques de pisos) o individuales (casa exentas o adosadas)

- La trama: es la disposición de los edificios en el espacio. La trama puede ser compacta o bien abierta. En la trama compacta o cerrada, las construcciones se alinean unas junto a otras, bien dejando sólo pequeños patios interiores libres como en los barrios antiguos de la ciudad, o bien con construcciones en grandes manzanas en torno a un gran patio central, como en los ensanches. En la trama abierta, las construcciones se disponen en edificios aislados, exentos o adosados, pero dejando grandes espacios libres. Pueden formar viviendas unifamiliares con pequeño jardín, o bloques de pisos aislados entre jardines (urbanizaciones).

- Los usos del suelo: uso comercial, de negocios, residencial, industrial, de equipamientos, zonas verdes…

- Vías de comunicación: calles, avenidas, rondas, circunvalaciones, autovías…

La morfología de una ciudad refleja la evolución de las distintas partes de una ciudad a lo largo de los siglos.

Las partes de una ciudad son:

1.- El casco antiguo: es la parte de la ciudad urbanizada desde su origen hasta la época industrial. Ocupa una pequeña parte de la ciudad actual, pero tiene un importante valor histórico y artístico. El casco antiguo ha sufrido variaciones a lo largo de la historia:

a) Etapa preindustrial:

- La mayoría de las ciudades estaban rodeadas de murallas con una función defensiva, fiscal o sanitaria.

- Su edificación era individual o unifamiliar.

- Su trama era compacta en manzanas pequeñas.

- Los usos del suelo diversos: residencial, comercial y de negocios (talleres, comercios, edificios públicos...), a veces se especializaban por barrios según las profesiones (gremios: panaderos, carpinteros, zapateros, curtidores...), o según su raza y religión (judería, morería...). Había una jerarquización social, cuanto más al centro se concentraba la élite social y los edificios más importantes.

- Sus planos son muy variados (regulares, irregulares, radiocéntricos, lineales...) según el momento de su origen.

b) Etapa industrial: siglos XIX y XX.

- Durante el siglo XIX el casco antiguo absorbió el crecimiento de la población al quedar libres espacios por la desamortización religiosa, la trama se densificó para aprovechar el suelo y la edificación se verticalizó (bloques de 3 a 5 pisos). Se rompió el casco antiguo abriendo en él Grandes Vías. Había una jerarquía social ocupando la rica burguesía el centro del casco antiguo y el proletariado la periferia del casco antiguo.

- Durante el siglo XX se produjo un deterioro del casco antiguo, con la construcción de modernos ensanches la burguesía abandonó el centro que quedó para ancianos pobres con bajos alquileres en edificios que van quedando en ruinas. Pero desde 1960 se llevaron a cabo Políticas de Renovación para sanear el centro de las ciudades, destruyéndose la trama antigua, ocasionando daños al patrimonio histórico-artístico y sustituyendo edificios antiguos por otros modernos de gran altura y precio destinados para actividades terciarias (bancos, hoteles, oficinas, cines, restaurantes...) provocando problemas de aparcamiento, saturación del tráfico y contaminación que deterioró el casco antiguo. Sólo en algunas ciudades se llevaron a cabo Políticas Conservacionistas del Casco Antiguo como en Toledo, Salamanca, Segovia, Cáceres... Sin embargo, desde

1975 se han generalizado las Políticas de Rehabilitación Integrada: con el fin de conservar, recuperar y revitalizar el casco antiguo, con la construcción en él de calles peatonales, plazas ajardinadas, ayudas económicas para rehabilitar viviendas y edificios históricos...

2.- El ensanche urbano o burgués

El ensanche se localizó alrededor del casco antiguo a partir de mitad del siglo XIX, derribaron las murallas defensivas para plasmar las ideas de orden de la burguesía, se desarrolló el concepto de ciudad jardín, que proponía una ciudad funcional y racionalista que respondiera a las nuevas necesidades urbanas. Se utilizaron los nuevos materiales como el hormigón y el acero. Sus características son:

- el plano será regular en cuadrícula con calles rectilíneas, anchas.

