Beneficios

El yoga es una actividad psicofísica, es un sistema holístico, que contempla el todo.

Su práctica introduce una sinergia en nuestro cuerpo que hace que sus beneficios sean múltiples y se produzcan a diferentes niveles: físico, psicológico, emocional, energético y espiritual. Los beneficios que podemos obtener a través de la práctica del yoga en sus diferentes facetas y técnicas están intensa y estrechamente relacionados unos con otros. Cambiamos de postura y cambiamos la respiración. Cambiamos la respiración y alteramos el sistema nervioso. Esta es una de las grandes lecciones del yoga, todo está interrelacionado, todo está conectado.

Uno de los primeros y más claros beneficios en la práctica del yoga es la mejora de la flexibilidad y a través de esta mejora se obtienen mejoras en la postura, molestias y dolores músculo-esqueléticos.

Se observa también rápidamente un aumento de la fuerza y potencia musculares lo cual protege de dolencias como la artritis – artrosis, dolores musculares, deformaciones óseas, así como puede prevenir las caídas y desequilibrios. La mejora en la flexibilidad y en la fuerza y potencia muscular también ayudan a mantener mejor alineada y equilibrada la columna vertebral. Una espina dorsal bien erecta facilita el sostenimiento de la cabeza, los músculos del cuello y de la espalda utilizan menos energía y esfuerzo en su sostén. Con lo cual la persona se sentirá menos fatigada o cansada. Además, el mantenimiento de una postra correcta en el cuello y por lo tanto una buena alineación de la cabeza previene lesiones y problemas de cuello, espalda, y de otras articulaciones y músculos.

En la práctica del yoga las articulaciones reciben una completa gama de movimientos, gracias a estos movimientos se lubrifica; debido a la mayor afluencia de sangre a la zona. Este aumento de la irrigación sanguínea al cartílago, tendón y ligamento los mantiene flexibles, resistentes y fuertes. Previniendo dolencias como artritis, artrosis y/o mitigando los efectos de ésta si ya se ha manifestado.

En muchas posturas de yoga se requiere que se levante y soporte el peso del propio cuerpo. Está bien documentado que los ejercicios con carga de peso fortalecen los huesos y ayudan a la prevención y recuperación de dolencias como la osteoporosis ya que disminuye la pérdida ósea y ayuda a la absorción y reabsorción del calcio, lo cual mantiene la densidad ósea adecuada. Este efecto se ve potenciado por la disminución de la hormona del estrés, cortisol, cuya presencia excesiva en el cuerpo facilita (entre otros efectos) la disminución de la densidad ósea al dificultar el metabolismo del calcio.

El yoga hace que la sangre fluya. Desde las posturas a los ejercicios de relajación la circulación sanguínea y linfática se ve positivamente afectada. La mejor circulación sanguínea facilita el acceso de las células al oxigeno, a los nutrientes y junto con la mejora de la circulación linfática facilita la secreción de las toxinas del cuerpo. La sangre se hace más fluida ayudando a disminuir los accidentes cardiovasculares. La mejora del la circulación de la linfa además facilita la respuesta inmunológica.

Tanto cuando se realiza las posturas en encadenamiento aeróbico como si no se realiza este esfuerzo aeróbico se producirán mejoras en las condiciones cardiovasculares, bajada de los latidos cardiacos en reposo, aumento de la fortaleza e incremento del potencial de suministro durante el ejercicio. Además, la práctica de los ejercicios de pranayama (técnicas respiratorias) permiten que se realice el ejercicio con un menor suministro de oxigeno.

Los efectos sobre la circulación sanguínea y sobre el funcionamiento del corazón hacen que la tensión arterial se equilibre, los efectos más sobresalientes se producen sobre la tensión arterial alta, produciéndose descensos de hasta 26 puntos en la presión sistólica (en número alto) y 15 puntos de descenso en la presión diastólica (“la baja”) Muchos de los efectos beneficiosos de la práctica del yoga tienen que ver con el descenso de una de las hormonas secretada por las glándulas adrenales llamada cortisol, aunque también se la conoce como “la hormona del estrés”. Esta hormona es secretada en respuesta a situaciones de crisis o estrés agudo. Los niveles altos de estrés comprometen numerosas funciones de nuestro organismo, como ya hemos dicho, desde el metabolismo del calcio (extrae el calcio y otros minerales de los huesos e impide la absorción de los mismos) a la respuesta inmunológica, además de debilitar la memoria, aumento de las sensaciones de tristeza, depresión, inseguridad, aumente la tensión arterial, aumenta la resistencia a la insulina, etc.

El yoga produce un aumento de la secreción de serotonina y gaba (ácido gamma-amino butírico) (neurotransmisores relacionados con el estado de ánimo) y una disminución de los niveles de monoamina oxidasa (enzima que anula a los neurotransmisores) y como hemos dicho, disminuye el nivel de cortisol. Parece ser que la práctica del yoga y de la meditación hace que el córtex prefrontal izquierdo aumente su actividad, lo cual se correlaciona con niveles más altos de felicidad y un mejor funcionamiento del sistema inmunológico.

