Nació en Jocotepec, Jalisco, el 5 de abril de 1890. En 1905 se trasladó a Guadalajara, e ingresó a la Escuela Secundaria Normal para Señoritas. Tras recibir su título de profesora normalista, en 1912 fue nombrada profesora de la Escuela Modelo. En 1914 se le encomendaron las cátedras de Física y Meteorología en la Escuela Normal, Preparatoria y Secundaria para Señoritas y dirigió una escuela primaria.

El 1° de agosto de 1919 fue nombrada directora de la Escuela Preparatoria para Señoritas, y el 1° de agosto de 1920 ocupó la dirección de la Escuela Normal para Señoritas. En su calidad de directora de la Escuela Preparatoria y Normal para Señoritas, el gobernador José Guadalupe Zuno la designó, en 1925, miembro de la Comisión Organizadora de la Universidad de Guadalajara. Participó en todas las sesiones de dicha comisión; colaboró en la redacción de la Ley Orgánica de la Universidad de Guadalajara, para la cual aportó los artículos dos y cuatro, que trataban sobre la inspiración social de la Universidad por encima del individualismo, y de la importancia de la problemática de la convivencia humana como objeto de la reflexión de los universitarios.

El 3 de marzo de 1953 fundó la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Guadalajara y fue su primera directora. En 1973, durante la Primera Jornada de Ideología Universitaria, disertó magistralmente sobre los orígenes de la Universidad de Guadalajara en 1925. Casi centenaria y siempre de mente lúcida, falleció en Guadalajara el 8 de agosto de 1988. En el año 2000 fue declarada benemérita de Jalisco, y el 10 de octubre sus restos fueron trasladados a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, y se develó su estatua, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar el máximo panteón jalisciense.