Con está clasificación indagamos en los efectos de las problemáticas y podríamos resumir en lo siguiente:

Los proyectos no cuentan con las características económicas, políticas, sociales y técnicas idóneas para su ejecución, lo que provoca la poca incertidumbre en el proceso. Como consecuencia, son rechazados por desconocimiento de las leyes y normativas vigentes.

Las estadísticas mostraron que los proyectos propuestos están dirigidos a infraestructura, que resuelven problemas de solución rápida o individual y no para un bien social.

Las estrategias implementadas están dirigidas a un solo sector y no se apropian de las mismas, derivando en el descuido de problemas como la igualdad de género.