La fundación moderna de la Universidad de Guadalajara en 1925 se enmarca en una serie de luchas post-revolucionarias, que, entre otras cosas, aspiraban a remarca el carácter popular de la educación. Sin embargo, una de las consignas que gradualmente fue tomando lugar fue la de la participación de las mujeres en los espacios públicos, específicamente en el campo educativo. En este sentido, la fundación de la Casa de Estudios integró a las mujeres dentro de la organización y planeación universitaria: Irene Robledo García y Catalina Vizcaíno. Además de estas figuras, durante la primera mitad del siglo XX podemos destacar la trayectoria académica, científica y política de: Luz María Villarreal de Puga, Jacinta Curiel, Eloísa Párraga y Laura Rosales Arreola. Todas ellas sentaron las bases para la lucha por la inclusión e igualdad en el ámbito universitario.