- la trama al principio era abierta, con manzanas amplias y espacio para jardines, pero con el tiempo la trama se densificó al edificar la manzana por los cuatro lados, construyendo incluso en las plazas y jardines.

- la edificación se verticalizó al construir sobre los bloques de 7 pisos, áticos y sobreáticos.

- El uso del suelo predominante fue el residencial con jerarquización social por cercanía al centro y en altura, después el ensanche se terciarios dándoles otros usos al suelo (comercio, oficinas, bancos...).

Ejemplos importantes son el Plan Cerdá para el ensanche de Barcelona y el Plan Castro para el ensanche de Madrid.

3.- La periferia urbana

Es la zona urbanizada más alejada del centro y del casco antiguo de una ciudad, creada a lo largo de los principales ejes de transporte de la ciudad (ferrocarril, carreteras, autovías...) para albergar las áreas industriales, los barrios de obreros y los barrios ajardinados. Se creó a partir de 1960 debido al enorme crecimiento de las ciudades por el éxodo rural, por el desarrollo de la industria y del sector servicios.

Las áreas de la periferia son área residencial, área industrial y área de equipamientos.

a) área residencial de la periferia con barrios de distintas clases sociales:

- Barrios de chabolas: sobre suelo ilegal, con grandes deficiencias constructivas y de servicios (agua, luz, saneamiento) de plano irregular, trama cerrada y densa, viviendas de escasa dimensión y calidad.

- Barrios de promoción oficial: surgieron en los años 40-60, con malos materiales y falta de servicios para atajar el problema de la falta de alojamiento a clase obrera. Hoy día se están rehabilitando y dotándoles de equipamientos escolares, deportivos, sanitarios, comerciales.

- Polígonos de vivienda de promoción privada: de plano regular, con trama abierta con jardines y aparcamientos, edificios en bloques o torres, ocupados por distintos grupos sociales en función de su calidad.

- Áreas de viviendas unifamiliares exentas o adosadas: a partir de los años 80, se han construido para la burguesía o clase media, que busca un contacto con la naturaleza. Crece el uso del automóvil para desplazarse a su lugar de trabajo.

b) Área industrial de la periferia: Situada junto al ferrocarril o principales vías de acceso a la ciudad. Aunque al seguir creciendo la ciudad han quedado englobadas en la ciudad, produciéndose hoy día una tendencia al abandono de las instalaciones industriales dándoles nuevos usos, y concentrando las industrias más lejos aún, en los llamados polígonos industriales, tales como Parques Empresariales (oficinas que buscan la descongestión del centro) y Parques Tecnológicos (empresas innovadoras y centros de investigación que quieren buena calidad ambiental y cercanía a los servicios urbanos).

c) Área de equipamientos de la periferia: también junto a las principales vías de acceso a la ciudad se instalan equipamientos que requieren suelo abundante y barato y proximidad a la ciudad: grandes superficies comerciales, centros escolares, Hospitales, edificios administrativos...


7.4.2. El plano de la ciudad

Plano urbano es la representación a escala de superficies construidas y libres de una ciudad. La situación y el emplazamiento se asocian al plano de la ciudad. El plano nos muestra el desarrollo de la ciudad a lo largo de la historia y ofrecen gran número de variantes para adaptarse a las condiciones naturales.

Los tipos de planos son:

-Plano desordenado o irregular: Propio de muchas ciudades medievales musulmanas. No obedecen a ningún plan preconcebido, sino a un crecimiento espontáneo. Tiene aspecto anárquico, no tiene ninguna arteria principal que organice a las demás. Las calles no tienen orden fijo, son tortuosas y estrechas, generando sensación de laberinto, con el núcleo principal amurallado: la Medina (Mezquita, zoco) y alrededor los barrios de trabajadores amurallados (arrabales). (Córdoba, Sevilla, Toledo). Constituyen los cascos históricos de muchas ciudades actuales.

