SAN FRANCISCO JAVIER
El aventurero de Dios
Sólo con una sotana, un crucifijo y un catecismo.
De este santo aprendemos a consolar a los enfermos, defender a los mas débiles y a entregarnos sin medida al servicio de los demás.
Francisco nació en 1506, en el castillo de Javier, en España. A los 35 años de edad comenzó su gran aventura misionera. uniéndose al grupo de misioneros.
Francisco Javier, con 6 compañeros se consagraron a Dios haciendo voto de pobreza, fueron a Tierra Santa para comenzar la obra misionera.
Fue ordenado sacerdote en Roma el año 1537 y se dedicó a realizar obras de misericordia.
En diez años recorrió India, Malasia y las Molucas, convirtiendo a muchos a la fe Católica.
Después de 4 años de misión en las islas salvajes, separado del mundo civilizado, formó el primer centro de cristianos.
En 1545 va al Japón, donde aprende el idioma y traduce al japonés una oración sencilla de Jesús que repetía a cuantos estaban dispuestos a escucharle.
Todos los que lo conocieron lo describieron como una persona alegre y optimista, dispuesta a trasmitir a los demás la felicidad que le producía haber sido escogido por Dios para transmitir la palabra de Dios.
Es patrono de las misiones en Oriente y comparte el patronato universal de las misiones católicas con Santa Teresita.
Anunciaba el Evangelio con amor, sus catequesis acompañadas de cantos y oraciones, entusiasmaba a todos.
Murió el 3 de diciembre de 1552, a los 46 años. Había recorrido más de 120.000 km, como tres veces la vuelta a la tierra, conquistando corazones para Dios.
“Que hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena nueva” (Is 52, 7).