Aula de Adultos de Aliaga

NUNCA ES TARDE

Nunca es tarde para empezar a sumergirse en el aprendizaje de cualquier actividad que nos haya llamado la atención aunque no tengamos ningún conocimiento de la misma, lo importante es que tengamos interés en ella.

Nunca es tarde para soñar y en un momento dado hacer realidad esos sueños o por lo menos intentarlo y si no lo conseguimos por lo menos nos habremos quitado la frustración de no haberlo intentado.

Nunca es tarde para asombrarnos de la belleza de una pintura, de tratar de ver el mensaje que el artista intenta que nosotros descifremos e interpretemos. A ti te puede sugerir un mensaje diferente que a mí pero ahí está el truco en saborear la multitud de cosas que la misma obra nos pueda inducir.

Nunca es tarde para poder viajar a través de una buena historia, para meterse en la piel de los personajes igual que si formásemos parte de la misma o en el desarrollo de una obra de teatro en la cual podemos cambiar los mismos o darles otro enfoque si no nos gusta el desarrollo o el final.

Nunca es tarde para conocernos mejor a nosotros mismos con nuestras capacidades, actitudes, limitaciones, posibilidades. También para saber que siempre podemos superarnos o cambiar la forma de ser o actuar. Aprender a adaptarnos al entorno, la situación. A medida que nos vamos haciendo mayores tenemos más experiencia, más tranquilidad, más paciencia, más entendimiento pero perdemos en todo lo que requiera esfuerzo físico.

Nunca es tarde para descubrir senderos nuevos o escuchar cantos de pájaro que no conocíamos o de observar la luna llena brillar entre las estrellas para hacer que la noche sea más luminosa.

Nunca es tarde para ser solidario, colaborar con los que lo necesiten y agradecer que podemos hacerlo porque tenemos tiempo y podemos hacerlo.

Nunca es tarde para vivir si antes por exceso de trabajo, estrés o falta de tiempo no hemos podido hacerlo, ahora tenemos oportunidad de aprovechar para hacer realidad tantas cosas que alguna vez nos hemos propuesto y no hemos llevado a cabo.

Nunca es tarde para aprender a respirar y disfrutar del olor de todas y cada una de las plantas y de las flores en una primavera en la con abundantes lluvias y nuestra ausencia por el confinamiento han hecho que se haya restablecido la normalidad medioambiental, que los pájaros se comuniquen más y que el manto verde adornado con multitud de flores nos ofrezca la posibilidad de disfrutar de abundantes paseos tras estar tiempo encerrados.

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