La convocatoria para las movilizaciones este año fue amplia y diversa, con al menos 4 convocatorias distintas en la ciudad, algunas otras también se desplegaron en otros municipios del Estado. La más nutrida de ellas partió de las inmediaciones de la Plaza Imelda Virgen para finalizar en la Glorieta de lxs Desaparecidxs. Evidenciando el crecimiento orgánico que año con año han tenido las manifestaciones por el 8 de marzo, se contabilizaron alrededor de 70 mil personas, en su mayoría mujeres, alcanzando una nueva cifra récord en la historia de las movilizaciones de Jalisco. Al grito de “me cuidan mis amigas”, cientos de cuerpos femeninos mostraron su indignación colectiva ante la crisis de violencia que vive Jalisco, exigiendo  que no haya “Ni una más asesinada, ni una desaparecida más, ni una maltratada más”, y  la justicia para las víctimas de la misma.

A los contingentes se sumaron  familiares de víctimas de feminicidio y de desaparición, dando cuenta de una de las crisis humanitarias más graves que actualmente se viven en Jalisco; así como personas de las disidencias, como personas trans, no binaries y mujeres y personas con cuerpos gordes. Dando cuenta que los feminismos son practicados en la ciudad son muchos.

El tránsito de las manifestaciones en los alrededores de los inmuebles universitarios dejó como resultado la intervención del edificio de rectoría y de las esculturas instaladas en su plazoleta con las señales del reclamo y la indignación ante las violencias patriarcales que atentan contra la vida y dignidad de las mujeres.