23 de abril,

"con un libro por Palencia"

Libros relacionados con Palencia

A Óscar le dan miedo la criatura de la noche y el león de Correos. Por eso le resulta tan difícil irse solo a la cama a la hora de dormir y echar las cartas que escriben sus padres. Un buen día decide que lo mejor es introducirle al león en la boca unos cuantos caramelos antes de las cartas. Llega un momento en que el «truco» no funciona, pero él descubre un gran secreto que le ayudará a superar su miedo 

El edificio de Correos y Telégrafos es obra  de Jacobo Romero del s XX (1916). Tiene forma de trapecio, patio anterior y tres plantas de altura. Pero si  hay un elemento característico de este edificio, este es sin duda el buzón exterior de Correos que representa la cabeza de un león y cuya boca es la apertura del mismo, algo que siempre ha dado mucho respeto a todo aquel que ha metido la mano por ella para echar una carta.


Con esta obra, Goytisolo cerró una etapa realista para adentrarse en un periodo de experimentación que le propició el reconocimiento de las letras españolas. Alabada por la crítica y por los lectores, Señas de identidad supuso el punto de partida de una concepción de la literatura estilísticamente exigente y comprometida políticamente. Con los años, se ha convertido en un clásico.


Una de las señas de identidad de nuestra ciudad es, sin duda, la Calle Mayor. Con sus más de 900 metros de longitud, constituye la espina dorsal de la capital, la red social más visitada por los palentinos y el emplazamiento de buena parte del patrimonio civil que atesora la ciudad. 


El monumento al Maestro  se encuentra en pleno casco histórico de Palencia, en la plaza de la Inmaculada, justamente enfrente de una de las portadas de la Catedral.

    El Monumento a la Primera Universidad de España se encuentra  en la misma Plaza de San Pablo y justo al lado del Convento de San Pablo, tan vinculado a la Universidad ya que el fundador de dicho convento fue Santo Domingo de Guzmán quien fuera alumno y profesor de dicha Universidad.


“Durante años busqué en mis alumnos, sin saber el motivo ni lo que buscaba…Me fijaba en sus limitaciones y trataba de subsanarlas, limaba sus defectos, reprimía sus malos modos, repetía hasta la saciedad los conceptos con la esperanza de ganar claridad en cada nueva explicación, me quedaba, fuera del horario escolar antes de los exámenes, con aquellos que veía más necesitados de mis conocimientos. En fin, veía al alumno como algo que debía perfeccionar y claro está, yo tenía el modelo de perfección. Era reconocido como profesor, pero mi búsqueda no había apenas comenzado, a pesar de llevar casi veinte años de "éxitos"…Comencé, entonces, a explorar mi interior más allá de mi querido ego, más allá de mis representaciones cara a los demás. Descubrí cosas que no me gustaron, pero seguí adelante…una fuerza misteriosa me empujaba a conocer, más allá de los juicios de lo correcto y lo incorrecto, fue como desnudarse de la que había creído que era mi piel, y sin embargo, resultó ser un vestido más. Empecé a amar de verdad la vida, y la expresión de la misma que yo era. Había nacido un nuevo maestro, que había aprendido a mirar desde el corazón a sus alumnos. Desde esa nueva posición, no veía defectos en ellos, sino un universo de dones esperando ver la luz. Mi profesión se convirtió en algo mágico”


Esta escultura es sin duda una mujer del alma nuestra. Desde su instalación, a modo cariñoso, los palentinos la conocemos como «La Gorda» por su voluminosidad.

   El volumen no se debe a las curvas de la mujer, si no a su postura, recostada y con los brazos sobre el pecho, como un indicativo de la fortaleza y el valor de las palentinas


“Cada año vivido y cada arruga cuentan mi historia”.

En Mujeres del alma mía la gran autora chilena nos invita a acompañarla en este viaje personal y emocional donde repasa su vinculación con el feminismo desde la infancia hasta hoy. Recuerda a algunas mujeres imprescindibles en su vida


Palencia también es coleccionista de relojes extraordinarios. Destacamos entre todos ellos el de la Catedral palentina con un papamoscas propio. Se trata de un autómata conectado al reloj de la torre, lo que permite conocer la hora dentro del propio templo. Pero sin olvidarnos del reloj de la fachada del Ayuntamiento palentino o el de la Calle Mayor de nuestra ciudad.

Jonathan debe salvar el alma de su madrastra y para ello, antes de que transcurran doce horas, debe encontrar el reloj Devereaux; este se encuentra en algún lugar de la Ciudad Antigua. Con ayuda de Emma, una joven extraña, se adentra en los misterios de la ciudad que se transforma a medida que avanza la noche. ¿Qué peligros y amenazas acechan a los dos amigos?

Hermosa historia de aventuras y acción que nos transmite valores como la amistad y la superación de dificultades.


Ubicado en la Dársena del Canal de Palencia, el Museo del Agua, ocupa un antiguo edificio empleado antiguamente como almacén de cereales. Este museo ofrece a sus visitantes, entre otras cosas, una propuesta AGUA DE VIDA, una experiencia que combina los sonidos y los colores del Canal y nos acercarán a la textura del entorno natural. Incluso invitarán a sumergirse bajo el agua. Y relacionado con el agua, también en Palencia encontramos la escultura de La Aguadora. Esta escultura se encuentra en la parte posterior del Ayuntamiento y la Plaza Mayor, en una calle peatonal frente a la Iglesia de la Soledad. 

Como agua para chocolate  os invita a conocer la vida  de una mujer que no puede vivir una historia de amor a causa de la tradición familiar, la cual la obliga a cuidar de su madre y permanecer soltera de por vida. Uno de los puntos fuertes de este libro es que es capaz de fusionar en cada capítulo los platos típicos de la gastronomía mexicana con la historia de Tita, la protagonista.