Federico, como siempre, nos encanta que siembre.

Federico siembra historias que germinan en nosotras. En esta ocasión comenzó con un cantar de ciego en el Barrio de la Huerta junto a Tere, todas lo cantamos con él. Después, nos metimos en una antigua cocina y, a fuego lento, nos contó cuentos, nos recitó adivinanzas y poemas, nos hizo jugar a las cartas y nos creó una historia matemática increíble...

Como siempre, Federico con encanta que siembre.