A través de la práctica de los ejercicios de yoga descienden los niveles de azúcar sanguíneo, y de colesterol LDL (“el malo”) debido a la disminución del cortisol y de adrenalina, mejorando la sensibilidad a la insulina. Este efecto también es producido debido al aumento y/o desarrollo de una mayor y mejor consciencia corporal que permite “darte cuenta” y hacerte cargo de tu salud de manera más activa, activándose hábitos de vida más saludables como cambios en la dieta, práctica habitual de ejercicio… La disminución de los niveles de azúcar en sangre protege al organismo de problemas cardiacos, renales y visuales.

El proceso atencional y de focalización de la atención que se produce durante la práctica del yoga mejora la coordinación, el tiempo de reacción, la memoria e incluso el coeficiente intelectual.

El estado meditativo y de relajación que se busca en la práctica calma, seda, y estimula a la vez al sistema nervioso central a través de la armonización que se produce entre el sistema nervioso simpático (el de la respuesta de estrés) y el sistema nervioso parasimpático (el calmante y restaurador) La práctica regular del yoga, aumenta la propiocepción, la habilidad para sentir lo que el cuerpo está sintiendo y cómo está situado en el espacio; mejora el equilibrio, tanto estático como en movimiento. Lo cual facilita la disminución consciente de la tensión corporal.

A través de las técnicas respiratorias se logra disminuir la frecuencia respiratoria aumentando el volumen de oxigeno (aumenta la saturación de oxigeno en sangre) lo cual es calmante y más eficiente. Algunas de las posturas de manera directa o indirecta, así como el efecto de disminución del estrés hacen que el funcionamiento de los órganos internos sea más eficiente aliviando por ejemplo problemas como el estreñimiento y la constipación, colon irritable, etc.

El efecto calmante sobre el sistema nervioso que ejercen diversas posturas, el pranayama y la meditación; la disminución de los pensamientos a través de la meditación hacen que el sueño sea más reparador y el descanso sea más profundo.

Las asanas restauradoras, el yoga nidra, savasana (postura de relajación cons os hacia el interior, esta vuelta hacia nuestro interior nos protege del exceso de estimulación en el que vivimos, calma y seda a nuestro sistema nervioso que puede restaurarse y recuperarse con más facilidad y rapidez, nos conecta con nuestro ser y nos permite ser más conscientes de nosotros mismos, mejorar nuestro auto-conocimiento. Nos conecta con nosotros mismos pero también con el todo, con el universo, con la divinidad; aprendemos a que somos una manifestación de la divino. Nos permite tener acceso a aspectos diferentes de uno mismo separándonos del dialogo mental que nos dispersa, reduce los círculos viciosos de pensamientos acerca de la frustración, lamentación, enfado, miedo y deseo que causan estrés y sufrimiento. Comenzamos a experimentar sentimientos de gratitud, de empatía, de perdón, de amor incondicional, de paz, de pertenencia a algo más grande. Llenándote de amor y compasión por ti mismo.

El alivio del dolor se produce desde dos vertientes, por un lado, la mejora física disminuye las molestias y dolores relacionados con las malas posturas y las dolencias del aparato músculo esquelético. Por otro lado, la expansión de la conciencia, el mayor auto-conocimiento, el aumento del respeto hacía uno mismo y los demás, la vivencia de las sensaciones de gratitud, amor, solidaridad, cooperación, empatía; el aumento de la autoestima, etc. disminuyen del dolor psicológico, emocional y espiritual. El aumento del fuego interno nos hace activos y nos ayuda a sobreponernos a la inercia y cambiar los hábitos disfuncionales. Descubrimos que las cosas pueden cambiar.

El yoga y la meditación intensifican la consciencia despierta, aumenta la sensación de interconexión y calma el sistema nervioso. Aumenta la capacidad de “distanciarse” del propio drama; todo ello nos permitirá encauzar y liberarnos de las emociones destructivas, miedo, hostilidad, ira. Y por lo tanto, reducir el sufrimiento de uno mismo y de los demás.

El yoga nos hace estar más conectados, nos ayuda a desarrollar el sentido de la amistad, la compasión y una gran ecuanimidad. Nos enseña a no dañar, a decir la verdad, a ser honestos y sinceros (primero con uno mismo, luego con los demás) a tomar sólo que se necesite. Esto nos lleva también a mejorar las relaciones con los demás.

Cuando además nos apoyamos en el sonido, canto de mantras se potencian los efectos. Otras técnicas como las kriyas o prácticas de limpieza previenen estados de enfermedad al ayudar a eliminar las toxinas del cuerpo. El karma yoga (servicio a otros) da significado a la vida, da satisfacción, sensación de valía, aumenta el bienestar y la autoestima, mejora la salud.

A modo de resumen: Beneficios Físicos

  • Promueve la flexibilidad de la columna y articulaciones.
  • Fortalece y tonifica los músculos, tendones y ligamentos.
  • Estimula las glándulas del sistema endocrino.
  • Mejora la digestión.
  • Mejora la eliminación.
  • Incrementa el riego sanguíneo.
  • Estabiliza le tensión arterial.
  • Relaja el sistema nervioso.
  • Disminuye el colesterol y el azúcar en sangre.
  • Desarrolla el equilibrio.
  • Aumenta la conciencia corporal.
  • Favorece la estabilización del peso corporal.
  • Incrementa la coordinación psicomotora.
  • Beneficios Mentales.
  • Tranquiliza la mente.
  • Centra la atención.
  • Agudiza la concentración.
  • Libera el espíritu.
  • Mejora el cociente intelectual.