-Plano radiocéntrico: Este tipo de plano es el resultado de un crecimiento urbano a partir de un núcleo central de donde parten vías radiales que enlazan el centro con la periferia. En el centro se situaba un monasterio, un castillo, lugar de mercado, un núcleo fortificado o encrucijada de caminos. Son las ciudades de origen cristiano en torno a la Catedral y Palacios Nobiliarios. (Santiago de Compostela, Vitoria, Oviedo, Santander...). El trazado de las grandes vías circulares en torno al centro suele corresponderse con el trazado de las sucesivas murallas que se fueron derribando debido al crecimiento de la ciudad.

-Plano en cuadrícula: También llamado ortogonal, en damero. Las calles se cortan perpendicularmente formando un damero. Es el más extendido porque se ha usado a lo largo de la historia y por distintas civilizaciones. Obedece a una planificación. Tiene el inconveniente de que dificulta la circulación por las intersecciones de las calles. Para evitarlo se han trazado vías diagonales, como se hizo en Barcelona. El origen de este plano ordenado, racional y planificado se remonta a los antiguos griegos. Las ciudades de origen romano presentan planos regulares en damero con dos vías o calles principales, como los campamentos militares (Mérida, León, Zaragoza, Tarragona). También las ciudades renacentistas presentan planos regulares con Plazas Mayores (Ayuntamiento y mercado) desde dónde salen calles nuevas rectas (Calle Mayor) con palacios, conventos, iglesias... (Salamanca, Madrid, Cáceres, Valladolid...).

-Plano lineal: Es un plano que se genera normalmente en torno a una vía de comunicación como carreteras o a una línea de fijación como ríos. Fue el utilizado por Arturo Soria para su Ciudad Lineal.

7.4.3. La estructura urbana: los usos del espacio en el interior de la ciudad

Estructura urbana es la división de la ciudad en áreas o zonas con morfología y funciones o usos característicos: uso comercial y de negocios, uso residencial, uso industrial y de equipamientos, y uso de esparcimiento.

- CBD (Central Business District) o Distrito Financiero: Se trata del área comercial y de negocios de la ciudad. No siempre coincide con el centro histórico. Sus características son: Poca población residente. Buena accesibilidad desde cualquier punto de la ciudad en transporte público o privado. Gran densidad de tráfico y de personas. Alto valor del suelo, por lo que se construyen rascacielos. Escasa actividad industrial. Predominio de actividades comerciales y administrativas: comercios, bancos....

- Áreas residenciales: Se extiende por todo el tejido urbano (casco antiguo, ensanche urbano y la periferia urbana), disminuyendo en el CBD y en los polígonos industriales. El aspecto de los edificios permite conocer la diferenciación social de los habitantes que los ocupan: barrios de clases medias, barrios obreros, barrios de promoción oficial, urbanizaciones, barrios de viviendas unifamiliares, suburbios o barrios de chabolas…

- Áreas comerciales: se distribuyen por la ciudad agrupándose en áreas concretas, en función de la facilidad para llegar a ellas. El pequeño comercio se sitúa en el centro histórico, y en cambio los grandes centros comerciales se concentran en zonas a las afueras de la ciudad con buenas comunicaciones y aparcamientos para atraer a la población.

- Áreas industriales: Las ciudades han ejercido siempre atracción para la localización industrial por varios factores: son importantes mercados por la alta densidad de población, necesitan mano de obra abundante y la proximidad de otras industrias que pueden ser complementarias. Actualmente solo las industrias pequeñas y que no son molestas para los vecinos permanecen en los barrios del centro. Las que necesitan mucha materia prima, abundante energía, mucho espacio o contaminan se alejan del centro y se sitúan en la periferia donde se han creado polígonos industriales en zonas suburbanas debido al precio del suelo y la red de comunicaciones.

- Áreas de esparcimiento: Son aquellos espacios reservados al ocio y la cultura. Surgen para solucionar los problemas de la vida urbana y laboral (estrés, depresiones...). Lo constituyen elementos tales como los museos, bibliotecas, paseos, recintos para espectáculos, bares, instalaciones deportivas, etc. Algunos están diseminados por el centro urbano, otros están en zonas periféricas dependiendo del tipo de ciudad y de la disponibilidad de suelo que posean. El desarrollo de zonas verdes y parques urbanos y metropolitanos se dedican a paliar la falta de infraestructuras para el ocio y el descanso.